Marbella.- «Sean Connery es un imputado más en un caso más»

SUR/Entrevista* : Desde el pasado diciembre ejerce como titular del Juzgado de lo Penal nº4 de Málaga, un nuevo destino después de tres años y medio de trabajo en Marbella. Al frente del órgano de instrucción número 1 de la ciudad, Ricardo Puyol cerró el sumario del 'caso Minutas' e instruyó la mayor parte del 'caso Goldfinger', en el que se encuentran imputados, entre otros, el actor Sean Connery y su esposa.
-¿Por qué decidió dejar los juzgados de Marbella?
-Los Juzgados de Instrucción de Marbella son una plaza judicial complicada que requieren de una plena disposición de la persona que dirige los órganos judiciales. Yo la he tenido durante un número de años que estimo que es razonable y, cuando he comenzado a sentir cierto nivel de cansancio, he entendido que era el momento de efectuar el cambio. En cualquier caso, considero que un profesional no debe de eternizarse en este tipo de juzgados.

-¿Hay una carga excesiva de trabajo en estos órganos judiciales?
-Sí, pero en Instrucción no es tanta la cantidad de temas que se llevan en los órganos judiciales como la calidad de los mismos. Tienen una enorme trascendencia técnica, son muy complejos y requieren de una plena disposición y de un compromiso personal muy grande. El 'caso Minutas', por ejemplo, ha sido una causa que ha terminado con cerca de 140 tomos y unos 54.800 folios y que me ocupó prácticamente la instrucción de todo el año 2009.
-Marbella se ha convertido en una plaza de paso para los jueces.
-Sí, básicamente por los motivos que explicaba. Al implicarte tanto y con tanta profundidad en la instrucción de asuntos tan complejos, con una presión evidente, eso genera en quien ha pasado por este tipo de juzgados el deseo en un momento determinado de servir en juzgados un tanto mas tranquilos.
-Cuando habla de presión, supongo que también se refiere al interés mediático en algunos casos judiciales. ¿Ha sentido esa presión?
-Efectivamente. Hay mucha presión mediática, lo que supone un añadido a la calidad de los asuntos que en Marbella se tienen. Sí, sí la he sentido, sobre todo en el 'caso Minutas' y en la 'Operación Goldfinger'. He sentido una enorme presión, tanto mediática como por parte de la propia causa y de las representaciones procesales de las partes.
-El 'caso Minutas' se juzga en la actualidad en la Audiencia Provincial. ¿Sigue el desarrollo del juicio? ¿Tiene su propia quiniela?
-No. Trato de hacer mi labor instructora lo mejor que puedo, pero una vez que termino la instrucción, no acostumbro a seguir posteriormente la fase de enjuiciamiento. Pero no de este caso, sino de ninguno en mis ya nueve años de juez de instrucción.
-¿No siente curiosidad?
-No. Tengo una visión totalmente aséptica sobre cualquiera de las causas que he instruido.
-Recibió una prórroga para culminar la instrucción del 'caso Goldfinger'. ¿Le hubiera gustado poner el broche final?
-No, no tengo ningún tipo de inquietud al respecto. A falta de las últimas diligencias instructoras y de investigación, entiendo que el procedimiento a mi marcha quedo prácticamente encarrilado, con imputaciones bien perfiladas.
-¿Y poder tomar declaración a Sean Connery antes de su traslado?
-Tampoco. Para mí es un imputado más en un caso más.
-¿Le tiembla la mano a un juez al imputar a una personalidad?
-No, los profesionales de la administración de justicia en general tratan todos los asuntos con una total objetividad y desde un punto de vista profesional. No se mira el nombre de la persona. Evidentemente, hay determinadas personalidades que generan ciertos niveles de presión, pero tenemos que estar acostumbrados a soportarla y a saberlo llevar.
-¿Hasta dónde llegaría la supuesta participación del matrimonio Connery en las operaciones que se investigan en el 'caso Goldfinger'?
-Debe entender que no voy a hacer ningún tipo de comentario sobre la instrucción del proceso. Por respeto a la propia instrucción, que sigue abierta, y por respeto a las partes procesales y al nuevo instructor del caso.
-Recibió una carta del embajador de Reino Unido en España que puso a disposición del CGPJ.
-Sí, pero me gustaría aclarar que yo en ningún momento pedí amparo al Consejo General del Poder Judicial. Me limité a dar traslado al órgano de Gobierno de los jueces de la comunicación del embajador británico en España, que se dirigía a mí de manera personal, un hecho que me sorprendió por entender que está fuera de las circunstancias ordinarias en las que se desarrolla un proceso. Y, desde esta perspectiva, sí podemos decir que el hecho es anormal, porque no es frecuente que el embajador de Reino Unido remita una carta a cada juez español que imputa a un ciudadano británico. En cualquier caso, el Consejo no podía entrar a resolver una petición de amparo cuando yo no solicité ningún amparo.
-¿Se sintió presionado por la carta del embajador británico?
-No, en ningún momento.
-¿Qué necesitan los Juzgados de Instrucción de Marbella para dejar de ser órganos judiciales de paso?
-La delincuencia en Marbella es básicamente económica. La instrucción de este tipo de causas es extraordinariamente compleja y el derecho Penal que se maneja en Marbella es de una enorme precisión técnica. Por eso los órganos de Marbella necesitan de una especialización en este tipo de materias y la Administración de Justicia debería de hacer un enorme esfuerzo por especializar a los jueces, primero, y a los órganos judiciales, después, en materia de delincuencia penal económica.



* SUR - 13.03.11
Foto: Marbella, urbanización Malibú, Sean Connery - tengonoticias

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