La nueva zona residencial de Viladecans apenas tiene vecinos

ELPERIÓDICO/Barcelona* : Los 10 enormes bloques de la flamante urbanización de Vilamarina, en Viladecans, han tropezado en su propósito de atraer a nuevos vecinos para sus 320 pisos. Desde hace tres años, Sacresa promociona una zona de alto nivel (casi de lujo) en un área privilegiada: frente a la estación de tren, al lado de un parque excepcional y un centro comercial recién inaugurado.


Pero solo unas 40 familias se han trasladado a los nuevos bloques desde que se entregaron las primeras llaves a finales del año pasado. Otros 60 han sido comprados pero mantienen sus viviendas vacías (algunas fueron se adquirieron para invertir), según explica el presidente de los propietarios, Fernando Benito.
La inmobiliaria, que ha tenido que entregar gran parte del complejo a los bancos que lo financiaron para saldar su deuda, lanzará estos días una agresiva promoción para liquidar el último bloque de viviendas. No obstante, la empresa considera que los pisos han sido "bien vendidos y no regalados" a las entidades financieras como BBVA, que ya han desplegado anuncios de venta. Sacresa rebajará entre un 15% y un 35% las viviendas aún por vender. La empresa ya había recortado el 25% unos pisos el año pasado por medio de una oferta que despertó la ira de los propietarios que habían comprado con anterioridad. Entonces, la promotora negoció entregar plazas de párking gratuitas para aplacar los ánimos de los dueños.
Vivir en Vilamarina se ha convertido en el sueño de muchos ciudadanos de Viladecans, que se sienten atraídos por sus jardines, piscina y pistas deportivas. Pero el precio por piso, unos 350.000 euros (600.000, los áticos), ha sido motivo suficiente para alejar de la nueva urbanización a muchos posibles interesados. Sacresa cree que las viviendas se venderán sin problemas, ya que, a su juicio, son una excelente inversión.

EXPANSIÓN DE LA CIUDAD El Ayuntamiento de Viladecans, que planificó a principios de esta década la nueva urbanización y nuevos espacios para acercar la ciudad a la estación de tren, no teme que Vilamarina se convierta en un eje fantasma. "Poco a poco, con promociones, se están vendiendo los pisos. No es una situación que nos agrade, pero no estamos preocupados", explicó el teniente de alcalde José Luis Nicolás.
El proyecto urbanístico no ha estado exento de polémica y el ayuntamiento ha recibido numerosas quejas de ciudadanos que critican la altura excesiva de los 10 bloques, fácilmente reconocibles desde el tren y la autopista. "Se han convertido en el nuevo icono de Viladecans", añade Nicolás. En el complejo no se planificó ninguna vivienda pública pero el municipio asegura que habrá pisos sociales en una zona cercana.
Pese a que seis de los 10 bloques no tienen ningún vecino, el desarrollo de la zona sigue imparable. El centro comercial junto a los edificios fue inaugurado hace pocas semanas y también continúan las obras de urbanización del entorno que harán posible el futuro parque aeroespacial, otro proyecto que intentará atraer a empresas.







* El Periódico - DAVID PLACER - 28.05.09
Foto: La flamante y semidesierta urbanización de Vilamarina, el pasado viernes. - JOAN CORTADELLAS, elperiodico.com

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