La vivienda 'acampa' en la campaña electoral

J.F.LEAL.- ElMundo* : "Son, sin duda, las elecciones de la vivienda. No hay mensaje electoral, mitin político o programa de partido que no se sirva bañado de promesas para dignificar el acceso a una casa, abaratar precios, facilitar el alquiler a la juventud precaria aún no emancipada. Es momento del puedo prometer y prometo. Mientras el PSOE presenta 19 medidas concretas sobre vivienda en su programa marco, el PP recoge hasta 17 puntos sobre la cuestión e Izquierda Unida ha salpicado buena parte de su programa con propuestas dirigidas a penalizar la especulación, gravar las viviendas vacías y abaratar los precios de las casas. Sin embargo, para los ciudadanos que se movilizan para que poder comprar una casa no sea una condena para toda la vida no ven en ninguno de los colores políticos la solución a su problema.


"El día 28 de mayo tendremos que salir a la calle gane quien gane las elecciones", explica Diego Pacheco, portavoz de la plataforma 'V de Vivienda', que considera que los políticos ofrecen promesas que no aportan soluciones.

Desde hace una semana se planta en la Ciudad Universitaria de Madrid un número creciente de tiendas de campaña, que ya alcanza las cincuenta unidades, en los jardines situados a la salida del metro. La "la otra 'acampaña'", como se le llama ya.

Reclaman que la vivienda no se trate como negocio sino como un derecho, plantean el endeudamiento familiar como un problema de alta gravedad, critican la burbuja inmobiliaria y la especulación urbanística, así como lo inmoral de las viviendas vacías.

Nacida hace justo un año a partir de mensajes de móviles y correos electrónicos entre jóvenes de Madrid y Barcelona, 'V de Vivienda' es una plataforma heterogénea de jóvenes estudiantes y trabajadores precarios, principalmente, "sin ninguna vinculación ni afiliación política", comenta Ricardo Zapata, otro de los jóvenes acampados.

El pasado domingo, la Policía Nacional impidió que los jóvenes acamparan el Paseo del Prado de Madrid y frente al Museo Reina Sofía, requisando algunas de las tiendas e identificando a más de 70 personas. "No hay peor imagen para los partidos políticos que los problemas de la ciudadanía se vean en la calle, en el centro de la ciudad", apunta Pacheco, estudiante de Políticas.

Acciones rápidas y mediáticas

Incómoda para los políticos en campaña, la plataforma ‘V de Vivienda’ -activa en doce ciudades del Estado- busca visibilidad mediática mediante acciones rápidas y contundentes, como la realizada el jueves pasado en Madrid en el Monumento a la Constitución Española o, en Barcelona, la presencia de 'Supervivienda' en un acto electoral del candidato socialista a la alcaldía de la Ciudad Condal, Jordi Hereu, el pasado 16 de mayo.

Aunque el centenar de personas acampadas en Madrid son en su mayoría jóvenes, para éstos, el problema del acceso a la vivienda va más allá de quienes no pueden emanciparse. "Otros colectivos sociales como los padres de esos hijos, familias monoparentales, gente mayor objeto del 'mobbing' inmobiliario y parejas ahogadas por la hipoteca a los que el trabajo no les permite un minuto para hacer público el drama de no llegar a fin de mes", señala Diego Pacheco.





*El Mundo - Su Vivienda - 19/05/2007
Foto: acampada V de vivienda - Ciudad Universitaria Madrid


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Ilusiones olvidadas

Jordi Borja*.- El País : "En esta campaña electoral el urbanismo casi ha desaparecido del debate público. Los investigadores demuestran como las ciudades empiezan a disolverse en sus extensas periferias. La región metropolitana de Barcelona, como la de Madrid, en los últimos 20 años ha crecido muy poco, pero en cambio la superficie urbanizada se ha multiplicado por dos o por tres, según el área que delimitemos. No hay día que no aparezcan en este mismo periódico los escándalos urbanísticos, la vinculación entre política local - especulación - corrupción - insostenibilidad ambiental - fractura social. La responsabilidad del marco político-legal estatal y autonómico no se pone en cuestión".





A François Mitterrand, en la televisión y en directo, le preguntaron a quemarropa. "¿Qué es para usted el socialismo?". Habíamos entrado ya en la década de los noventa. La URSS y satélites se habían hundido, el Partido Socialista francés estaba en crisis, triunfaba el socialliberalismo de Toni Blair, al cual se adhería también el prestigioso PC italiano, que iniciaba un proceso de unificación con el centrismo democristiano. Malos tiempos para el socialismo también en España, que perdía las elecciones ante el PP. Mal momento también para responder ante el público televisivo. Mitterrand contestó: "El socialismo es la justicia. Es la ciudad". Nada más. Fantástico.

En esta campaña electoral el urbanismo casi ha desaparecido del debate público. Los investigadores demuestran como las ciudades empiezan a disolverse en sus extensas periferias. La región metropolitana de Barcelona, como la de Madrid, en los últimos 20 años ha crecido muy poco, pero en cambio la superficie urbanizada se ha multiplicado por dos o por tres, según el área que delimitemos. No hay día que no aparezcan en este mismo periódico los escándalos urbanísticos, la vinculación entre política local -especulación-corrupción-insostenibilidad ambiental-fractura social. La responsabilidad del marco político-legal estatal y autonómico no se pone en cuestión. Y lo que nos queda es el discurso del señor Blanco (PSOE), que propone por ejemplo generalizar la siniestra ordenanza del civismo de Barcelona al resto de España.

Corruptores y corrompidos se permiten además ser candidatos. En poblaciones pequeñas o medianas aparecen listas, algunas con siglas de partidos políticos importantes, otras como independientes, compuestas o teledirigidas por promotores, constructores y especuladores de suelo. Y en las grandes, Barcelona incluida, el debate urbanistico que ha reaparecido con fuerza tanto en los sectores profesionales como en los conflictos vecinales, ha sido obviado por los candidatos, que o bien nos declaran sus buenos sentimientos sobre la ciudad o bien nos recuerdan proyectos concretos en curso de realización o que esperan su momento. Y si son opositores recalcitrantes se permiten impunemente ocurrencias como los miles de viviendas frente al mar exclusivamente para jóvenes. Ideas estimulantes e imaginativas, escenario de futuro deseable que genere alguna emoción, nuevos instrumentos para intervenir en el desarrollo urbano, es decir lo necesario para hacer ciudad, no existe en estas elecciones.

Hace algunos año leí un grafito en un muro de una ciudad latinoamericana: "No más datos, queremos ilusiones". El discurso maragalliano que tomó el modelo de Luther King, sobre la ciudad deseada, transmitió la ilusión a principios de los años ochenta. Ahora simplemente nos confirman la desilusión, el no estar a la altura de los tiempos.


* Jordi Borja, geógrafo y urbanista


* ELPAIS.com 19/05/2007


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