Carta al Presidente del Gobierno contra el urbanismo salvaje

LA COORDINADORA CIUDADANA EN DEFENSA DEL TERRITORIO DENUNCIA EL ALEGATO DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO EN FAVOR DEL URBANISMO SALVAJE Y LA INCOHERENCIA DEL GOBIERNO EN LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN. LE EXIGE UNA EXPLICACIÓN Y UN COMPROMISO PARA ACABAR CON EL URBANISMO SALVAJE Y LA CORRUPCIÓN.
Desde los más de 600 colectivos ciudadanos y ecologistas de la Coordinadora Ciudadana en defensa del Territorio denunciamos la incoherencia de la política del gobierno en materia de urbanismo a la luz de las declaraciones realizadas por el presidente del gobierno en la extensa entrevista cuya segunda parte se publicaba en el diario El Pais de 15 de enero de 2007.

Recientemente el gobierno ha dado, por primera vez en la historia de la democracia española, signos de querer atajar el cáncer de la especulación y la corrupción urbanística, como son el reconocimiento de que existe un grave problema de corrupción, de destrucción territorial y de dificultad de acceso a la vivienda, aspectos todos directamente relacionados con la especulación urbanística, o el urbanismo salvaje, como se lo ha venido a llamar en los medios de comunicación.
Si bién estos signos han sembrado ciertas dudas entre los colectivos aquí representados, por ser manifiestamente insuficientes, eran cuando menos el primer paso de reconcimiento de un problema que consideramos debería ser el primero, por su gravedad y múltiples implicaciones, en la agenda política del Estado Español: la especulación urbanística es el problema más grave del estado español.

Sin embargo en la mencionada entrevista con el presidente del gobierno parece ir en dirección radicalmente contraria a la línea de moderación del crecimiento que creíamos implícita en la creciente lucha contra la corrupción y la especulación inmobiliaria, pues en ella el presidente dice claramente que España va a "seguir creciendo en construcción" en lo que parece ser un alegato ultraliberal en favor del boom inmobiliario más propio por otro lado de la derecha y del Partido Popular, que tradicionalmente defiende la especulación descarnada.
El presidente pone como desalentador ejemplo a EEUU, como pais siempre en crecimiento y en crecimiento de la vivienda. Para empezar la burbuja inmobiliaria española es mucho mas fuerte porcentualmente que la estadounidense, si la medimos en términos de población. En España se construyen la mitad de viviendas por año que en EEUU, pero EEUU tiene una población ocho veces mayor, por lo que esto significa que aquí construimos cuatro veces más que en EEUU, proporcionalmente. Por otro lado nos preocupa el significado que pueda tener que el Sr. Zapatero vea de pronto en EEUU un ejemplo a seguir en otros aspectos de la política, como ya hicieran anterioes gobiernos de España, con la deriva que ello supondría.
El presidente asegura que el precio de la vivienda se está moderando, algo radicalmente falso y contrario a la realidad, pues aunque se produzcan altibajos en el ritmo de subida del precio de la vivienda, este no deja de subir galopantemente, ni dejará de hacerlo mientras se prolongue el boom inmobiliario, aspecto este en el que están de acuerdo lo principales expertos en economía y los precios de la vivienda en españa siguen estando muy lejos de la moderación.
El presidente excusa la necesidad de seguir creciendo en la construcción en el crecimiento demográfico, la inmigración y la creación de empleo, argumentos todos que podemos tachar sin duda de demagógicos, y que son los mismos que utilizan personajes como el Pocero para venderle al pueblo las barbaries urbanísticas, los atentados contra el territorio y contra el interés general, como si fueran la fuente necesaria y única del desarrollo. Parece olvidar el Sr. presidente que hay más de 3 millones de viviendas vacías en nuestro pais, y que una de las demandas más importantes que escudan el urbanismo salvaje es de carácter puramente especulativo.
Nos inquieta pensar a qué llama el presidente del gobierno a "seguir creciendo en la construcción": en efecto el sector crece cada año más en España. Si en 2005 se construyó la desorbitada suma de 800.000 viviendas, en 2006 se ha llegado a 900.000. Esta tasa de crecimiento está reconocida por todos los expertos (excepto algunos consultores de la promotoras inmobiliarias) como un disparate, paradigma de insostenibilidad que amenaza nuestro territorio tanto como precariza a la ciudadanía. Si seguimos a este ritmo de crecimiento pronto superaremos el millón de viviendas nuevas al año, lo que supondría duplicar los 20.000.000 de viviendas que hay actualmente en España en un plazo de 20 años. Esto representaría sin duda el mayor expolio medioambiental, cultural y social de la historia europea y acaso mundial.
¿Pretende acaso el Sr. Presidente defender abiertamente que se crezca aún más que ahora? ¿Como pretende el Sr. Presidente frenar la corrupción urbanística si crece la especulación y la construcción? ¿Como pretende el Sr. Presidente que nos creamos que la vivienda va a ser mas accesible si no se frena de inmediato la espiral especulativa? ¿Como va a frenar españa las emisiones contaminantes y ajustarse al protocolo de Kioto si se duplica la demanda del consumo de energía en 20 años, como actualmente predice el ritmo de desarrollo?

A estas alturas los ciudadanos no nos creemos tan fácilmente la mentira del desarrollismo salvaje, un desarrollismo que beneficia solo intereses privados y de los partidos políticos, que se financian a través de la construcción. Acaso en realidad ustedes no quieran poner freno alguno al problema, acaso teníamos razón quienes pensábamos que los tibios amagos del gobierno en reconocer el problema no eran sino una maniobra electoralista para ganarse ciertos sectores del voto.
Acaso no nos sorprenden sus declaraciones, pero no por eso dejan de ser inaceptables en el líder de un gobierno que se pretende de izquierdas, o aun de centro y que venía enarbolando un discurso en el que por fin, y ya era hora, se hablaba de poner freno al problema.

Sr. Zapatero, como bien sabe la corrupción urbanística es inseparable de la especulación, y esta del desarrollismo salvaje que ested parece defender.

Nostros exigimos moratoria inmediata en las recalificaciones y freno paulatino en la construcción, hasta que de aquí a dos años, no más, se halla implantado una alternativa económica para España. El más tibio de los discursos coherentes con el artículo 47 de nuestra Constitución debería, como mínimo, hablar de frenar el ritmo de crecimiento del sector de la construcción. Usted habla de que crezca más todavía.

La economía de España no puede basarse en la destrucción del territorio, del patrimonio y en la precarización de la ciudadanía. Es su responsabilidad elaborar un plan global de alternativa económica para el pais, de forma que el empleo y la economía dejen de estar dependiendo peligrosamente de la burbuja inmobiliaria.

Cada vez son más las voces que proclaman la barbarie de lo que en España está sucediendo. Del presidente del gobierno exigimos una integridad en el respeto de los intereses ciudadanos. No puede ser, y no toleraremos, que tras cuatro décadas de destrucción del territorio, corrupción y precarización de la ciudadanía el gobierno enarbole aún un discurso desarrollista que trata de vender el urbanismo salvaje como la solución económica para el pais. Si consideran que los ciudadanos vamos a permanecer callados ante esta barbaridad, se equivoca, Sr. Presidente.

Gobierne quien gobierne, el territorio no se vende. Exigimos un freno tajante e inmediato al crecimiento urbanístico, que es sinónimo de destrucción territorial, inaccesibilidad de la vivienda y corrupción. La corrupción es la mayor amenaza para las democracias. ¿Hasta donde pretenden ustedes llegar con la corrupción y la especulación urbanística?

Jaime del Val
Portavoz de la Coordinadora Ciudadana en Defensa del Territorio

La Coordinadora Ciudadana en Defensa del Territorio es una federación estatal integrada por más de 600 colectivos de todo el Estado Español.

www.nosevende.org

1 comentarios :

Unknown dijo...

El propio presidente reconoce en la entrevista, con la boca pequeña, que ése es el GRAN TEMA. Luego, algo sabe y oculta.
Pero sólo hay que oir hace unos días al vicepresidente Solbes declarar, cínicamente, que las viviendas en España se están vendiendo "sin ninguna dificultad" pese a su precio. Y que la economía, gracias a la construcción y al "boom" inmobiliario, va bien.
La realidad es que todos saben, y sabemos, lo que está pasando, pero parece que no interesa demasiado ni política ni económicamente cambiar la situación... mientras se pueda.
El precio de estas decisiones urbanísticas erróneas es una creciente conflictividad social y un territorio insostenible que pagaremos, y pagarán, lamentablemente, las futuras generaciones.