C. Valenciana: Zanjas por todas partes

ELPAÍS/Reportaje* : Las grandes obras ponen patas arriba las principales ciudades. Centenares de zanjas salpican el paisaje urbano. Obras de saneamiento, electrificación, del gas y otros servicios levantan diariamente la acera o la calle en algún punto de las principales ciudades.

En Valencia, por ejemplo, se conceden anualmente 3.000 licencias para abrir agujeros y realizar acometidas de servicios que gestiona la Oficina de Coordinación de Obras. Ésta asegura que la planificación permitió en 2007 ahorrar más de una decena de kilómetros de zanjas. Sin embargo, a estas actuaciones menores se suman en estos meses importantes obras de infraestructuras viarias y del metro que han puesto patas arriba Alicante y Valencia, y en menor medida Castellón. Atascos, ruido y polvo, calles cortadas y desvíos afectan a peatones y a miles de conductores. El presidente de la Plataforma Comarcal por la Movilidad Sostenible de L'Alacantí, Javier Cobela, asegura que las obras "afectan gravemente a la población en general", pero especialmente "a los usuarios del transporte público y peatones", ya que "la Administración se preocupa más" por los coches.

ALICANTE "Lo han levantado todo a la vez"

Los vecinos de Alicante encaran normalmente con estoicismo las obras públicas que afloran casi en cada esquina. Sin embargo, tres actuaciones de envergadura en puntos neurálgicos empiezan a colmar el ancho vaso de su paciencia. En las últimas semanas, peatones y conductores tienen que extremar la atención cuando circulan por las inmediaciones del puerto, el acceso norte o la céntrica avenida de la Estación, si no quieren quedar atrapados en una de las múltiples zanjas abiertas.

La conexión ciudad-puerto está patas arriba por las obras de la Volvo Ocean Race. La hasta hace unos meses tranquila entrada norte del puerto es ahora un mapa de boquetes, zonas valladas y obreros que trabajan a toda máquina. El puerto, que se prepara para acoger la salida de la vuelta al mundo de vela en octubre, construye un paseo de 500 metros sobre el espaldón del dique de Levante, remodela el acceso norte, la antigua estación de Orán y edifica el Village. Las obras, con 12 millones de presupuesto, deberán estar terminadas entre julio y septiembre. Los que las sufren son, principalmente, los centenares de bañistas de la playa de El Postiguet, así como los clientes de dos hoteles. "Entrar ha sido apoteósico", comentaba esta semana una joven que quedó a comer en uno de los restaurantes del puerto. Un poco desorientada, la joven se mostraba molesta con la agresividad de la obra: "Fatal, porque lo han levantado todo a la vez". "Se ha complicado bastante la circulación por la zona", añade resignado un taxista.

La entrada norte por la avenida de Dénia es ahora una interminable trinchera en la que los conductores acumulan retrasos de 20 minutos. La obra es de envergadura. El acceso a Alicante desde poblaciones del área metropolitana tan populosas como Sant Joan d'Alacant, Mutxamel o El Campello vive una fuerte transformación en el tramo que discurre entre La Goteta y la A-70. Más de 3,5 kilómetros que se amplían a tres carriles por sentido en unos tramos y a cuatro en otros, y en los que se construirán cuatro pasos inferiores, según la Consejería de Infraestructuras.

Los conductores se arman de paciencia para cubrir apenas tres kilómetros de carretera por dos angostos carriles en cada sentido. "Esto es un desastre. Para recorrer apenas 300 metros, cada mañana invierto 20 minutos", asegura Alfonso, un trabajador autónomo. "Está bien señalizado, pero el problema es que hay mucho tráfico", añade. "Muy mal. El cliente se desespera porque parece que no vamos a llegar nunca, y eso que yo soy un profesional", asevera Vicente López, un veterano taxista. "Y no sólo es este punto, si no que a estos atascos hay que sumarles los habituales de cada día", explica. María Jesús, jubilada de la zona, encara el problema con resignación y habilidad: "Procuro salir en coche cuando veo que el tráfico está más despejado, así sufro menos".

Y la tercera gran obra que agota la paciencia en Alicante es la ampliación del tranvía. Son tres los puntos calientes: la avenida de la Estación, en el centro, el ramal que discurre entre el centro y la Universidad de Alicante, en Sant Vicent del Raspeig, y la prolongación entre la plaza del Mar y la avenida de las Naciones.

Dentro de la ciudad el más visible es el de la avenida de la Estación (desde Renfe hasta la plaza de los Luceros), donde se construyen la ampliación de la red subterránea de tranvía y un aparcamiento de tres niveles para 450 vehículos. Los comerciantes son los principales paganos de la obra. En marzo denunciaron que la eliminación de parte de las aceras impide el acceso de clientes y supone recortes en los ingresos de hasta el 50%. Las zanjas se abrieron en diciembre de 2007 y arrancan de la futura estación tranviaria de Luceros hasta la avenida de Salamanca. Y aunque está previsto que un tramo de la avenida retome la normalidad antes de las fiestas de hogueras, las obras al aire libre durarán un año. Después, hasta completar los 18 meses previstos de ejecución, seguirán en subterráneo.

VALENCIA "El reino de los agujeros"

"A ver... Una, dos, y ahora la tercera". Son las veces que Francisco Ródenas y José Jaime March han visto abrirse la acera o la calle de Lluís de Sant Àngel desde el pasado septiembre. A las puertas de su taller mecánico se han instalado ahora las vallas y máquinas para el segundo tramo de la nueva línea de metro T-2, que conectará en 7,5 kilómetros el centro y sureste de Valencia. La obra pública de mayor incidencia en el tránsito de la ciudad ha obligado desde agosto a crear por etapas nuevos itinerarios para miles de vehículos y autobuses urbanos en el área de Russafa, la avenida de Germanías, General Urrutia y estos días en Peris y Valero. Las zanjas se suceden para desviar servicios y colectores, y luego excavar el futuro túnel de la línea.

Rodeados de polvo, los peatones se ven obligados a no perder de vista el laberinto de pasos entre máquinas y obreros, mientras los coches se atascan en muchas calles. En agosto, el taller de Francisco y José Jaime tendrá que cerrar 15 días "por huevos" para que se construya el túnel de la T-2 en su calle. Eso impedirá a los clientes entrar en el taller y mermará sus ingresos. Ya han notado la bajada del negocio por las sucesivas aperturas de la vía. "Si de ésta nos salvamos, que venga lo que quieran", comenta José Jaime. No muy lejos, en Doctor Sumsi, María Luisa Serrano recoge de la guardería a su niño de tres años. Se topó con la obra una mañana, de pronto. "Yo no uso el metro, pero hay que ser solidario. Eso sí, el ruido no es bueno para los niños", grita esta mujer para hacerse oír en medio el ensordecedor estruendo de un martillo hidráulico.

Este verano, la Consejería de Infraestructuras espera reabrir al tráfico General Urrutia y comenzar las obras en Antic Regne de València. Una complicada planificación que implica a la consejería y al Ayuntamiento, que han celebrado reuniones con vecinos para explicar los desvíos "e intentar cubrir las necesidades de aparcamiento", indican desde la Concejalía de Circulación. Ha habido encuentros en Russafa y también en Montolivet, donde la asociación de vecinos considera que "se informó a tiempo" del laberinto de obras, según su presidenta, Amparo García. "Es molesto, pero se aguanta. Han estado trabajando hasta la una de la madrugada para adelantar la obra", añade.

En pleno centro histórico, en el entorno de las calles de Bosseria y Quart también están desde el verano pasado envueltos en polvo por la renovación de la vía, calzada y la red de saneamiento que acomete Infraestructuras. Julia Martínez, siempre con el móvil a mano para avisar de nuevas obras a los miembros de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, afirma que hay "fluidez" con la Administración, pero se queja de que las empresas de servicios reciben permisos para obras que no se advierten a los afectados y les dejan horas sin luz o agua. "Eso causa un perjuicio, hay que avisar con antelación", apunta Martínez. En el centro están a la espera de otro corte, en la calle de Calabazas, donde la semana próxima comienzan los trabajos de la estación de Mercat de la T-2.

A estas obras se suman varios aparcamientos en construcción en distintas zonas que obligan a cortes de calles, y se avecinan los que serán necesarios para las obras del AVE en Sant Marcel.lí y Camí Reial. "Tanto que se habla de Madrid... Ahora mismo parece que Valencia es el reino de los agujeros", ironiza Carmina Castelló, de la federación vecinal. "El objetivo es conocer de antemano los cambios, pero no siempre avisan", afirma.

"Son obras molestas, pero hay que tener paciencia. Lo que pasa es que hay mucho coche circulando", opina Juan García, taxista, en la avenida de Cataluña, inmersa en otra de las obras de envergadura en Valencia. En esa zona junto a las universidades, de gran volumen de tráfico, el Ministerio de Fomento aborda la última fase de obra para eliminar el scalextric, construir un túnel y desviar el tranvía. De momento, dos policías locales se dejan los pulmones en el silbato para mover el tráfico. ¿Mucho conductor cabreado? "Siempre".

CASTELLÓN Quebraderos de cabeza por el trolebús

En Castellón, las obras del trolebús, oficialmente el TVRCAS, han sido las que más conflictos de circulación han causado ya que el trazado atraviesa la ciudad por el centro. Actualmente, las vías que habían permanecido cortadas ya se han abierto, pero se han reducido porque el trolebús viaja por una plataforma reservada. El trolebús traerá nuevos quebraderos de cabeza a los conductores en el momento en el que se inicien las obras del camino de vuelta, ya que llega hasta el centro por un trazado y vuelve hasta la universidad, ubicada en el oeste y desde donde parte. Uno de los problemas que habrá de solventar entonces el Ayuntamiento, será el de salvar la entrada a dos de los aparcamientos subterráneos más utilizados. En las vías de acceso a la ciudad, los conductores se siguen encontrando con una inacabada ronda norte que obliga a que todo el tráfico que entra y sale de Castellón por el norte se colapse en la avenida de Benicàssim.



* Esta información ha sido elaborada por Rosa Biot, Santiago Navarro, María Fabra y Sara Velert.




* ELPAIS.com - Valencia - 05/05/2008
Foto: Valencia, obras circuito F1 - carles francesc (El País)

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