Murcia: El atracón inmobiliario deja 18.000 viviendas sin vender

LAVERDAD* : La vida de un edificio se mide por el número de felpudos de los pasillos. Al recorrer las plantas del bloque Puerta de Murcia, antes de llegar a la plaza de los Cubos, en la capital, los remates de madera, los embellecedores de las cerraduras y los pomos brillantes de las puertas, casi vírgenes, se sienten solos. No hay pisadas, no hay movimiento; faltan felpudos, falta trasiego, falta vida.

Entrar en este edificio, construido hace dos años en una de las zonas más jugosas de la capital, es entrar en la realidad del sector inmobiliario. Poca luz y un fuerte olor a cerrado son las cartas de presentación del bloque de viviendas. En total son 32 pisos de primera calidad. De las 32 puertas, sólo dos tienen felpudo. Sólo dos tienen vida en su interior. De las 32 viviendas, sólo cuatro están escrituradas. El resto, que se abaratan cada mes en busca de un dueño que no aparece, tendrán que esperar. Todo el mundo tiene una idea de qué ha fallado exactamente ¿Por qué se quedan sin vender casas con una excelente relación calidad-precio a tres o cuatro kilómetros del centro de la capital? Todos los caminos, todas las respuestas, conducen a la crisis económica y su impacto en el sector de la construcción. Un ejemplo claro lo representa este inmueble del norte de la capital, rodeado por otros que incluso se han abandonado a medio hacer.
Es muy probable que, si la situación económica no hubiera afectado de semejante manera al sector, este edificio rebosara vida por sus cuatro costados enladrillados. Pero no. «Había más viviendas apalabradas e incluso muchos habían dado ya la entrada, pero al final se ha echado para atrás el 50% de los que estaban interesados. ¿Por qué? Está claro, muchos contaban con tener un crédito hipotecario que al final no se ha producido. La crisis financiera ha hecho mucho daño», asegura el encargado del mantenimiento del edificio. La opinión de este trabajador no es aislada y cunde en el resto del sector. También apunta a la situación financiera como principal factor responsable Juan Hernández Albarracín, presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Región. «Está claro que los créditos se han estrangulado de forma considerable y eso ha repercutido en que las dificultades para adquirir una vivienda se hayan multiplicado. La situación ha cambiado».
Asimismo, Hernández Albarracín reconoce que, en estos años, «también ha habido buenas y malas decisiones empresariales. No se puede culpar al sector en su conjunto. Hay casos en los que se han construido urbanizaciones de lujo en el interior de la Región, muy alejadas de la costa, con precios altos y cuando el sector ya había tocado techo. Esas viviendas van a tardar mucho en ser vendidas, si es que algún día se venden, porque hay muchos inmuebles que no se van a vender. Ni mañana, ni el año que viene, hay que ser realistas».
Pero el recorte de la financiación, tanto para promotores como para compradores, y las decisiones empresariales equivocadas pueden no ser los únicos culpables de que las viviendas vacías existentes en la Región de Murcia se cuenten por decenas de miles. Los promotores inmobiliarios calculan que el número de viviendas que actualmente se encuentran en stock -viviendas construídas que aún no se han transmitido- en la Región de Murcia no supera las 18.000 unidades. Pero hablar del número total de viviendas vacías que hay a día de hoy en la Comunidad es adentrarse en un terreno, cuanto menos misterioso, en el que la información por parte de todas las administraciones brilla por su ausencia.
Datos oficiales
Los últimos datos oficiales son de hace la friolera de ocho años, allá por el 2001. Según el INE, el número de inmuebles vacíos era de 85.596 hace ocho años, cuando el parque total de viviendas de la Región ascendía a 592.613. Es decir, que del total de inmuebles, el 14,4% estaban deshabitados por uno u otro motivo. Pero en ocho años han llovido muchos ladrillos. Si hiciéramos la cuenta de la vieja y aplicáramos el mismo porcentaje de viviendas vacías del 2001 al año pasado, cuando el parque ascendía a 778.815 inmuebles, el número de pisos vacíos sobrepasaría las 112.000 unidades. Eso, suponiendo que el porcentaje fuera el mismo, lo que parece altamente improbable a tenor de la caída que han experimentado las ventas y el crecimiento de la construcción en los últimos tres años. De esas 778.815, el 62% (486.151) son viviendas principales, o de primera residencia, y el 38% restante (292.664) son no principales, o de segunda residencia, tal y como reflejan los datos del Ministerio.
Otro dato que debería, al menos, hacer reflexionar a los responsables de turno es el desfase que se ha acumulado en los últimos diez años entre el aumento del porcentaje de residentes en la Región y el de viviendas terminadas. Del año 1998 hasta el 2008, el número de murcianos ha crecido en 311.041, lo que supone un 28% de incremento. Sin embargo, el aumento de viviendas terminadas es superior, ya que ha experimentado una variación del 36,5 % en el mismo periodo de tiempo. Es decir, en la última década, se han terminado 209.882 viviendas. Si la cifra la contrastamos con el número de nuevos residentes faltarían casas para todos. Pero pocas viviendas albergan a una sola persona. En general, cada hogar está compuesto por tres miembros, según se refleja en los cálculos del Ministerio de Vivienda. Si dividimos entre tres esos 311.041 nuevos murcianos, el resultado es el número de hogares formados en estos diez años: 103.680. Unos cien mil menos que el número de viviendas construidas desde el año 2001.
A este panorama se une, en el caso del municipio de Murcia, el hecho de que el parón inmobiliario haya dejado en suspenso 26.000 viviendas proyectadas en la zona norte. En el plan parcial Nueva Condomina sólo se han levantado 250 viviendas sobre las 3.000 previstas. En los seis desarrollos situados al Este aún no se han visto las máquinas. Dos tienen la aprobación definitiva del Ayuntamiento, pero están esperando a que se anime el sector para pedir las licencias de construcción.
Soledad y música alta
Esta pila de datos, sin embargo, tienen fiel reflejo en decenas de edificios vacíos, llenos de persianas bajadas. La Verdad se trasladó a la zona norte de la capital, en el área de Juan Carlos I y Juan de Borbón, para realizar un recorrido visual de las fachadas de reciente -y no tan reciente- construcción. Para que una imagen valiera más que mil palabras y mil datos de diferentes organismos. Haga la prueba.
En uno de estos edificios sin vida de la zona norte, rodeado de otras construcciones en una situación similar, el periodista busca en el suelo un felpudo. Un felpudo que indique que, tras la puerta, hay vida. Y allí está. Al fondo del pasillo de la segunda planta. Justo donde, poco antes, un empleado de una empresa de seguridad colocaba una alarma. La persona que abre la puerta es el propietario. Uno de los pocos del bloque. Dice que recurre a la seguridad privada «porque es una zona que está muy solitaria y en la que hay muy poca gente, y paso mucho tiempo fuera de casa. Prefiero prevenir que curar». Además, le gustaría que hubiera más gente en el edificio «porque, en el caso de que pasara algo grave, no tienes nadie a mano a quien recurrir. Sobre todo, se siente soledad».
Pero vivir prácticamente solo en un edificio de 32 viviendas tiene también sus ventajas. Es probable que una persona timorata nunca quisiera estar sola en un edificio deshabitado, pero hay quien le saca el lado positivo. No todo es pedir sal al vecino y dar los buenos días en el ascensor: «esto tiene una ventaja -asegura el entrevistado-. Y es que, al no haber más habitantes, puedo poner la música al volumen que quiera, porque no molesto a nadie ni nadie me molesta a mí. Pongo la música tan alta como quiero a la horaque quiero». No todo el mundo puede decir lo mismo. El encargado de obra del inmueble, que acompaña a 'La Verdad' durante el recorrido por el bloque de viviendas, lo deja claro: «los pocos vecinos que hay en el edificio me preguntan cuándo vendrá más gente, pero yo no sé qué contestar. 'Ojalá sea pronto' suelo decir, pero no lo veo nada claro». Hasta que no haya más felpudos, no habrá más vida.

¿BUSCA USTED OFICINA?
La 'ciudad de los negocios', al 50%

El edificio JC1, uno de los más representativos de la capital desde el pasado mes de mayo, dispone de 12 plantas para oficinas, de las que ya se ha alquilado el 50%. Es decir, seis plantas. Los locales se alquilan desde 9 euros por metro cuadrado.
Las 'torres gemelas' esperan inquilinos

Las ya conocidas como torres gemelas de Murcia, construidas cerca de las Atalayas y terminadas hace poco menos de medio año, disponen de un buen número de oficinas de las que aproximadamente la mitad están ocupadas. El rascacielos espera compradores e inquilinos.
Bloques abandonados a su suerte

No es difícil encontrar bloques de oficinas que han quedado abandonados en plena construcción por la imposibilidad de acometer la obra. Uno de ellos es el de la imagen, entre Juan Carlos I y Juan de Borbón. Edificios fantasma que ensucian el horizonte.
EL SECTOR:
778.815 es el número total de viviendas en la Región. Hace ocho años, en el 2001, había 592.613.
18.000 viviendas en 'stock' en la actualidad, según los datos de los promotores inmobiliarios.
85.596 inmuebles vacíos en la Región, a fecha del 2001. La cifra podría superar actualmente las 112.000.
POR ZONAS:
Murcia. La capital acapara más de la cuarta parte del total de viviendas terminadas en la Región en los últimos diez años (41.951)
La costa. El 36% de las viviendas terminadas desde 1999 se ha edificado en los municipios costeros, sin contar Lorca ni La Unión.
Municipios sin grúas. Entre nueve municipios (Albudeite, Aledo, Blanca, Campos del Río, Moratalla, Ojós, Ricote, Ulea y Villanueva) sólo representan el 1,13% de los inmuebles construidos en diez años en la Región.
El caso de Ulea. La localidad levantó 55 casas en el 2007, casi el triple que en una década.






* La Verdad - DANIEL VIDAL - 29.11.09
Foto: Sólo una ventana con luz en uno de los edificos recién construidos en la zona norte de Murcia. | GUILLERMO CARRIÓN / AGM

0 comentarios :