El principio del fin de la Ley de Costas

ELPAÍS* : La Ley de Costas está tocada, quizá herida de muerte. Puede que caiga este año o el que viene. Puede que la legislatura se agote antes de que cuajen los cambios legales en marcha que pretenden minarla. Pero eso no es lo más relevante. La ola contra la ley, aprobada en julio de 1988, la presión para mantener la ocupación del litoral es tan grande y procede de tantos frentes, que caerá más temprano que tarde. Esa es al menos la impresión de ecologistas, perjudicados por la ley y la mayoría de partidos políticos. La recopilación de leyes en marcha para reformar la Ley de Costas es amplia. Algunas iniciativas no tienen demasiado calado, otras son puntuales, pero juntas revelan las presiones a las que está sometida la norma. En diciembre de 2008, el Ministerio de Medio Ambiente utilizó la Ley de Navegación Marítima para intentar que las casas construidas sobre la playa legalmente antes de la norma se pudieran comprar y vender. La reforma sigue encallada. El Defensor del Pueblo criticó la opacidad del trámite, pero la técnica se repitió.

En agosto llegó la Ley de Puertos, de Fomento, que suavizó las condiciones para convertir los faros en hoteles y restaurantes. Hay más: el PSOE ha utilizado la Ley de Costas como moneda de cambio con el PNV y en la Ley de Economía Sostenible apoyó una enmienda para reformar la Ley de Hidrocarburos y alargar la concesión a una refinería en dominio público. El objetivo es que la instalación de Petronor en las marismas de Muskiz (Vizcaya), cuya concesión caduca en 2012, siga en pie después de esa fecha. El presidente de Petronor, el exlíder del PNV Josu Jon Imaz, llevaba meses buscando fórmulas para eludir la Ley de Costas.

En los grupos de trabajo para elaborar la Ley de Sostenibilidad de las Ciudades, de la secretaría de Estado de Vivienda, se llegó a barajar la posibilidad de suavizar la ley con el objetivo de hacer más atractivo el stock de viviendas en la costa a compradores extranjeros, según fuentes próximas a la negociación. La ley no incluirá ninguna medida en este sentido, según una portavoz de Vivienda.

El director general de Costas, del Ministerio de Medio Ambiente, Pedro Antonio Ríos, no parece cómodo justificando estos cambios: "Modificar la Ley de Costas mediante la Ley de Economía Sostenible no me parece riguroso, creo que sería mejor decir qué quieres hacer con la ley". Ríos, con amplia experiencia parlamentaria, pide que se distinga entre su labor y las reformas que acepta el PSOE: "Costas no ha hecho ninguna enmienda, la habrá hecho el grupo parlamentario dentro de los equilibrios parlamentarios. Si es para sacar el presupuesto me parece bien".

Ríos sostiene que no hay que exagerar la polémica: "El 94% de la aplicación de la Ley de Costas ya ha sido eficaz y ahora hay que resolver el 6% restante que lo hacemos desde la concertación. No amañamos la ley a esas situaciones, sino que gestionamos en función del territorio".

Los ecologistas critican que "quienes defienden la Ley de Costas impulsan modificaciones para indultar fábricas por la puerta trasera", como resume Pilar Marcos, responsable de Costas de Greenpeace.

La oposición va más allá. PP y CiU ya hablan abiertamente de cambiar la norma -en los ocho años de Gobierno del PP se aplicó la ley sin reformas-. Ambos partidos presentaron proposiciones de ley en el Congreso en otoño y las perdieron por un voto en la Comisión de Medio Ambiente. Entre carreras, el PSOE consiguió los diputados suficientes para tumbarlas.

Pero el empeño no acabó. El pasado 9 de febrero, el Senado aprobó la toma en consideración de dos proposiciones de ley para reformar el texto. CiU propuso excluir de la norma algo que definió como "ciudades navegables", en alusión a la Marina de Empuriabrava, una urbanización con puntos de amarre junto a los chalés en la costa de Girona, y mantener algunas zonas urbanas fuera de la aplicación de la ley.

El PP logró aprobar otra proposición para indemnizar a los dueños de fábricas construidas en dominio público antes de 1988. El PP, que durante años criticó la aplicación de la norma, ha pasado a cargar contra la ley en sí. Según el portavoz de Medio Ambiente, Carlos Floriano, su propuesta "permite abrir vías claras para resolver un problema que afecta a muchos ciudadanos españoles y superar así la situación de inseguridad jurídica". Las dos proposiciones pasan al Congreso, donde se deberán debatir y donde CiU y PP tiene más difícil conseguir una mayoría como la del Senado. Y puede que la legislatura se agote sin que prosperen.

La portavoz popular en el Senado, Leticia Díaz, declaró en la tribuna: "La redacción de esta ley permite su aplicación arbitraria, porque está plagada de conceptos jurídicos indeterminados". La norma no fija una distancia para definir el dominio público, sino que utiliza conceptos geográficos como las playas, "el límite hasta donde alcanzan las olas en los mayores temporales conocidos", "las marismas, marjales y esteros".

Las casas construidas legalmente en esa zona antes de 1988 recibieron una concesión de 30 años, ampliables a 60, en una singular expropiación que el Tribunal Constitucional avaló en 1991. El plazo, que se veía como inalcanzable, comenzará a vencer en 2018. Los dueños ya ven próximo el riesgo de que sus propiedades pasen a propiedad estatal y, previsiblemente, sean derribadas.

José Ortega, abogado y portavoz de la Plataforma Nacional de Afectados por la Ley de Costas, habla convencido de que no hay marcha atrás: "Cuando empezamos, en 2007, parecía que esto era una batalla de señoritos, pero hemos demostrado que no es así. Ahora habrá que ver cómo se reforma la ley, pero ya es cuestión de tiempo. No queremos el litoral construido, pero sí que se respete el derecho de los ciudadanos".

Algunos Parlamentos autonómicos libran su propia guerra. Canarias y Galicia aprobaron sus leyes contra la norma estatal. El ministerio recurrió al Constitucional ambas normas. Lo mismo anunció con otra ley gallega pero finalmente lo desestimó al pactar con la Xunta la interpretación.

¿Por qué ahora? ¿Por qué una ley vigente durante más de 20 años recibe de repente un ataque tan directo? Ortega defiende que hasta 2004 la ley se aplicó con lo que él define como sentido común. Afirma que fue la llegada del PSOE al Gobierno, y de Cristina Narbona al Ministerio de Medio Ambiente, lo que cambió todo al aplicar la ley con firmeza.

Los números muestran un avance. Entre 1988 y 2003 se deslindaron -el trámite que delimita la zona pública y privada de costa- 4.659 kilómetros de litoral. Entre 2004 y 2010, 3.880 kilómetros, según las cifras del PSOE. Ya está deslindado un 95% de la costa y la previsión del Ministerio de Medio Ambiente es rondar el 100% al terminar la legislatura.

Ríos critica que PP y CiU "intentan amañar la ley". "Quieren crear una cosa muy graciosa, ciudades navegables, para quedar bien en Empuriabrava. Y el PP quiere mantener el uso privado en el dominio público, un concepto prohibido en la Constitución".

La ley es, sin duda, polémica. Es difícil no simpatizar con quien ha comprado una casa en la playa sin que el notario ni el banco ni nadie le advirtiera de que podía estar en dominio público. Cuando después ha llegado Costas han descubierto que no pueden vender la propiedad. Muchos de los afectados son extranjeros -británicos y alemanes, principalmente- y con sus quejas han hecho que el Parlamento Europeo, Reino Unido y Alemania critiquen la norma. Los afectados aducen que las playas españolas están jalonadas de hoteles -el Algarrobico cumple cinco años parado por un recurso de los ecologistas- mientras sus chalés son expropiados.

Ríos admite que ha habido problemas de inscripción de viviendas en la playa que nunca debieron recibir los papeles: "Ha habido registro de propiedades en la costa, sí. Pero no solo en la costa, también en los ríos. Es verdad que no hemos tenido instrumentos que deberíamos haber tenido". El Gobierno intenta ahora que el catastro incluya los datos de Costas -solo cuatro provincias lo tienen-, algo que un europeo no puede comprender.

Pilar Marcos, de Greenpeace, resta importancia a la polémica: "Hay mucho ruido. Dicen que hay 1.500 o 2.000 afectados en toda España. Suponiendo que sea así, es muy poca gente frente a la mayoría del país. Algo que no justifica recortar la norma".

Rita Rodríguez, abogada de la ONG WWF, que le ha ganado a Costas relevantes pleitos, tiene un planteamiento similar: "La ley trata de prevenir los atentados de privatización del litoral para que las ocupaciones fuesen transitorias. Un terreno libre y gratuito es muy codiciado, pero eso no implica que debamos ceder a las presiones. La gente se manifiesta por lo suyo, pero la inmensa mayoría no sale a defender lo público". WWF ganó en el Supremo el pleito contra los vertidos de Fertiberia (Huelva) y en 2007 el mismo tribunal le dio la razón y anuló la decisión del Gobierno de construir un macropolígono industrial en dominio público en Las Aletas (Puerto Real, Cádiz). La sentencia no ha desanimado al Ejecutivo socialista, que prepara un nuevo informe para retomar la obra.

Los defensores de la ley ven otra nube: la cesión de competencias a las autonomías. Cataluña recibió competencias en su Estatuto y lo mismo hizo Andalucía. El anuncio del traspaso de competencias a la Junta andaluza enterró de inmediato el conflicto sobre el deslinde del Parque Nacional de Doñana, que Costas ejecutó bajo el mandato de Elena Espinosa de la forma más proteccionista posible.

Ríos defiende los traspasos: "Lo razonable es que la codecisión funcione de distinta manera pero en todas las comunidades". El director general defiende la gestión a base de pactos con alcaldes y consejeros ("no vale un concepto policial de la acción, en el que se aplica a rajatabla una política") y, aunque es contrario a una reforma legal en este momento apunta: "La ley no está agotada pero ha cumplido una etapa".

El catedrático de Costas de Granada Miguel Ángel Losada discrepa: "No quieren afrontar el problema, prefieren diluirlo cediendo competencias. Localmente siempre es más difícil poner orden en la costa. Esta es una ley que conviene gestionar desde lejos. Vamos a perder todos los españoles por no hacer frente a una situación compleja".
Frentes del litoral

- Galicia. La Xunta de Galicia y el Ministerio de Medio Ambiente buscan legalizar los núcleos costeros de Marín (Pontevedra). El bipartito (PSOE-BNG) llegó a aprobar una ley contra Costas que está recurrida.

- Cataluña. CiU intenta evitar que la ley se aplique a las "ciudades navegables", como la Marina de Empuriabrava, en Girona.

- Comunidad Valenciana. La comunidad reclama competencias sobre los chiringuitos, cuya concesión se ha renovado. Una comisión mixta con el Gobierno estudiará los casos.

- Canarias. La comunidad aprobó una ley para evitar derribos como el de Cho Vito por su valor etnográfico. La ley está recurrida. Costas creará con ellos una comisión paritaria para estudiar caso a caso y dice que antes de marzo habrá traslados en Cho Vito.

- País Vasco. La Ley de Economía Sostenible permite mantener la refinería de Petronor en la marisma de Muskiz.

- Andalucía. La situación de los chiringuitos y el deslinde de Doñana enfrentaron a la Junta andaluza (PSOE) con el ministerio. El pacto de las transferencias ha acabado con la polémica.

- Cantabria. Hay 78 empresas en dominio público que han conseguido el apoyo del PP para intentar cambiar la ley. Costas busca soluciones sin cambiar la norma.



* El País - 22.02.11
Foto: La Pobla de Farnals, en el litoral de la Comunidad Valenciana.- elpais

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La juez imputa al gerente de Urbanismo por la licencia concedida en Mercasevilla

DIARIODESEVILLA* : La titular del juzgado de Instrucción nº6 de Sevilla, Mercedes Alaya, que investiga las presuntas irregularidades en Mercasevilla, ha imputado al gerente de Urbanismo, Miguel Ángel Millán, por la concesión de la licencia de primera ocupación a la empresa Sanma, filial de la constructora malagueña Sando. La magistrada ha dictado un auto en el que señala que la imputación de Miguel Ángel Millán y del funcionario de Urbanismo José Manuel Ferrera -aparejador adjunto al jefe de Sección del servicio de Licencias de Primera Ocupación- es procedente una vez analizados los "expedientes de licencia de edificación, de licencia de primera ocupación, la documental remitida por Sevillana-Endesa", y las declaraciones de la funcionaria de Urbanismo Emilia Barrial, que también está imputada, y del técnico Luis Gómez. Miguel Ángel Millán y José Manuel Ferrera comparecerán ante la juez el próximo 2 de marzo.

La última declaración en esta causa fue precisamente la de la subjefa del Servicio de Licencias Urbanísticas, Emilia Barrial, quien aseguró a la juez que no recibió ninguna orden del entonces gerente Manuel Marchena para que paralizase la licencia que había solicitado la inmobiliaria Larena 98, que tenía un derecho de superficie para construir unas naves y oficinas en los suelos del Mercado Central de Abastos.

La juez entiende que hubo un tratamiento distinto para la solicitud de licencias realizadas por Larena 98 y Sanma. En cuanto a esta última empresa, la instructora considera su solicitud de edificación, a pesar de que subsistían los mismos problemas por la ausencia de infraestructura eléctrica, "corrió distinta suerte que la de Larena, pues existía indiciariamente interés por parte del Ayuntamiento y por ende del gerente de Urbanismo Manuel Marchena de que dicha licencia se otorgara", según recogió entre los hechos que imputó en su día a la funcionaria Emilia Barrial.

En esta ramificación del caso Mercasevilla están imputados también el ex gerente de Urbanismo Manuel Marchena, que aún no ha sido citado a declarar, dos funcionarias de Urbanismo, María Victoria Bustamante y Emilia Barrial, y el ex asesor jurídico del Mercado central, el abogado Jorge Piñero. En esta causa, la más voluminosa, la juez mantiene imputadas a 15 personas, entre ellas el ex edil del PSOE y ex presidente de Mercasevilla Gonzalo Crespo, y el ex asesor del alcalde y del grupo socialista y ex director del área de Vía Pública Domingo Enrique Castaño.

La juez investiga en esta variante del caso la presunta autoría de delitos de prevaricación, maquinación para alterar el precio de las cosas y fraude y exacciones ilegales de funcionarios públicos, entre otros.



* Diario de Sevilla - 22.02.11
Foto: Sevilla, Mercasevilla - diariodesevilla.es

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El Consell se queda sin fondos para pagar la ayuda a la vivienda a 800 valencianos

LEVANTE* : La conselleria concedió el año pasado más subsidios de los previstos por el Gobierno central porque pensaba cubrir el desfase con el cupo de 2011. Tienen las ayudas concedidas pero ya no queda dinero. El Ministerio de la Vivienda ha suprimido la ayuda directa a la compra de vivienda de segunda mano para 2011 y 2012 a cambio de hacer más flexibles las condiciones para que los jóvenes accedan a una hipoteca. Sin embargo, esta medida ha supuesto que 800 valencianos se queden sin cobrar una subvención que oscila entre 5.000 y 12.000 euros, según fuentes del ministerio. El Estado ha cerrado el grifo y la Conselleria de la Vivienda no recibirá la cuantía necesaria para cubrir el desfase que se ha producido al conceder más subvenciones de las contempladas en el plan Estatal. El Gobierno central realizó un plan de vivienda y rehabilitación que reflejaba el cobro de una ayuda directa a la entrada (AEDE) para quien comprara una vivienda usada y cumpliera los requisitos. Por regla general, la concesión era de 8.000 euros para aquellos compradores con ingresos anuales inferiores a 15.975 euros. Ahora bien, si los compradores eran jóvenes, la subvención podía superar los 11.000 euros por vivienda.

La previsión era que el plan estatal fuera efectivo hasta 2012. El ministerio pagaba y las comunidades autónomas tramitaban y gestionaban las ayudas.
Sin embargo, en la Comunitat Valenciana el plan estatal de la vivienda se ha desmadrado ya que, para 2010, el ministerio de la Vivienda había pactado la financiación de 650 objetivos en materia de vivienda usada, pero en el mes de abril la Generalitat Valenciana ya había sobrepasado el cupo previsto al autorizar las ayudas a 1.260 familias. En cuatro meses, la conselleria concedió casi la misma cuantía de subvenciones que durante todo 2009 (se subvencionaron 1.320 objetivos) con la intención de drenar el excedente de vivienda usada y revitalizar el mercado.
El número de ayudas se disparó y la Generalitat solicitó al ministerio aumentar el cupo otorgado. El Gobierno cedió y las subvenciones se triplicaron hasta alcanzar las financiación para 1.850 valencianos.
Sin embargo, la Comunitat Valenciana siguió reconociendo ayudas hasta agosto confiando en poder pagar con la partida económica que el Gobierno destinase para 2011.
Según el ministerio de la Vivienda son 800 los valencianos que tienen un documento de la Generalitat Valenciana donde se les reconoce una ayuda que no podrán cobrar porque no hay dinero para ello.

Tres meses para presentar otra solicitud
El 14 de febrero la Conselleria de Vivienda publicó una orden en la que reconoce que no todo el mundo que tiene concedidas las ayudas las va a cobrar. El texto informa sobre las medidas que la Generalitat va a adoptar tras la modificación del plan estatal de la vivienda y abre un nuevo plazo para que quien esté en esta situación presente otra solicitud para acceder al préstamo convenido. Esta medida implica, sin embargo, anular el derecho a cobrar las ayudas directas a la entrada (AEDE) que ya tiene aprobada. Ahora bien, los afectados tienen tres meses de plazo para hacer el cambio ya que "si no se cumplimenta dicho trámite se producirá el archivo del expediente". La conselleria explica que debe modificar la concesión de ayudas porque el Estado no destina este año presupuesto alguno para ayudas directas a la entrada de la compra de una vivienda y acusa al ministerio de modificar un plan que fijaba los objetivos para cuatro años.


* Levante - 21.02.11
Foto: Un grupo de personas frente al edificio del PROP donde se gestionan las ayudas.- levante

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Calonge paga sus desmanes urbanísticos

ELPAÍS/Girona* : Desde su balcón, Florence Avedissian, de 40 años, ve el mar. Si baja a la calle, está en la playa. La mujer vive con sus dos hijos en Calonge (Baix Empordà), en la zona de Sant Antoni. Compró en 1999 sobre planos los dos bajos del bloque de pisos Josep i Bonaventura, en el paseo marítimo, popularmente conocido como El Queixal. Ella vive tranquila, a pesar de que el Tribunal Supremo ha ordenado derribar las cuatro últimas plantas de las ocho que tiene el edificio. Calonge, una localidad de la Costa Brava con poco más de 10.000 habitantes, acumula cuatro sentencias de demolición por infracciones urbanísticas que afectan a 60 viviendas. Además, el verano del año pasado, el Ayuntamiento ya echó abajo un complejo de 43 apartamentos, el Armona Resort, porque no cumplía con lo que dice la ley. El último revés judicial va contra El Queixal. El Supremo ratifica una decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que dice que el edificio tiene cuatro plantas más de las permitidas.

A simple vista, no es una construcción más escandalosa que el resto. En el paseo marítimo, el hormigón abunda. Gigantes de ocho o nueve plantas se levantan frente a la costa para servir, casi siempre, de segunda residencia. Es el urbanismo salvaje que ha deteriorado buena parte de la Costa Brava.Florence asegura que no tiene noticias del Ayuntamiento sobre el problema que amenaza su casa. "Pero les afecta a los de arriba, ¿no?", se pregunta. Ciertamente, la sentencia no pide que se derribe todo el bloque. Otra cosa es que sea posible echar abajo cuatro plantas y mantener el resto.

El concejal de Urbanismo de la localidad, Martí Fonalleras (ERC), niega la responsabilidad de su gobierno. Todos los edificios afectados se hicieron durante la alcaldía de Josep Roselló Pijoan, explica. Roselló, que fue alcalde más de 20 años (por CiU hasta 2003, independiente desde entonces), defiende que no dio un solo permiso que tuviese un informe en contra.

La batalla entre los polticos en Calonge es encarnizada. La corporación municipal, capitaneado por Jordi Soler (CiU), llegó al poder después de una moción de censura, que acabó en una declaración de transfuguismo para todo el equipo de gobierno. Por el camino ha habido querellas y una investigacin de la fiscalía.

Mientras, los propietarios ven como las casas que compraron ahora amenazan ruina. No porque estén viejas, si no porque las cosas no se hicieron como es debido. Los dos bloques del edificio bautizado como Llevant de Mar, en la avenida de Pau Casals, están pendientes de los últimos recursos que ha puesto el Consistorio. Incluso ya existe un presupuesto de derribo de 230.000 euros para los 28 apartamentos. Las persianas están bajadas, los buzones prácticamente vacíos y cubiertos de polvo. Solo en uno de los apartamentos hay signos de vida, pero nadie responde al interfono.

Lo mismo ocurre con el bloque de edificios y locales comerciales Anna I, en la avenida de la Unin, junto al mar. En este caso son 16 apartamentos, la mayoría segundas residencias, y bares. A este caso se suman las ocho viviendas en Treumal de Dalt, que no llegaron ni a venderse.

Las infracciones suelen ser en muchos casos por defectos de forma. En el Anna I se hicieron unos cambios puntuales en los terrenos a través de un mecanismo que no era el adecuado. Para levantar el Llevant se acumuló la edificabilidad de dos parcelas en una. Las casas de la zona de Treumal de Dalt superan el techo máximo de metros construidos.

El objetivo del consistorio es evitar los derribos, explica Fonalleras. Están agotando la vía judicial para intentar retardar todo lo posible el proceso y legalizar las edificaciones a posteriori en el Plan General de Ordenación Urbana. Aunque el temor de verdad es afrontar las indemnizaciones que pueden acarrear las demoliciones. El Armona Resort, en la zona del Collet, fue al suelo en 2010 y costó 134.000 euros derribarlo. Ahora los dueños piden 9,8 millones al Ayuntamiento, que tiene un presupuesto de unos 15.

"Si nos lo echasen abajo, nos pagaran, ¿no?", se pregunta Florence, desde el balcón donde da el sol. "Aunque nos darán menos de lo que nos costó...", se responde ella misma. Sus hijos la interrumpen. Alguien llama a la puerta y es la hora de comer. Se excusa y se va hacia el interior del piso con la cabeza gacha. A lo lejos, se diría que parece preocupada.



* El País - 21.02.11
Foto: Calonge (Girona), vista - masnou465

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Valencia.- Dos años con la obra parada

LEVANTE* : Las obras del nuevo estadio de Mestalla cumplen esta semana dos años de inactividad y sólo se reanudarán cuando haya recursos económicos para afrontarlas, tal y como ha reiterado el presidente del Valencia CF, Manuel Llorente. El presidente del club valenciano ha indicado que el club trabaja en la búsqueda de recursos propios para retomar las obras del estadio y ante la junta de accionistas del pasado mes de noviembre ya dijo que había sido un error iniciarlas sin un plan de financiación para afrontarlas. Cuando Llorente accedió a la presidencia del club, en junio de 2009, las obras ya llevaban cuatro meses paradas y, aunque inicialmente admitió alguna posibilidad de que éstas se reanudaran en breve, ya en la última junta de accionistas afirmó que lo harán cuando se puedan financiar. También explicó que, cuando se retomen, podrán estar concluidas en aproximadamente un año y medio.

El 25 de febrero de 2009, con Vicente Soriano como presidente del Valencia, el club admitió que las obras, en las que apenas había actividad en las semanas inmediatas, estaban paralizadas y lo iban a estar hasta que existiera liquidez para afrontar una nueva fase de su construcción.

"Esta determinación no supone un parón definitivo, sino que se trata de una decisión temporal condicionada por el elevado coste de la adquisición de determinados materiales", se informó desde el club en aquel momento, aunque las obras ya no volvieron a tener actividad.

El Valencia había iniciado los trabajos de su nuevo estadio en agosto de 2007, por lo que en estos momentos, el periodo de inactividad ya es más largo que el del año y medio en el que se trabajó en su construcción.

Originariamente, el club aspiraba a que los partidos de la Liga actual, la 2010-2011, ya se disputarán en el nuevo campo, tal y como se apuntó en el acto de presentación del nuevo estadio, celebrado en 2006 con Juan Soler como presidente del club de Mestalla.

El proyecto del actual campo de Mestalla se dio a conocer el 10 de noviembre de 2006. Soler fue el principal valedor de esta iniciativa, en la que cifró su mayor reto presidencial, y que contó con respaldos institucionales, políticos y de diferentes instancias del fútbol español.

El nuevo campo está ubicado en un solar de 90.000 metros cuadrados junto a la Avenida de las Cortes Valencianas, en la salida noroeste de la ciudad, al que el club accedió tras un acuerdo con las autoridades valencianas para una permuta de terrenos que el ayuntamiento de la ciudad aprobó a finales de 2005.

La aprobación de estas permutas provocó controversias y acciones legales por parte de la oposición municipal, cuyo recurso fue desestimado por los tribunales.

El proyecto inicial del nuevo campo preveía un aforo de 75.000 localidades, 25.000 más de los que tiene el actual campo de Mestalla. El objetivo inicial era que el nuevo campo fuera uno de los recintos de referencia a nivel mundial con calificación de estadio "cinco estrellas".

El Valencia ya ha gastado 150 millones de euros en el nuevo campo, cuyo precio inicial estaba fijado en torno a los 350, por lo que, aunque este presupuesto se va a reducir, al club le restan por invertir en la obra al menos otros 150 millones de euros.

Llorente también ha afirmado que los presupuestos de los nuevos campos del Atlético de Madrid y el Athletic de Bilbao rondan los doscientos millones de euros, cifras a las que considera se podía haber acercado inicialmente el Valencia a la hora de construir un campo "necesario", pero también "austero y realista".

El Valencia CF ha tenido dos campos a lo largo de sus más de noventa años de existencia, el primero el de Algirós, que el club utilizó desde 1919 hasta 1923, y el segundo el de Mestalla que se estrenó en 1923.

Este campo, tras varias remodelaciones, ha sido escenario hasta hoy de los encuentros del club, así como de partidos importantes de la selección, finales de Copa, la Copa del Mundo de 1982 y el torneo olímpico de 1992. El próximo 20 de abril acogerá la final de la Copa del Rey, la novena de este torneo que se disputa en Mestalla.



* Levante - 21.02.11
Foto: Valencia, nuevo Mestalla parado - levante

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Córdoba.- Expertos se debaten entre derribar o regularizar las casas anegadas

ABC* : Tirar o regularizar las casas anegadas. He ahí el dilema. Arquitectos y abogados especializados en urbanismo consultados por ABC no contemplan más alternativas que ésas para dar una solución definitiva a la marea de edificaciones asentadas junto al río cuando se cumple un año de la riada que asoló casi medio millar de viviendas, la mayoría ilegales. Las administraciones son conscientes de que ambas salidas acarrean un elevado coste desde el punto de vista social, económico y hasta político. De ahí que los responsables municipales y autonómicos, que se reparten las competencias legislativas y de control, opten, en general, por esperar a que escampe para pasar de puntillas por un asunto tan complejo como impopular, pese al riesgo que ello acarrea. Si ha habido dos inundaciones en apenas diez meses, nada evitará que el río vuelva a sacar sus escrituras otra vez con consecuencias aún más trágicas que hasta ahora.

Con los instrumentos que hay, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA), poco (o mucho) se puede hacer, según se mire.

De esta opinión es el abogado Cecilio Valverde, quien señala que «con la normativa actual, no veo solución». En todo caso cabría modificarla para buscar un encaje para que algunas viviendas, tras realizar unas medidas preventivas y un estudio de impacto ambiental, pudieran obtener salvoconducto legal. En todo caso, Valverde sostiene que se trata de una cuestión de carácter técnico más que jurídico. Esto es, para regularizarlas habría que cambiar las normas.

El PGOU de 2001 reconoce la existencia de núcleos como La Altea, Guadalvalle o Pilar de la Vega, por citar tres parcelaciones que de modo sistemático sufren el azote del agua, pero las deja en una especie de limbo legal que les permite seguir en pie salvo que el riesgo sea extremo y adquieran la condición de inhabitables. Pero hay núcleos como Fontanar de Quintos, El Sol o Majaneque, que se han regularizado y también se vieron anegadas. El PGOU da la posibilidad a parcelas catalogadas como no reconducibles de presentar un plan de mejora del medio rural, que deben proponer y costear los propios vecinos, donde se incluirían medidas para contrarrestar las inundaciones. «Cada parcelación tiene una situación distinta, pero no hay una solución mágica», señalan fuentes técnicas del Ayuntamiento.
Informes técnicos

El precinto de las parcelas afectadas lleva aparejado otro problema: ¿quién se hace responsable de garantizar la vuelta de las familias desalojadas a sus casas a sabiendas de que el riesgo de inundaciones sigue existiendo? «Ningún técnico va a certificar la habitabilidad de la vivienda en esas condiciones», advierten las mismas fuentes.

El abogado José María Muriel, que se ha hecho cargo de casos de parcelas ilegales en la vía penal, apunta que «la Gerencia Municipal de Urbanismo tiene competencias para pedir el derribo como consecuencia de un expediente disciplinario». «El problema es que se atreva a hacerlo con una elecciones de por medio y quién va a costear este tipo de obras», añade. Muriel destaca la complejidad de este asunto, que tiene «soluciones de tipo urbanístico y técnico», como la construcción de muros de contención, cuya eficacia cuando llega una riada es dispar.

Por su parte, el decano del Colegio de Arquitectos, Manuel Moreno, es partidario de soluciones drásticas ante el peligro que supone estar sometido a duras adversidades climatológicas. «Hay que distinguir —explica— entre edificaciones ilegales o legales; si el PGOU no permite construir, no se puede mantener esa situación de ilegalidad». En el caso de que sí estén en el marco legal, hay propuestas técnicas que se pueden acometer, como diques o cambios del curso del agua, que «requieren un estudio hidrológico serio». Moreno sostiene que, «aunque las viviendas ilegales se hayan dejado hacer, y en esto las administraciones tienen su parte de responsabilidad, habría que demolerlas y erradicarlas, facilitando las ayudas que se planteen desde el punto de vista social a las familias».


* ABC - 21.02.11
Foto: Córdoba, inundaciones Guadalquivir - elpais.com

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Ante la "implosión" de los Ayuntamientos españoles

GUILLERMO LAGO NÚÑEZ* : El nuevo orden internacional está basado en ciudades. En ellas reside la mayor parte de la población mundial. Frente a los vacíos poderes estatales o regionales, se alzan en el plano global las ciudades-estado (Londres, París, Singapur, Tel Aviv o Abu Dabi). No es un fenómeno nuevo, aunque sí la tendencia, aún sin confirmar, hacia ciudades con una población de entre 100.000 a 2,2 millones de habitantes (E. Glaeser, J. Kotkin) como espacio eficiente y sustentable. En este contexto, ¿tiene algún sentido la actual división territorial de la Administración Local en España? Las provincias, que se crearon por una simple circular, de noviembre de 1833, del entonces secretario de Estado de Fomento Javier de Burgos, han permanecido prácticamente inalteradas hasta hoy. Sin embargo, los municipios, desde la Constitución de Cádiz que ponía Ayuntamientos en los pueblos "que lleguen a mil almas" (artículo 310), han ido reduciendo su número. Partiendo de los 11.500 Ayuntamientos del llamado Censo de la Matrícula Catastral (1842) la reducción más drástica se produjo hasta 1857 con la extinción de 2.274 suprimiéndose entidades hasta los años ochenta del siglo XX. El advenimiento de las comunidades autónomas ha supuesto paradójicamente que se hayan creado nuevos municipios.

¿Tiene sentido que, de los 8.114 municipios españoles, 7.363 tengan menos de 10.000 habitantes? ¿Acaso son sostenibles, por ejemplo, 3.801 municipios con menos de 500 habitantes que cuentan prácticamente con las mismas competencias que uno de 100.000? A la espera de que el Tribunal de Cuentas haga público su último Informe de Fiscalización de los Sectores Públicos Autonómico y Local (2004 y 2005), sobre la base del informe de fiscalización del ejercicio 2003, lo cierto es que durante el quinquenio anterior no presentaron las cuentas 788 Ayuntamientos. Ni que decir que los que incumplen los plazos o presentan las cuentas defectuosas ascienden aproximadamente a ese número multiplicado por 10.

Un dato alarmante reflejado en el referido informe era la situación de las sociedades mercantiles del sector público local cuyo número, imitando el modelo autonómico, alcanza en esa fecha la cifra de 1.122. Las empresas locales, descontando el apoyo recibido por vía de subvenciones públicas, contaban con una rentabilidad operativa de -6,89% y una rentabilidad financiera de -17,35% . Esto es la "burbuja del servicio público" (F. Longo).

Existe un número considerable de Ayuntamientos (y de otros tipos de entidades locales) que carecen de fundamento, sin apenas capacidad siquiera para organizar sus propias fiestas locales. Su anexión con otros municipios, a través de los sistemas de integración o fusión no supone un menoscabo de la democracia, ¿acaso no pueden constituirse en entes desconcertados de la propia administración? ¿no existen mecanismos participativos a través de barrios, juntas de distritos o cualquier otro tipo de ente donde puedan debatirse los asuntos sobre la base de una democracia participativa en lugar de meramente representativa?

Para poder prestar los servicios públicos y competencias con recursos suficientes y mejorar su calidad (también de sus representantes) se pueden y deben integrar en otros unos 7.363 municipios, con poblaciones inferiores a los 10.000 habitantes (también lo deberían hacer otros de mayor población), o, en su caso, fusionar. Esta anexión debería partir de los propios Ayuntamientos que deben negociar las fórmulas que más conviene a los vecinos en la integración, o esperar que venga impuesta desde fuera. No se trata de concentrar el poder, acaso diluir equilibradamente la representación en un número razonable de electores, de individuos emancipados.

Se quiera ver o no estamos ante lo que podemos describir como una auténtica "implosión" de los Ayuntamientos españoles ya que la destructiva onda expansiva se dirige hacia su interior. Quedarán las fachadas de las casas consistoriales, los bastones de mando, los ordinales tenientes de alcalde, las variopintas delegaciones de todo tipo, los sellos, escudos e himnos. Dentro, en el interior de los Ayuntamientos, silencio, ninguna posibilidad de gestión. La cuestión se limita a saber si los partidos políticos están dispuestos a renunciar a más de dos tercios de los 66.099 concejales que nos van a representar los próximos cuatro años.

* Guillermo Lago Núñez es secretario de Administración Local con habilitación estatal


* El País - Tribuna - 21.02.11


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