MARÍA LUISA GARCÍA GIL* : Los ayuntamientos luchan, Plan General en ristre, contra la muralla resistente de la Dirección Xeral de Urbanismo. Los ayuntamientos, luchan, por lo general, con un planeamiento que no busca el bienestar del ciudadano, ni el desarrollo armonioso, ni un futuro prometedor para el ayuntamiento. Luchan por el reparto del pastel de la edificabilidad.
El urbanismo es un conjunto de saberes prácticos que proporcionan las bases fundamentales para resolver los problemas de las ciudades y el territorio, el planeamiento urbanístico siempre tiene un contenido que va más allá de lo jurídico, pues incorpora los elementos técnicos, políticos, económicos, sociales y ambientales que definen un proyecto de ciudad. Por desgracia, demasiado a menudo, se olvidan los elementos ambientales y sociales en pro de los económicos y políticos. Especialmente en los ayuntamientos pequeños, la presión de la cercanía del administrado es grande. Por otro lado, en los ayuntamientos grandes, las presiones por conseguir buena tajada del pastel son menos vecinales y más empresariales.
He leído ayer en un periódico que desde el FEPROGA, los promotores auguran y vaticinan que "se hundirá el país" si se prohíbe construir a menos de 500 metros de la costa. Aquí alguien se equivoca y creo que interesadamente, tanto más cuanto en ese artículo se habla de que el Mediterráneo ya está saturado y que así, la Costa da Morte y la Mariña lucense podrían absorber la demanda existente de segunda residencia.
Por otro lado, podemos también leer estos días, la caída en picado del turismo en nuestro país, el descalabro que está sufriendo nuestra mayor empresa nacional: el Turismo. El turismo extranjero que hasta hace poco anhelaba España y dejaba sus sustanciosas divisas, está en recesión, ya no le interesa nuestro sol.
Tenemos evidentemente dos tipos de turismo, el de masas y el selecto. El primero venía a nuestro país, sencillamente, por sol y por precio. Ni que decir tiene que actualmente, Yugoslavia o Maruecos tienen sol, mejores precios y todavía no han hormigonado sus costas, con lo cual resultan más auténticos y rentables.
El segundo, el turismo selecto busca paisaje, cultura bien conservada, hoteles exquisitos y odia el hormigonado de la costa y del paisaje. No cabe duda, que este turismo, al Mediterráneo, no vuelve, porque se lo han "cargado".
El turismo de masas, turismo por el que se optó, por desgracia en este país, no sufre por la masificación ni de hormigo- nado del mar, pero la crisis económica le llega al bolsillo y sencillamente huye hacia destinos soleados más baratos.
Galicia no tiene sol, pero si buen comer, rías, bosques y paisajes exquisitos.
Que no nos quieran hacer comulgar con ruedas de molino, hormigonar nuestro litoral no es la solución a la crisis económica, Galicia debe preservar su paisaje singular, sus rías, su cultura gastronómica y su patrimonio cultural, es la dote que le queda para poder aspirar a entrar en el club selecto del desarrollo turístico de calidad, estable y sin crisis.
* MARÍA LUISA GARCÍA GIL, ARQUITECTA
* El Correo Gallego - Opinión - 01.09.2008
Cuando el urbanismo desordena
en 2.9.08 por UrbanismoPatasArriba Unknown
Tema: ARTÍCULOS URBANISMO , NOTICIAS Galicia
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios :
Publicar un comentario