NAD/Venezuela* : Sin utilidad y al servicio de la delincuencia y de invasores permanecen los edificios “fantasma” de Maracaibo. Tal parece que poco motiva rescatar espacios que en época de apogeo sirvieron de escenarios para que se desarrollara parte de la historia de la ciudad. Sin embargo, como una posible solución se vislumbra la discusión del tema. En trabajos anteriores se abordó la problemática de los “fantasmas de cemento”, esos que nadie quiere ver, pero que -sin posibilidad de ocultarlos- son ornamentos inamovibles de la ciudad. ¿Qué aportan? ¿Quién se beneficia de ellos? La respuesta es más que obvia, y por ello resulta irónico que hasta ahora no se halla tenido iniciativa para reconstruir o demoler para aprovechar el terreno.
Aspecto legal
La Ordenanza sobre Conservación, Defensa y Mejoramiento del Ambiente en el Municipio Maracaibo se creó para velar por la calidad de vida de la jurisdicción del municipio. El documento comprende la planificación urbana, entre otros aspectos, según establece el numeral 1, del artículo 3.
Asimismo, el numeral 6 del mismo artículo indica que se actuará ante “Cualesquiera otras actividades que se consideren necesarias para alcanzar el propósito de la presente Ordenanza”, el cual es “establecer principios rectores para la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente”.
Los referidos numerales tocarían de manera general el tema de los edificios abandonados, si se partiera de la premisa de que “los edificios hacen la ciudad”, como lo afirmó el especialista en el tema, Rafael Márquez, profesor del Departamento de Historia de Arquitectura de la Universidad del Zulia.
La Ordenanza es más específica en cuanto al tema: “Las construcciones que amenacen ruinas o las que por mal estado pudieran ocasionar un peligro inminente para sus ocupantes, para la colectividad y que afecten el medio ambiente estarán sujetas a lo establecido en la Ordenanza sobre construcciones ilegales o demoliciones” (Artículo 29).
En el mencionado documento se establece a la Oficina Municipal de Planificación Urbana (O.M.P.U.), como el organismo rector en el tema de las construcciones ilegales o demoliciones.
El numeral 3 de la ordenanza sobre construcciones ilegales, indica que se considerará como tal “Toda construcción que amenace ruina o que por su mal estado en alguna parte de su estructura pudiese ocasionar daños, que representen un peligro inminente para sus ocupantes o para la comunidad”.
En tales casos, no se mencionan cuáles podrían ser los “daños” a que se hace referencia, pero seguramente, la acumulación de basura, y el albergue de maleantes y consumidores de droga, no reportan ningún beneficio.
Consciente de esta realidad, el concejal Joaquín Chaparro explica que hasta ahora no habido pronunciamientos o posición administrativa por parte del Concejo Municipal de Maracaibo, pero considera que se debe atender el tema, por cuanto los edificios rescatables podrían aportar beneficios, y que los que representan un peligro, como el Banco de Comercio (ubicado en 5 de Julio), deberían demolerse.
En cuanto a los edificios que representan patrimonio cultural, asegura que hay una obligatoriedad implícita de mantenerlos y recuperarlos. Afirma, además, que son espacios que se podrían rescatar para ponerlos al servicio de la Gobernación y la Alcaldía, para generar beneficios y bienestar para la comunidad.
En ese sentido, Chaparro es de los que cree en rescatar para dar valor a los inmuebles icónicos de loa ciudad, de los cuales no puede evitar nombrar el edificio Botica Nueva, también conocido como el de “los sansones” o “atlantes”.
“Ese fue el primer edificio de Maracaibo que tuvo ascensor”, recuerda el concejal.
Es por ello que afirma que “el estado y el municipio deben tomar una decisión sobre la demolición o rescate de los edificios abandonados”, razón por la cual se espera que plantee la problemática que esto genera para la ciudad, y los beneficios que traería si fueran activados.
Chaparro explica que se prevé trabajar en conjunto con instituciones y profesionales especializados para abordar el tema, y trabajar en pro de dar solución a lo que considera atenta con la cara de Maracaibo y el mejoramiento de esta en cuanto a urbanismo se refiere.
Sobre las construcciones abandonadas en manos de privado, indica que se debe levantar un informe jurídico de comprobación por parte de la sindicatura a objeto de determinar el carácter de la propiedad y exhortar a los propietarios a asumir la responsabilidad de resolver el problema, “en virtud de conservar la imagen arquitectónica y urbanística de la ciudad”.
Hasta ahora, finaliza, Chaparro, no ha existido motivación suficiente para resolver el tema de los fantasmas de concreto, los cuales hasta ahora no benefician y que significarían oportunidades de vivienda, y establecimientos de organismos que reporten ventajas para las comunidades en las que fueron construidos.
* Noticia al día - 10.03.11
Foto: Edificio Gómez Castro, ubicado en la avenida El Milagro - NAD
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