Caos sobre la futura Diagonal

ELPAÍS/Barcelona* : La duda planea sobre la futura transformación de la Diagonal y de si, de verdad, el tranvía la atravesará o no en su tronco central, entre Francesc Macià y la plaza de las Glòries. Las dos opciones de cambio que se someterán a consulta ciudadana entre el 10 y el 16 de mayo dibujarán el tranvía ya sea en el modelo bulevar o el de rambla -la tercera es que se quede como está- pero la decisión final igual es otra.

El debate de ayer entre el gobierno municipal y la oposición en el pleno del Ayuntamiento sobre la reforma de la avenida resultó caótico y evidenció la clave electoral en la que se mueve todo el proceso de la Diagonal y todos los partidos. Ni siquiera el bipartito que gobierna la ciudad compartió postura, mientras que los tres partidos de la oposición mantuvieron, también, criterios diferentes. Eso sí, todos dicen estar a favor de cambiar la Diagonal porque la actual funciona muy mal con aceras atestadas de motos, carriles bicis compartiendo espacio con el peatón y con autobuses con la velocidad comercial más baja de la ciudad. Pero nadie define cómo la quiere. "El gobierno municipal apuesta por el tranvía y así se verá en las dos opciones, la A y la B, que se someterán a la consulta ciudadana. Ahora bien, ni la A ni la B hipotecan otra fórmula de transporte que puedan decidir los futuros gobiernos de la Generalitat y del Ayuntamiento". La explicación era del edil de Urbanismo, Ramón García Bragado, cuando expuso un informe en el pleno sobre la reforma de la Diagonal. La "otra fórmula de transporte" a la que se refería son los autobuses de gran capacidad o exprés. "Si gobernamos nosotros, seguiremos apostando por el tranvía, pero la cuestión es que las decisiones sobre el transporte se toman en la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM)", añadió.

La Generalitat tiene la mayoría en la ATM. Con el tripartito actual, el tranvía podría tener el visto bueno. No se sabe, en cambio, qué pasará si hay un cambio de color político.

A juzgar por la argumentación de los socialistas en el pleno, lo que se somete a consulta de 1.400.000 barceloneses es sólo la forma de ordenar el espacio: los 50 metros de ancho de la avenida. De hecho, en el informe que presentaron se apunta las posibles evoluciones que pueden tener los modelos A y B. En alguna de ellas, por cierto, el tranvía desaparece y es sustituido por autobuses de gran capacidad.

CiU fue la formación que inicialmente defendió la unión de los dos tranvías, cuando los socialistas eran reacios a ello. Sin embargo, los argumentos que ayer expuso Xavier Trias, presidente del grupo nacionalista, tampoco contribuyeron a despejar cuál es su postura: “Sólo se habla de la A y la B y no dicen nada de la C —que es ninguna de las dos y que fue la que obligó a incluir CiU—, que significa hacer el cambio de forma progresiva. Esperar a ver cómo evoluciona el transporte público”. “Lo que ocurre es que ustedes dicen no a las dos y no presentan alternativas”, les recriminó García Bragado. En todo caso, Trias aclaró que si es alcalde respetará la opción que salga ganadora en la consulta.

Para Jordi Portabella (ERC) el error ha sido determinar que la columna vertebral de la futura Diagonal en las dos opciones sea el tranvía: “si se pone un sistema tan rígido como el tranvía se hipotecan otras posibilidades. Y no estamos de acuerdo en que las dos opciones partan del tranvía”.

Ricard Gomà (ICV), a diferencia de sus socios de gobierno, mantiene una férrea defensa del tranvía en la Diagonal: “las opciones A y B suponen el sí al tranvía en la Diagonal y la C el no”. Ni siquiera en eso están de acuerdo los partidos que gobiernan la ciudad: “el que no quiera el tranvía también podrá votar A o B porque en cualquiera de los dos casos es posible otro tipo de transporte”. El lío de las posiciones de los partidos fue tal que los ediles acabaron saliendo a los pasillos para intentar aclarar sus argumentos.

¿Y si sale la C, dejarla como está? “Cada vez habrá más barceloneses que se inclinarán por la C o que no votarán porque no entenderán nada”, aseguró Alberto Fernández Díaz (Partido Popular), quien calificó la consulta de “autobombo” del alcalde, Jordi Hereu, y de maniobra de marketing del PSC.

Al margen de la Diagonal, el pleno denegó de forma definitiva la licencia de obras para construir un colegio en el frente barcelonés de Collserola. Se trata de un centro escolar para 1.700 alumnas que promovía la organización ultracatólica Legionarios de Cristo dentro de la Fundación Real Monasterio de Santa Isabel. Es un proyecto que lleva años en liza y que, definitivamente, ha sido descartado, previa oposición de vecinos de esa zona de Sarrià y de grupos de defensa de la sierra de Collserola, por el impacto urbanístico que tendría y el de movilidad. Todos los grupos, salvo el PP, votaron a favor de denegar la licencia y de buscar otro suelo en Barcelona para levantar ese colegio.




* ELPAIS.com - 27.03.10
Foto: Barcelona , la Diagonal - ciutatdebarcelona.com

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