Castilla y León: Concentración contra la especulación urbanística

E.A.*: "El próximo miercoles 14 de marzo, Ecologistas en Acción de Castilla y León, ha convocado una concentración frente a las Cortes de Castilla y León, en Fuensaldaña (Valladolid), con el lema "Contra la corrupción y la especulación urbanísticas" en protesta por la aprobación del Proyecto de Ley de la Ciudad del Medio Ambiente en Soria.


CONCENTRACIÓN FRENTE A LA CORTES DE CASTILLA Y LEÓN

¡ESPECULACIÓN POR LEY, NO!

CONTRA LA APROBACIÓN POR LEY DE LA CIUDAD DEL MEDIO AMBIENTE Y OTROS PROYECTOS INMOBILIARIOS

MIERCOLES 14 DE MARZO, 11:00 HORAS
CORTES DE CASTILLA Y LEÓN
(CASTILLO DE FUENSALDAÑA)



Tras la reciente modificación de la Ley de Ordenación del Territorio de Castilla y León, publicada en el BOCyL del pasado 18 de diciembre, que permite la aprobación por Ley de proyectos inmobiliarios “de excepcional relevancia para el desarrollo social o económico de Castilla y León” en toda la Comunidad, la Junta de Castilla y León y el Grupo Popular en las Cortes sacan a la palestra la primera de las urbanizaciones a “blindar”: la Ciudad del Medio Ambiente de Soria.

Este ha sido el primero de los proyectos, pero detras pueden venir más, La Covatilla, San Glorio, La cidad del golf en las Navas del maruqes..., ya que esta modificación deja las puertas totalmente abiertas a la aprobación por Ley de la especulación.

Tu asistencia es muy importante para parar esta barbaridad.

Desde Salamanca va a salir gente, si quieres unirte al grupo ponte en contacto con nosotras a través de este correo.

¡¡¡Te esperamos!!!

*Ecologistas en Acción, Castilla y León 14/02/2007

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¿Cultura medioambiental?

JOSÉ ALBELDA* : "Cada vez se habla más de desarrollo sostenible, gestión y educación medioambiental, energías renovables. Aspectos todos ellos que serían partícipes de lo que podríamos llamar una nueva cultura medioambiental, tan urgente como difícil de llevarla a cabo. Pero, como siempre, lo urgente que no interesa se oculta lo más posible, como ha ocurrido y sigue ocurriendo con la crisis ecológica mundial. Cuando ya resulta imposible ignorarla, entonces se intenta minimizar su envergadura. Se trivializa el desastre medioambiental con vacíos gestos institucionales y maquillaje verde de poderosas empresas y grandes bancos; y, por supuesto, se potencia el voluntarismo ciudadano, a la vez que los verdaderos artífices del problema evitan asumir sus responsabilidades.


Pongamos un ejemplo cercano en el tiempo: la presentación en París del resumen previo del 4º Informe del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático generó la previsible respuesta de los políticos, con ambiciosas propuestas para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Mientras tanto, el señor Al Gore era recibido con honores de Estado allá por donde recalara con su oportuna película Una verdad incómoda.

Recordemos también que, al hilo de dicha presentación, un conjunto de organizaciones ecologistas lanzó una interesante iniciativa: cinco minutos de apagón global para reivindicar medidas efectivas contra el derroche energético. Apagón seguido solamente por el 3% de la población española; pero eso sí, las principales empresas e instituciones se apresuraron en apagar sedes y monumentos. En Valencia incluso el buque insignia de nuestra ciudad, el Palau de les Arts, vivió la oscuridad nocturna durante esos breves instantes. Tras unos cuantos días de presencia mediática -sobre todo en el medio educativo por excelencia, la televisión- mostrándonos datos científicos sobre futuros escenarios ambientales verdaderamente espeluznantes, todo volvió a la normalidad. Los medios de comunicación siguieron con sus temas cotidianos, persistentes, mientras iba perdiendo interés el 4º informe del IPCC y su oportuno acompañamiento político de firmes compromisos, que luego se difuminan con la misma rapidez con la que fueron proclamados.

Retorno, pues, a la rutina del engaño y el autoengaño, fácilmente asumidos por las sociedades opulentas que en el fondo se resisten a cambios profundos en su forma de vida, fieles al supuesto bienestar de consumo en el que se han asentado.

Pero esta actitud tiene su lógica. Como sociedad, actuamos según los patrones de comportamiento que la educación, el entorno y los modelos de éxito nos ofrecen. Por lo tanto, resulta verdaderamente difícil la transición de un modelo dedicado a estimular la producción y el consumo, a otro basado en el comedimiento en el uso de materiales y energía, característico de una economía que tienda a la sustentabilidad.

No pensemos, pues, que una nueva cultura medioambiental puede desarrollarse tan sólo a través de la encomiable labor de grupos ecologistas, certificaciones medioambientales de empresas, iniciativas municipales sobre el reciclaje de residuos, o estudios universitarios especializados en el tema que nos ocupa. Ni, por supuesto, gracias a las múltiples conferencias, jornadas y congresos sobre sostenibilidad subvencionados, en muchos casos, por instituciones o empresas que habitualmente tienen una actitud devastadora con el medio ambiente. Todo esto no basta. El cambio que se precisa implica priorizar el conocimiento y las respuestas eficaces ante la crisis ecológica en todos los ámbitos de nuestra realidad social. Y por supuesto en la educación. ¿Cuándo comprenderán los responsables de nuestro sistema educativo que para adaptarse a los tiempos que corren lo más urgente es potenciar la cultura medioambiental? Más necesaria, por cierto, que el incuestionable universo digital, con sus omnipresentes ordenadores como inequívoco signo de progreso.

¿Y las instituciones políticas? Por estos pagos, el conseller de Territori i Habitatge -que, como indica el nombre de su consellería, sigue dedicándose a potenciar la construcción de viviendas en el territorio- no cesa de ofrecernos sus espectaculares gestos mediáticos, en lugar de propuestas más comprometidas -y probablemente más impopulares-ante el desastre ecológico. Fotos junto a tortuguitas marinas, cuya madre se arriesgó sobremanera al desovar en la costa valenciana; promesas de biocombustibles a partir de los excedentes de cítricos; ecosistemas de ribera que se protegen con todos los fastos necesarios, a la vez que se siguen permitiendo PAIs que destruyen cientos de veces más territorio que el que se ha decidido preservar de nosotros mismos? Todo ello fiel reflejo del lavado verde de nuestros gobiernos autonómico y municipal. Es evidente que los que mandan en la Comunitat Valenciana desde hace doce años se oponen con firmeza a la apuesta por una verdadera cultura medioambiental; a la vez que repiten sin descanso la cantinela de la sostenibilidad, sin conocer en absoluto el hondo calado de dicho término.

Según vamos viendo, no parece fácil un cambio sustancial en las destructivas inercias que mueven el mundo a todos los niveles: neoliberalismo, poderosas empresas transnacionales, gobiernos débiles o corruptos, sociedades sumisas, individuos desinformados. Sin embargo, sólo un cambio estructural y sistémico, no epidérmico o simbólico, podría disminuir los efectos de la crisis de nuestra civilización, que no ha hecho más que comenzar. Y no se trata de catastrofismo, sino de realismo fundamentado en incuestionables datos científicos.

Ante el escenario que se nos presenta, no nos deben mover las expectativas de grandes éxitos, sino la necesaria denuncia de la desinformación y el cinismo que nos rodea. Frente a la obediencia acrítica y la ceguera impuesta, sólo nos queda la firme defensa de una nueva cultura medioambiental, prácticamente inexistente ahora.

Se trata de una cuestión de dignidad y de responsabilidad moral. No hacer como si no pasara nada ante la demolición de un mundo que aceptaba nuestra existencia.

*Profesor Universidad Politécnica de Valencia.

www.terracritica.org

*Levante, Domingo, 11 de marzo de 2007

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Decenas de personas se manifiestan en Granada contra la «violencia urbanística»

R.I.* : "Unas quinientas personas, según la Policía Nacional, se manifestaron ayer en Granada contra la «violencia urbanística», convocados por la plataforma 'Hart@s de la dictadura del cemento'. Presidida por una pancarta con el lema «Paremos la violencia urbanística», la manifestación partió de la Plaza del Carmen y continuó por la Gran Vía, donde los participantes secundaron una breve sentada, en dirección a la Delegación municipal de Urbanismo.

En un comunicado, la plataforma cívica responsabiliza al Ayuntamiento, la Junta y otras administraciones de crear un espacio metropolitano caracterizado por el «crecimiento de los complejos residenciales, la multiplicación de grandes infraestructuras, la destrucción de espacios verdes y la especulación inmobiliaria».

«Impersonal y agresivo»

Sostienen que el centro de Granada se está convirtiendo en un «parque temático impersonal y agresivo» y que este modelo de «urbanismo descontrolado y destructor» se está extendiendo a todos los barrios.

Los manifestantes califican de «desolador» el panorama metropolitano, y citan la «destrucción» de la Vega, la proliferación de grandes complejos comerciales, el deterioro de entornos naturales de municipios como Gójar y Dílar y la agresividad de proyectos como el del teleférico de Monachil, entre otros. En su recorrido por el centro, además de la sentada y los lemas contra el urbanismo, fueron 'empapelando' distintas paredes, de bancos a organismos oficiales, con lemas en contra de la especulación y la destrucción de los espacios verdes.

Los manifestantes mantuvieron el recorrido acordado inicialmente, pese a que el Ayuntamiento les instó días atrás a que lo modificaran, a lo que se negó finalmente la organización. La Policía Nacional fue cortando el tráfico a su paso.

*Ideal.es, Domingo, 11 de marzo de 2007
Foto: PROTESTA. Los manifestantes, durante la sentada dirigida a la sede municipal de Urbanismo. / EFE

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Nueva okupación en Madrid: CSO Milano

*El 8 de marzo, un grupo de activistas anticapitalistas anunciamos la okupación del antiguo Salón de bodas Milano, situado en la calle Huerta de Casteñeda (junto al metro Alto de Extremadura). Un lugar que llevaba años abandonado y que pretendemos convertir en un espacio político y social al servicio de los vecinos tanto del barrio como del resto de Madrid. Anunciamos esta okupación el 8 de marzo, en homenaje a los que luchan contra la especulación inmobiliaria que día a día devora Madrid, y cómo no, en homenaje a las mujeres feministas, trabajadoras y revolucionarias.

¿Qué entendemos por okupación?

Vivimos en un sistema que ha privatizado el suelo que pisamos convirtiéndolo en una mercancía más, y ha implantado un modelo desarrollista salvaje que se manifiesta en la masiva proliferación de urbanizaciones, campos de golf, autopistas, puertos deportivos... y una serie de infraestructuras, en su inmensa mayoría innecesarias, generando graves problemas ambientales y sociales. Los gobiernos de turno implementan estas políticas en beneficio de los intereses empresariales, provocando, entre otras cosas, que las desigualdades entre la clase político-empresarial y la clase trabajadora sean cada vez mayores.

En el desarrollo y consolidación de esta política, el sistema necesita paralelamente apagar toda expresión de resistencia popular. Mientras cientos de edificios se encuentran en una situación de abandono esperando su recalificación (y por lo tanto el aumento de su valor especulativo), los locales públicos donde poder reunirse, organizarse y tomar parte en las cuestiones que afectan a nuestras vidas, están mayormente controlados por la burocracia del orden institucional en sus distintos entes, estatal, autonómico y local.

Por eso okupamos. Porque creemos necesario denunciar y luchar contra la especulación urbanística con hechos además de con palabras. Porque necesitamos espacios donde aglutinar e impulsar las protestas existentes, crear puntos de encuentro para la transformación revolucionaria de la sociedad. Porque a pesar de que en los medios privados y públicos de desinformación dicen que este sistema es democrático, creemos que es hora de conquistar la democracia real con la participación popular en la política anticapitalista, activando la lucha en los barrios y construyendo así la verdadera democracia directa.

Porque creemos que okupar es recuperar lo que nos pertenece, lo que pertenece a la mayoría de la población, la que trabaja por un miserable salario construyendo los edificios donde vivimos y amasando el pan que comemos, y que sin embargo luego no es dueña de lo que produce (más bien cada día nos cobran más por todo). A penas somos dueños de nuestros propios cuerpos, que nos obligan a poner a disposición de empresarios y banqueros que se llenan los bolsillos a nuestra costa. Okupar es, sencillamente, recuperar lo que nos han quitado.

Okupamos porque queremos atacar el pilar principal del sistema capitalista: la propiedad privada (que por encima de los cuentos de hadas es la excusa para enriquecer más a quienes más tienen y ahogar a quienes menos tienen).

¿Que luchas queremos impulsar?

En la sociedad hay multitud de conflictos abiertos, así como colectivos que luchan por una sociedad mejor. Queremos servir de soporte a campañas unitarias anticapitalistas en la medida de nuestras posibilidades, poniendo el eje en las siguientes áreas:

Anticapitalismo y oposición al estado burgués: Entendemos que el capitalismo es un sistema basado en el acrecentamiento constante de riquezas sin tener en cuenta las necesidades humanas, es decir, pone nuestras vidas y los recursos naturales al servicio de las empresas y no de las personas. El estado no es otra cosa que un conjunto de leyes e instituciones que pretenden garantizar la perpetuación de este modelo, ya sea con instrumentos ideológicos (control de la educación, la cultura, los medios de comunicación...) o represivos (leyes, despidos, policía, jueces, cárceles, ausencia de derechos, etc.). Abrimos las puertas a todxs aquellxs que, lejos de cualquier dogmatismo, día a día intentan hacer frente a este orden social, ya sean marxistas, autónomxs, libertarixs, antiglobalización, etc.

Movimiento de los trabajadorxs: Entendemos que la riqueza se crea única y exclusivamente desde los centros de trabajo, con el esfuerzo tanto de nativos como de inmigrantes (entendiendo que ambos constituyen una única clase trabajadora), y por tanto debemos ser conscientes de que tomando bajo nuestro control democrático estos centros de creación de riqueza podemos poner en jaque el sistema, cuestionando la relación injusta existente entre los empresarios capitalistas y trabajadorxs. Deseamos aportar un granito de arena a debatir y organizarnos junto al resto de trabajadorxs para emprender este camino, que históricamente ha sido y nos sigue pareciendo vital.

Antipatriarcado: El sistema capitalista y el patriarcal van de la mano. El primero diseña los puestos de trabajo, y el segundo los distribuye basándose en la concepción de género impuesta: normalmente las mujeres desarrollan sobre todo trabajos de cuidados y los hombres de gestión (tanto dentro como fuera de casa). Esta lógica se mantiene a través de la presión mediática, la violencia física o psicológica (esta última la más peligrosa), que coloca a la mujer en una situación de desigualdad y explotación, con menos derechos, menos autonomía y menos reconocimiento social. Damos la bienvenida a colectivos que proponen herramientas de lucha feminista, la autoorganización de las mujeres y la autodefensa física y mental.

Antimonarquía: Vivimos en un régimen cuyo jefe de estado, el rey Juan Carlos I, fue educado en las fuerzas armadas franquistas y nombrado directamente por Franco en 1969 como su sucesor. La monarquía es una institución medieval y totalmente antidemocrática, que pretende simbolizar la armonía de un sistema heredero de la dictadura y remendado en la llamada Transición (que fue un pacto entre la oligarquía y las fuerzas que se llamaban de la izquierda para dar continuidad al capitalismo e impedir un proceso de lucha revolucionaria). Queremos, por tanto, dar apoyo a movimientos que denuncian esta imposición, ya sean antifascistas, republicanos anticapitalistas, de recuperación de la memoria histórica, etc…

Antiimperialismo: No podemos quedarnos impasibles cuando las grandes potencias, entre ellas España, controlan -por la vía de la fuerza y la imposición- las economías de los países empobrecidos y saqueados. Creemos que la OTAN (incluídas sus bases destacadas en territorio español) es un instrumento militar que garantiza el dominio del Norte sobre el Sur por la vía de la violencia extrema. Queremos apoyar a los movimientos que denuncian el papel imperialista del estado español y se solidarizan con los pueblos en lucha por su independencia y su autodeterminación.

Ecologismo: El capitalismo no es sostenible a nivel ambiental. Cientos de especies animales y vegetales se encuentran en peligro de extinción por la sobreexplotación abusiva, innecesaria e irracional de los recursos naturales. El capital no entiende de sostenibilidad sino de productividad, de sacar el maximo rendimiento al mínimo coste. Es nuestro deber impulsar iniciativas que acaben con esta dinámica depredadora y empezar a denunciar el terrorismo ecológico de las empresas, entidades e instituciones que contaminan los ríos, queman los bosques, dejan el suelo estéril para siempre y torturan animales, a la vez que fomentan un modo de vida insostenible con el ecosistema.

¿Cuáles son nuestras herramientas de trabajo?

Acción directa: No podemos seguir esperando lo imposible, que las instituciones resuelvan un problema que ellas mismas generan y defienden, por lo tanto hemos decidido actuar directamente sin su mediación y control. Nos organizamos y demostramos que es posible tomar las riendas de nuestras vidas directa y colectivamente.

Asamblearismo: Somos asamblearixs porque las decisiones políticas las tomamos horizontalmente entre todxs y no hay más efectivo y democrático órgano de decisión colectiva que la asamblea.

Apoyo mutuo: Queremos recuperar la cultura de la solidaridad y el compañerismo, como forma de hacer frente al individualismo salvaje que opera en esta sociedad y porque creemos que debemos apoyarnos unxs a otrxs en el largo camino de construir un movimiento anticapitalista amplio y plural.

Coordinación política: Para salir del aislamiento al que el poder capitalista pretende someter a las luchas locales, creemos que es fundamental unir fuerzas a través de la creación de espacios de confluencia con otros colectivos u organizaciones en pos de sacar adelante campañas de lucha tanto defensivas (de resistencia) como ofensivas (de avance). Deseamos, en definitiva, participar e impulsar activamente espacios de coordinación anticapitalistas.

Difusión de nuestro trabajo e ideas: A través de charlas, fancines, webs, videofórums, carteles, murales, teatro, videos, música, etc... pretendemos dar a conocer aquello que a los medios oficiales intenta tapar (injusticias y resistencias), para mantener el orden asesino y explotador.

Debate, reflexión y autoformación: Nos mantenemos alerta contra el dogmatismo. Revisar nuestros conceptos, conocer y aprender de otrxs compañerxs y de otras luchas ya sean actuales o pasadas, así como de lxs muchxs teóricxs y prácticxs revolucionarixs que han existido, es también una forma de acción anticapitalista. Conocer nuestra historia para no estar condenados a repetir los mismos errores, adquirir habilidades técnicas para mejorar nuestra actividad cada día, mantenernos siempre en movimiento...

* El Colectivo 8 de marzo (antes Quilombo) se define como un espacio de encuentro entre activistas anticapitalistas (mujeres y hombres) de varios colectivos y organizaciones, que pretenden contribuir a la activación de la resistencia social en los barrios de Madrid.

Kaosenlared.net
Rebelión.org, 11-03-2007
Foto: Primeras okupaciones.en.madrid 13.Abril.1987 Ronda.de.atocha.(PACISA).1.de.Mayo.1987.Argumosa www.rebeldemule.org.avi

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