La maldición del ladrillo en Llanes

ELCOMERCIO/Asturias* : El urbanismo llanisco está gafado, no hay manera de que la norma que rige la ordenación del ladrillo salga adelante sin que la sombra continua de la justicia enturbie el documento que la materializa. O es una cuestión de mala suerte o, como ha dicho la alcaldesa del municipio, Dolores Álvarez Campillo, es que simplemente «Llanes es para los tribunales un campo de experimentación en temas urbanísticos». Porque, desde el PSOE de Llanes no creen que las cosas se estén haciendo tan mal como para acumular tal cantidad de sentencias y denuncias, sino que «hay intereses que hacen que así sea». Bien mirado, uno se plantea si los mismos dirigentes políticos que han visto llegar sentencia tras sentencia puedan cometer tantos errores sin percatarse de que están en el ojo del huracán y de que sus movimientos son mirados con lupa, desde todos los sectores.

Algo falla en Llanes para que el hormigón no fragüe como en cualquier otro sitio de España.
El último varapalo jurídico ha llegado desde el Tribunal Supremo. El Plan General de Ordenación -anulado en 2007 por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias- , según el Supremo «no llegó a entrar en vigor porque no se publicó correctamente el informe de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA), entidad que aprobaba el Plan. Cuando el documento se hizo público a través del Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) no aparecían ni fichas ni planos en los que se incluye información, al parecer, trascendental, de la calificación y uso de determinados suelos, así como de la ordenación porque, según la sentencia «cuando las normas urbanísticas no resultan descifrables ni entendibles por sus constantes remisiones a las fichas, haciendo de éstas no un instrumento auxiliar de la norma, sino un elemento esencial para su comprensión, al tiempo que se les confiere un contenido normativo impropio (...) les alcanza la exigencia de la publicación, que se extiende a todo cuanto tenga contenido normativo». Un paso que se omitió.
Y esto se conocía el mismo día en que el Ayuntamiento de Llanes hacía pública su decisión de rescindir el contrato con la empresa encargada de la redacción del nuevo Plan General. Después de que una sentencia anulara el proceso por irregularidades en la adjudicación -hay que pagar una indemnización de 19.000 euros a la empresa demandante-, de la presión de poner fin al proceso por parte de la oposición y de que desde el Ayuntamiento se consultaran hasta seis gabinetes jurídicos y tres informes, el equipo de Gobierno llanisco ha decidido «por transparencia y por garantizar la seguridad jurídica» dar por finiquitado el trabajo de la empresa que hasta hace poco redactaba un nuevo plan urbanístico para Llanes.
Un Plan al que no pararon de nacerle percances desde el mismo día que se conoció. Desde el día en el que se anunció consenso para su elaboración y se inició un proceso histórico desde el Ayuntamiento, el de congregar a todos los sectores y asociaciones para aunar ideas con el fin de materializarlas en lo que llamaron el Plan de todos.
Aunque parece que no es de todos, porque su fondo arrastra una maldición. La misma que han tenido absolutamente todas las normas urbanísticas desarrolladas en Llanes, desde las Subsidiarias hasta los planes generales urbanos. La última mala noticia llegó hace ocho años y fue cuando se inició el nuevo proceso que hoy está en tela de juicio.
La CUOTA aprobó el documento inicial en julio de 2002 y, posteriormente, este organismo hizo lo propio con un texto refundido en abril de 2003. En el año 2007 el Tribunal Superior de Justicia de Asturias declaró nulo el documento. El texto refundido había incorporado algunas recomendaciones hechas desde la propia CUOTA para subsanar algunas deficiencias observadas en el Plan inicial, así como 16 de los 54 recursos que habían presentado particulares. El cambio era susceptible de un nuevo proceso de información pública que nunca se hizo, lo que motivó su anulación. Sin embargo, la norma y sus correspondientes posibilidades continuaron adelante.
Pero eso no evitó que la justicia siguiera su curso para estudiar los recursos interpuestos ya fuera contra toda la norma, o contra alguna de sus partes. Por ejemplo, en mayo de este año la Sala de lo contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) anuló el plan parcial de La Talá. La decisión judicial supone un nuevo varapalo para el Ayuntamiento de Llanes y el Gobierno del Principado, que suman ya cuatro anulaciones -dos parciales y dos generales- en torno al vigente Plan General de Ordenación (PGO), aprobado en octubre de 2002. La anulación del plan de La Talá tiene un significado especial, dado que esta actuación urbanística, que contempla la construcción de medio millar de viviendas junto a la costa, ha sido considerada desde hace veinte años como la «perla», el «escaparate» y el «mejor ejemplo» del modelo urbanístico propuesto por los socialistas de Llanes, basado en la construcción de segundas residencias y urbanizaciones de chalés adosados y unifamiliares.
Son decenas las sentencias que acumulan los ladrillos llaniscos. Tal vez ahora, con el cambio en el equipo redactor y la última advertencia del Supremo, se inicie un nuevo proceso, ahora sí, el que dé vida a la ordenación urbana de Llanes. Para siempre.




* El Comercio - 7.11.10
Foto: Cientos de tejados, en una vista general de la capital llanisca, con los acantilados al fondo - elcomercio

2 comentarios :

RAMONA dijo...

El problema que aquí no se dice es el abuso de poder, el decidir quien puede incumplir la ley a cambio de regalitos, lo ilegal es más rentable para los que nos gobiernan no solo en el dinero que pueden sacar si no también en el poder que se obtiene de los comportamientos mafiosos y caciquiles, poder tener a la población acojonada y obediente, unos esperando a que les caiga algo de las sobras y otros miedosos no vaya a ser que me hagan algo o no me den licencia... El incumplir las leyes cuando interesa y para quien interesa, bordear la ilegalidad constantemente buscando resquicios de las mismas para obtener beneficios particulares y según para quien, el acojonar a la gente con ello, es la costumbre en Llanes. La honradez razonable y cumplir las leyes no dan u otorgan poder alguno de esta clase, te convierte en servidor de la sociedad, como debería ser, pero en Llanes se entiende que la sociedad está al servicio de los gobernantes y su pequeño ejercito de siervos obedientes a cambio de prebendas. La ignorancia también campa a sus anchas, es mas rentable hacer como la avestruz. El nivel de los gobernantes llaniscos es el de la sociedad de Llanes, ni mas ni menos, el que nos merecemos. Tanto urbanismo de 2ª residencia, tanta construcción, se nos llenaba la boca con lo bueno que era que trajimos a miles de trabajadores de fuera y ahora los que nos echaron al paro estamos sin trabajo, eso fue mirar por los de Llanes, aquí es que somos unos campeones, así nos va, y los precios… mis hijos lo van tener muy crudo, pero que les importamos a Dolores, Balmori y los demás que tienen el colchón bien mullidito y calentito.


elcomercio

Anónimo dijo...

Como siempre y en todo lugar la preocupacion del ciudadano es la prepotencia, y el abuso del que nos gobierna o por lo menos tiene algun poder. Es una verguenza que el barrio del Henar este en las condiciones en que se encuentra y los olores que desprende y luego quieran que el turismo nos visite
Sesmos responsables a la hora de votar y preocupemonos de que nos represente gente responsable y honrada comprendo que es una tarea dificil.