Ferrol, Vigo y Lugo tienen los cascos viejos más deteriorados de Galicia

LAVOZ* : Aunque la opinión generalizada sobre los abundantes cascos históricos en torno a los que pivotan ciudades y pueblos gallegos es que ya estuvieron peor, lo cierto es que prácticamente ninguno ha logrado una regeneración integral en los últimos veinte años, mientras que existen abundantes casos de total abandono y degradación.

Hoy en día, la Xunta actúa sobre 41 áreas de rehabilitación diseminadas en 32 ayuntamientos. Poco más de la mitad de esas actuaciones tienen como objetivo la rehabilitación de cascos históricos, algunos de ellos sin que cuenten con un plan especial de protección, es decir, sin un catálogo pormenorizado de los inmuebles incluidos en esas áreas.

El resultado es que, en función de la ciudad, el casco histórico puede presentar un aspecto más o menos aseado, incluso atractivo, o tratarse de un territorio vedado a la vida ciudadana por los problemas de derrumbe que presentan los edificios o las situaciones de marginalidad y degradación que han ido vaciando paulatinamente el barrio de comercios y vecinos. El grado de conservación mejora en función de los años que los concellos llevan aplicando políticas de protección y rehabilitación. Santiago, Allariz y Pontevedra han conseguido integrar con notable éxito sus centros históricos, mientras que Vigo, Ferrol o Lugo se enfrentan al inicio de un largo y oneroso camino para recuperar espacios ciudadanos en estado de auténtica ruina.

Otro problema común que afecta a los centros históricos gallegos reside en la permisividad urbanística que ha hecho en muchos casos que su recuperación sea arquitectónicamente imposible o que, simplemente, la nueva ciudad los haya sepultado.

En los últimos años, las actuaciones urbanísticas sobre los cascos históricos se han incrementado y han permitido, cuando menos, iniciar un camino de recuperación en algunos de estos centros urbanos. La necesidad de encontrar nuevos espacios para la construcción en una etapa de explosión inmobiliaria generó también la codicia especulativa con la adquisición de propiedades arruinadas para revenderlas a precios exorbitados.

Inyectar vida

La Xunta de Galicia pretende revertir definitivamente esa situación con la entrada en vigor de la nueva Lei de Vivenda, que recoge medidas concretas para forzar la rehabilitación de los inmuebles y el adelanto de una parte de las ayudas económicas a las que tengan derecho los propietarios.

Entre las actuaciones llevadas a cabo en los últimos planes se contempla la adquisición de edificios por parte de los consorcios que gestionan los cascos históricos, para ser rehabilitados y puestos luego en el mercado de alquiler como viviendas protegidas, además de dedicar una parte de esos inmuebles a la instalación de servicios públicos que obliguen a visitar la zona y refuercen la vida ciudadana en esos barrios.






* La Voz de Galicia - Jorge Casanova - 4/5/2008
Foto: Ferrol (A Coruña), casco vello - lavozdegalicia.es



NOTICIA RELACIONADA: ¿Recuperar o clonar? - La Voz de Galicia - 4/5/2008

0 comentarios :