Colombia.- Lluvias obligarán a la reubicación de varios municipios del país

ELPAÍS.com/Cali* : El verdadero ordenamiento territorial del país lo está haciendo el invierno y no las instituciones, como el Congreso que intenta tramitar una ley, 19 años después del mandato constitucional al respecto. Y ya comenzó con desastres como el de Gramalote, en Norte de Santander, o con poblaciones debajo del agua, como Plato, en Magdalena. Además tendrían que ser reubicados Tenerife, en Magdalena; Herrán, en Norte de Santander; Zambrano, Bolívar; Suan, Repelón y Campo de la Cruz, entre otros, en Atlántico. Algunos de ellos con más de 467 años de fundación, como Tenerife, que data de 1.543. Pero la reubicación también se extendería a Manatí, Candelaria y Santa Lucía, en el departamento del Atlántico, y afectados con la ruptura del Canal del Dique.

Para el presidente de Ospinas, Andrés Arango, el invierno generó una oportunidad para actualizar la ingeniería y para que las poblaciones no se asienten en los mismos lugares. "Nosotros estamos comprometidos con el desastre. Hay de por medio un tema urbano, de diseño. En la última junta del año me dieron carta blanca para apoyar administraciones como la de Cartagena donde la ciudad está inundada" , dijo. Recordó que los profesionales de desastres tienen que montar carpas en un comienzo como pasó en Haití. "Es un tema difícil de manejar hasta en los países civilizados" , aclaró.

El presidente de la constructora Amarilo, Roberto Moreno, dijo que la reconstrucción de los municipios es una excelente oportunidad para el sector, que puede hacer nuevos asentamientos con urbanismo de calidad. "El tema es poder escoger los servicios públicos. Podemos tener las viviendas nuevas dentro de 8 meses y un año" , dijo.

Pese a que el presidente Juan Manuel Santos decreto la reubicación de algunos municipios afectados por el invierno la Dirección de gestión de Riesgo del Ministerio de Interior y Justicia señaló que el procedimiento corresponde a los Gobernadores y a los Comités Regionales para la Atención y Prevención de Desastres (Crepad) . Las implicaciones económicas, fiscales y territoriales deben ser analizadas por las autoridades regionales, ya que la medida implica la utilización de grandes cantidades de dinero lo que podría generar "huecos fiscales" en los presupuestos.

A su vez la determinación de un nuevo territorio conlleva diversos estudios que en algunos casos pueden demorar tiempo ", indicaron voceros de la dirección. Entre tanto, Findeter tiene 8.505 casas, por 249 mil millones para reubicación. OPINIONES Andrés Arango Presidente de Ospinas " Nosotros estamos comprometidos con el desastre. Hay de por medio un tema urbano, de diseño. Tengo carta blanca para apoyar a Cartagena, por ejemplo ". Moreno Presidente Constructora Aarilo " El tema es poder escoger los servicios públicos. Dentro de 8 meses y un año podemos estar viendo las viviendas nuevas. Hay una oportunidad de oro para el sector ". Carlos Guataquí Profesor de economía Universidad del Rosario " Este invierno está cambiando el trabajo rural que ya venía muy mal. Es un asunto de geografía económica muy complejo, porque estos pueblos reciben desplazados ". Bonilla Investigador del CID Universidad Nacional " El invierno ha servido para decirle al país que hemos mantenido una actitud muy olímpica durante años, como ser permisivos ante la invasión de las rondas de los ríos".



* ElPaís.com - 21.12.10
Foto: Cartagena (Colombia)

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Kashgar, un oasis asiático amenazado

DIAGONAL/China* : La política de desarrollo de China arrasa con las ciudades milenarias, como la capital de los uigures, Kashgar, donde las grúas derriban siglos de historia. La ciudad de Kashgar, en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, en la República Popular China, tiene un largo y rico pasado. Situada en un fértil oasis, Kashgar (que en uigur significa “ciudad como el jade”) cuenta al norte con las majestuosas montañas Pamir y al oeste se encuentra con el desierto Taklamakan, que durante mucho tiempo ha sido el eje central de las comunicaciones entre diversos lugares de Asia, e incluso la puerta para lugares más lejanos como Europa o el subcontinente asiático. Muchos han llegado a definir a la ciudad como “el cruce de civilizaciones”, siendo considerado como uno de los mercados más importantes de la famosa y mítica Ruta de la Seda.

Fruto de todo ello, Kashgar ha acogido toda una mezcla de pueblos, religiones y lenguas diferentes a lo largo de los siglos, siendo los uigures el más importante de todos ellos. Para este pueblo, musulmán de origen turco, la importancia de Kashgar es evidente y así lo ha reflejado a lo largo de su historia en sus costumbres y en su cultura.

Sin embargo, los uigures llevan mucho tiempo haciendo frente a la política expansionista de China, que no duda en aplicar todos sus resortes para acabar diluyendo las demandas uigures, o cuando menos, condenándolas a una situación que hace muy difícil su supervivencia.

Caminar por las calles de la parte vieja de Kashgar era retraerse en el tiempo. Pasear por los callejones estrechos del corazón viejo de Kashgar, sentarse en la plaza de la mezquita de Id Kah (centro neurálgico de la parte vieja) o admirar alguna de las fachadas de las casas que todavía mantienen parte de su esplendor pasado, e incluso perdernos por Koziqiyabixi, el barrio de los alfareros, nos permitía acercarnos aún más a la realidad del pueblo uigur.

Junto a todo ello resalta el mercado de los domingos, un espectáculo de olores, sonidos e imágenes que nos transporta aún más al pasado, cuando las caravanas que recorrían esos territorios llegaban hasta Kashgar para participar en este mercado. Desde primeras horas de la mañana los pastores van ocupando sus lugares, con sus ovejas karakul, una raza con una lana muy suave, que almacena gran cantidad de grasa en la parte posterior del cuerpo, y una de las más apreciadas para comer por los uigures.

Jinetes montando a caballo, tratantes de ganado regateando y negociando a grito pelado, puestos de comida, animales por doquier, etc. componen esa estampa que podía representar una postal de hace muchos años y que parece imperturbable al paso del tiempo.

Pero el visitante hoy en día también puede ver la ‘otra Kashgar’. La de los grandes edificios, las tiendas de moda, los teléfonos móviles, los altavoces de música ‘moderna’ sonando en las puertas de las tiendas… el reflejo de una política que algunos pretenden presentar como el fruto del cambio y la modernidad, y que en muchas ocasiones esconde una política destinada a ‘borrar del mapa’ la cultura y tradiciones locales. A nadie sorprende que detrás de esa política de asimilación esté la mano de Beijing. Al igual que han hecho en Tibet y en otras partes de China, de mayoritaria etnia china, han sido la punta de lanza de una colonización planificada.

La donación de las mejores tierras a colonos para promover su asentamiento en esas regiones alejadas del centro del país, la ocupación de los cargos políticos y de responsabilidad por parte de chinos, la marginación de las costumbres, la lengua y la participación política y social del pueblo uigur; han sido las señas de identidad que han desarrollado los dirigentes chinos en las últimas décadas.

Agitando la bandera de la lucha contra los “tres ismos”, el terrorismo, el islamismo y el separatismo, (y bajo el soporte de la llamada guerra contra el terror impulsada desde EE UU), los dirigentes chinos no han dudado en aplicar una estrategia basada en la asimilación, la chinificación y la campaña “desarrollar el este”. Lo que algunos han venido definiendo como el imperialismo económico y político de los Han sobre el pueblo uigur sigue el guión clásico de cualquier proceso colonizador.

La ciudad de Kashgar, está situada en la rica región asiática de Turkestán, donde está un tercio del petróleo y dos tercios del carbón de las reservas chinas. También abundan los minerales y metales como oro, uranio y cobre. Sin embargo, esa riqueza sólo ha generado beneficios al Gobierno chino y a sus colaboradores. De ahí que no es de extrañar que las mayores tasas de desempleo y pobreza recaigan sobre la población uigur. El traslado masivo de ciudadanos chinos para desequilibrar la balanza demográfica, la política de “hanhua”, algo así como ‘hacerlos chinos’, está logrando que la población local acabe siendo minoritaria en su propia tierra y apartada de todos los resortes políticos, econó- micos o sociales del poder.

Bajo la bandera de la supuesta modernización, enmarcada dentro de la pomposa fórmula de “desarrollar el este, se sigue una detallada política de marginación hacia los uigures, y de una planificada explotación de los recursos naturales y culturales de los mismos.

En este contexto, el plan para derribar el casco antiguo de Kasghar y cederlo posteriormente a empresas chinas para su explotación turística, es el último caso que ha salido a la luz. Presentado como una reubicación de los residentes de la parte vieja de Kashgar, y ante el evidente deterioro de las casas de la zona, el Gobierno chino pretende desplazar a los residentes uigures, sin contar con su opinión o asentimiento, a una nueva ciudad a más de ocho kilómetros del centro de Kashgar. Las máquinas buldócer chinas pretenden acabar con más de sesenta casas de la zona vieja y borrar todo vestigio material de la cultura, arquitectura y comunidad uigur, transformando una parte de la ciudad vieja en una especie de parque de atracciones cultural que sirva de reclamo para el turismo, tal y como han hecho en otras regiones de China (un ejemplo es el caso de la etnia Dai en la provincia de Yunnan, que ha visto su entorno transformado en un parque temático sobre su cultura y etnia).

Si hubiera habido voluntad, se habría abordado un proyecto para recuperar la parte vieja de la ciudad, manteniendo la cultura uigur. Pero Beijing impulsa un proyecto que acabará con la vida de estas comunidades en el bazar y con el refugio que éste ha sido durante siglos al calor y las tormentas de arena del desierto.




* Diagonal - Txente Rekondo / Gabinete Vasco de Análisis Internacional - 21.10.10
Foto: Kashgar (China), vista - uyghuramerican

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La Ciudad Ineficiente

ANNÍBAL HERNÁNDEZ* : Uno de los valores más repetidos de nuestra economía y nuestra sociedad es la eficiencia, el hecho de conseguir lo máximo con el menor gasto posible. Los gobiernos y las empresas hacen constantemente planes de eficiencia energética, eficiencia en el consumo del tiempo y de todo tipo de recursos, en vista de que son limitados y por lo tanto costosos. Esta obsesión por la eficiencia viene de muy lejos y ha sido incluso tomada como uno de los criterios para medir la evolución de una cultura. En 1949 Leslie White escribió “La Ciencia de la Cultura”, donde precisamente afirmaba que: “la cultura evoluciona a medida que aumenta la cantidad de energía aprovechada anualmente per cápita, o a medida que aumenta la eficiencia de los medios instrumentales usados para poner a trabajar la energía”. Hace poco leyendo a R. Rappaport, me di cuenta de la cantidad de ejemplos de las ineficiencias de nuestra sociedad. Parece ser cierto que con el aumento de la energía disponible al año per cápita las culturas se tienden a complejizar, aumentan las estructuras, las instituciones y las relaciones entre ellas, pero no es cierto que se pueda decir lo mismo de la eficiencia con que la usan.

Rappaport cita un ejemplo muy interesante en su artículo “La maladaptación en los sistemas sociales”. Los Tsembaga Maring, una tribu de Nueva Guinea cuya única fuente de energía es su propio trabajo, producen entre 10 y 20 unidades de energía por cada unidad de energía invertida, mientras que en la agricultura moderna se emplean al rededor de 45 unidades de combustible fósil para obtener 10 unidades de energía a disposición de los consumidores en el supermercado. Los Tsembaga Maring y otras culturas con un uso de la energía mucho menos intensivo son capaces de utilizar la energía de forma mucho más eficiente que nosotros.

Hay otros ejemplos. M. Harris en “Vacas, cerdos, guerras y brujas” dedica un capitulo al estudio de las creencias hindúes a cerca de la sacralidad de las vacas. Economistas occidentales han intentado innumerables veces (y con tanto empeño que algún día lo conseguirán) que los hindúes dejen de considerar a estos animales sagrados y se los empiecen a comer creando una industria cárnica similar a la de los países occidentales siempre en función de una supuesta ineficiencia de sus costumbres. Una de las conclusiones de Harris es que los hindúes utilizan a las vacas de forma mucho más eficiente que nosotros: de ellas extraen, entre otras cosas, grandes cantidades de combustible que utilizan, por ejemplo para cocinar. Si tuvieran que obtener esa energía de la combustión del petróleo o del carbón simplemente se morirían de hambre por que no tienen el dinero suficiente para comprarlo, ni la estructura para producirlo. En España, por ejemplo, de las vacas se extrae leche, carne y cuero en pequeñas proporciones, sin embargo las vacas Españolas compiten con los seres humanos (especialmente con los mas pobres) por el alimento, pues gran parte de lo que comen es también comida para los hombres. En la India las vacas se alimentan principalmente de lo que no es comestible para las personas y cuando dejan de ser “útiles” se convierten precisamente en el alimento de los más pobres, los únicos autorizados para consumirlas.

Más ejemplos… ahora en el transporte, concretamente en la bicicleta. Iván Illich dice que “para que 40.000 personas puedan cruzar un puente en una hora moviéndose a 25 kilómetros por hora, se necesita que éste tenga 138 metros de anchura si viajan en coche, 38 metros si viajan en autobús y 20 metros si van a pie; en cambio si van en bicicleta, el puente no necesita más de 10 metros de anchura. Únicamente un sistema hiper moderno de trenes rápidos, a 100 kilómetros por hora y sucediéndose a intervalos de 30 segundos podría pasar esta cantidad de gente por un puente semejante en el mismo tiempo”, sin embargo la comparación en el coste energético es simplemente ridícula.

Y a mí se me ocurrió hace poco otro ejemplo: he estado estudiando inglés durante los últimos 20 años aproximadamente, si consideramos lo que cuesta un profesor para entre 2 y 4 horas semanales durante 9 meses al año y durante unos 20 años, más los materiales utilizados, la parte proporcional del mantenimiento de los centros en los que he estudiado, más los cursos que he hecho al margen del sistema educativo normal, el tiempo que han invertido mis padres y que podrían haber invertido en otra cosa… el tiempo que he perdido yo, y todos los costes asociados al sistema educativo que corresponden a la clase de ingles… nos daríamos cuenta de que el resultado son unos cuantos miles de euros por alumno. Bien… si esto no parece demasiado considérese además que todavía no se inglés (!)… si con ese dinero hubiera ido con 16 años a Inglaterra a pasar un año allí, habría vuelto siendo prácticamente bilingüe a mitad de precio, y seguro que habría aprendido algo más que inglés…

En fin… Harris termina el capitulo de la vaca sagrada con una afirmación tajante: “El nivel de vida superior que poseen las naciones industrializadas no es consecuencia de una mayor eficiencia productiva, sino de un aumento muy fuerte en la cantidad de energía disponible por persona”.

¿Porque fabricamos así nuestros alimentos?, ¿porque desperdiciamos la energía que hay en el ambiente y no la aprovechamos como los hindúes?, ¿porque seguimos construyendo ciudades para automóviles y otros vehículos de combustión?, ¿porque construimos así nuestras casas? La explicación del porque de todos estos comportamientos no es pues la eficiencia, tendremos que averiguar que es.


* Escrito por Anníbal Hernández para Ecosistema Urbano en el blog de La Ciudad Viva.

Anníbal Hernández es Diplomado en Gestión y Administración Pública en la Universidad Carlos III de Madrid y Licenciado en Antropología Social y Cultural en la Universidad Autónoma de Madrid, interesado especialmente en temas de desarrollo, decrecimiento, urbanismo, participación y transformación social.



* Blog Ecosistema Urbano - 14.12.10

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España lidera el desplome de la construcción en la Eurozona

ELMUNDO* : La actividad se hunde un 34,1%, el doble que Eslovenia, segundo damnificado. La actividad del 'ladrillo' español continúa preocupantemente a la baja. Mientras la producción del sector de la construcción en la zona euro se mantuvo estable en octubre en tasa intermensual y cayó un 6,8% interanual, en España el desplome interanual superó el 34% -vuelve a ser por enésima vez el 'líder negativo'-, según datos de Eurostat, la oficina de estadística comunitaria. En el conjunto de la UE, la producción de la construcción en octubre ha crecido medio punto respecto a septiembre, cuando cayó un 1,2%, mientras que ha retrocedido un 1,9% interanual.

Mayores subidas en Suecia, Polonia y Reino Unido

En términos interanuales, los mayores descensos de la actividad en el sector de la construcción se observaron en España (-34,1%), Eslovenia (-17,6%) y Bulgaria (-10,7%), mientras las mayores subidas se registraron en Suecia (+18,5%), Polonia (+10,4%) y Reino Unido (+9,5%).

La construcción de edificios ha disminuido un 6,6% en la zona euro y un 1,3% en la Unión, tras las caídas del 7,1% y del 2,7%, respectivamente, en el mes de septiembre.

La ingeniería civil se redujo un 8,7% en la zona euro y un 4,9% en la UE-27, mientras que en el mes anterior se produjo una bajada del 10,2% en los veintisiete y un 6% en la UE

Respecto al mes anterior, los mayores incrementos de la producción se registraron en Eslovaquia y Suecia (ambos +2%) y República Checa y Alemania (ambos +1,3%), mientras que los mayores descensos se observaron en Portugal (-6,6%), Rumanía y Eslovenia (ambos -1,3%).

La construcción de edificios se mantuvo estable en el pasado mes de octubre en la zona euro y aumentó un 0,5% en los veintisiete, frente a los datos recogidos en septiembre (subida del 0,5% y bajada de 1,8% respectivamente).

Por otra parte, la construcción en el ámbito de la ingeniería civil ha aumentado un 0,4% en la zona euro y un 0,5 en la UE, tras los descensos sucedidos en el mes anterior (1,1% y 0,7% respectivamente).




* El Mundo - 17.12.10
Foto: Viviendas de nueva construcción en Vallecas 2010 - elmundo

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Cancún.- El Protocolo de Kyoto ha muerto

ALEJANDRO NADAL/ México* : Muy malas noticias salieron de la reunión de Cancún. Pero en su desesperación por mostrar buenos resultados, las delegaciones diplomáticas y el país anfitrión han buscado por todos los medios poner cara alegre. Lo único que lograron fue un despliegue monumental de hipocresía. Una duplicidad que se parece demasiado a las negociaciones en la historia de los armamentos nucleares. En lo más álgido de la guerra fría, las dos superpotencias administraron la carrera armamentista y la evolución de sus arsenales nucleares de la misma manera que hoy se llevan las negociaciones sobre cambio climático. Cada vez que Washington y Moscú se enfrentaban a una nueva tecnología o un novedoso tipo de armamentos cuya evolución era incierta, ambas superpotencias dudaban sobre la conveniencia de prohibirlos. La realidad es que nunca estuvieron dispuestos a renunciar a lo que percibían como posibles ventajas estratégicas. Pero, por otro lado, se preocupaban por dar la apariencia de que estaban concernidos por los posibles efectos desestabilizadores de un nuevo tipo de armamento y los diplomáticos se reunían para proseguir con una nueva ronda de negociaciones sobre control de armamentos.

Como en el fondo nadie quería un acuerdo para limitar el acceso al nuevo tipo de armamentos, procedían de la siguiente manera. Primero declaraban su más profunda preocupación por el nuevo tipo de armamentos. Acto seguido prometían seguir trabajando sobre esta parte del problema, declarando que estaban concientes de la necesidad de reducir los peligros que rodeaban los nuevos armamentos. Por lo demás, se firmaba un acuerdo sobre los componentes menos peligrosos de los arsenales nucleares y se sacaba una fotografía con los delegados estrechándose las manos y desplegando una gran sonrisa. Los inquilinos de la Casa Blanca y del Kremlin firmaban solemnemente el acuerdo, sus departamentos de relaciones públicas difundían la foto de los ministros sonrientes y el mundo proseguía como si nada. Mientras tanto, los arsenales nucleares se iban poniendo cada día más gordos, con el aumento en número de misiles y de cargas nucleares. Sobre todo, se iban haciendo cada vez más peligrosos, con la intensificación de la precisión y letalidad de misiles y cabezas nucleares.

La conferencia de las partes de la Convención marco de Naciones Unidas sobre cambio climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés) de Cancún ha seguido el mismo patrón, dentro de lo que nos permite la comparación. Realmente, en el fondo, la COP16 en Cancún ha terminado con cero resultados importantes. Hay una media docena de acuerdos secundarios, pero eso es todo. No hay nada más. Pero eso no impidió a los negociadores en Cancún correr a las cámaras para anunciar que el balance de la reunión es un rotundo triunfo. Y lo primero que exhiben es una declaración sobre la necesidad de lograr mayores reducciones de GEI en el futuro inmediato. Realmente eso de "mayores" reducciones no es muy impresionante porque las emisiones no han estado reduciéndose en los últimos años, al contrario. Por otro lado, no hay ninguna referencia a metas cuantitativas. Tampoco a los instrumentos para lograr resultados.

En cuanto al fondo especial de financiamiento, realmente la cifra de 100 mil millones de dólares, prometida para 2020 no es impresionante. Ese monto podría incluir fondos privados e inversión extranjera directa. El fondo es una bolsa de aire.

¿Qué significa esto para el Protocolo de Kyoto? Esto significa que al expirar la vigencia de este instrumento legal en 2012, nada lo reemplazará. Es la muerte del Protocolo de Kyoto. Es decir, cualquier reducción de emisiones de GEI de los principales países emisores será voluntaria. Eso es algo muy distinto a un acuerdo con compromisos y metas firmes, legalmente obligatorios.

Sin la potestad de la ley internacional, las promesas son palabras al viento. El Protocolo de Kyoto tenía muchos defectos. Entre otros, sus engañosos mecanismos de desarrollo limpio y la consagración del mercado de bonos de carbono, pero tenía un principio fundamental: los compromisos para reducir emisiones eran obligaciones legales sometidas al poder vinculatorio de la ley. Esto es lo que había que haber rescatado y desarrollado. Y, por supuesto, este acuerdo tendría que haber conservado también el principio básico de la responsabilidad diferenciada entre países según su grado de desarrollo y su contribución a la acumulación de GEI.

Hace 20 años Anil Agarwal, un científico en Nueva Delhi, señaló que las emisiones de metano de un búfalo perteneciente a un campesino pobre en Bangladesh no podían compararse con las emisiones de un auto de lujo perteneciente a un magnate en Park Avenue. Unas son emisiones de supervivencia, las otras son de lujo. Sin un reconocimiento de este ingrediente central, un acuerdo será siempre imposible. La historia recordará este gran fracaso de los principales países emisores. El clima regresará a recordarnos.


*Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2010/12/15/index.php?section=opinion&article=028a1eco




* Rebelión - La Jornada - Opinión - 16.12.10

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