El despido de Roca o cómo quedarse de piedra

SUR/Málaga* : Parecía que Marbella había perdido su capacidad de asombro tras el estallido del 'caso Malaya' y el entramado de cloacas hediondas que salió a la luz, pero no. Un nuevo ejercicio de cinismo de Juan Antonio Roca, ex asesor de Urbanismo, vuelve a dejar de piedra, nunca mejor dicho, a todo el que se haya topado con este titular: 'Roca pide la readmisión a su puesto de trabajo o una indemnización'.

Después de tres años y medio en la cárcel, 'interruptus' por sólo nueve días, el Ayuntamiento mandaba al paro el 24 de agosto al presunto cerebro de la trama de corrupción municipal por faltar al trabajo. Literal.
Los motivos, para echarles de comer aparte. Pero eso no es lo peor. En un alarde de desvergüenza sin parangón, el murciano se resiste a salir de la nómina municipal y ha pedido a las autoridades laborales un acto de conciliación con el Consistorio para volver a su puesto de trabajo o, cuanto menos, asegurarse una indemnización millonaria -podría ascender a 230.000 euros- que tendría que salir de los mismos a los que deberá indemnizar si la sentencia condenatoria por el 'caso Saqueo' se hace firme. De ida y vuelta. Y lo dicho, de piedra.
DESPIDO
Absentismo de tomo y lomo
Pero vayamos por partes. Primero: El finiquito tardío. El PSOE anunciaba el jueves que el equipo de gobierno había resuelto hacía diez días el despido de Roca por «faltas repetidas e injustificadas a su puesto de trabajo». Los socialistas tomaban la delantera y desvelaban la medida, que pone fin a un absentismo de tomo y lomo y nada discreto, quizá porque los argumentos esgrimidos para mandarle al Inem eran difícilmente defendibles en una rueda de prensa por la alcaldesa, Ángeles Muñoz.
Con un rosario de imputaciones vinculadas a la presunta trama de corrupción municipal que dejó tiritando las arcas municipales, dos sentencias firmes y otra camino de serlo, los asesores jurídicos contratados por el Ayuntamiento han considerado que hacer novillos es el argumento de mayor peso para blindar el despido ante las reclamaciones, ya en marcha, del ex asesor de Urbanismo. Así lo aseguró la alcaldesa, Ángeles Muñoz, que apostilló que Roca no tenía cabida en la nueva estructura municipal. Sólo faltaría eso.
No por jurídicamente impecable -si lo es o no tendrán que determinarlo las autoridades laborales- deja de ser sangrante que el presunto cabecilla de la pandilla de supuestos delincuentes (con personajes como éste toda cautela es poca) haya acabado en el paro no por su currículum de despropósitos hacia Marbella sino por algo tan nimio dadas sus circunstancias como faltar al trabajo estando además encarcelado. Eso si se obvia que el absentismo comenzó a contar hace tres años y medio y que la primera sentencia firme, la puntilla que estaban esperando los juristas para transformar la suspensión del contrato en causa de despido disciplinario, llevaba varios meses sobre la mesa. Se mire por donde se mire, el despido de Roca llega tarde y mal.
ACTO DE CONCILIACIÓN
El culmen del surrealismo
Y Roca, lejos de tener un ápice de dignidad y dejar las cosas como están, vuelve a exhibir su cinismo. Ha contratado un abogado laboralista para recurrir la decisión y ya ha reclamado desde la trena volver a su puesto de trabajo o, por contra, que le indemnicen por despido improcedente a razón de los 9.066,83 euros de salario al mes, incluidas pagas extras y prorrateadas, lo que sumaría cerca de 230.000 euros. El acto de conciliación entre ambas partes, el culmen del surrealismo, tendrá lugar el 15 de septiembre en el Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación (CMAC) de Málaga. El PSOE ha pedido al que fuera mano derecha de Jesús Gil que retire la demanda por respeto al pueblo pero pedirle a Roca que tenga miramientos con la ciudad vapuleada al paso del gilismo además de inútil es como predicar en un desierto donde no hay un oasis de moralidad.
'CASO MALAYA'
El juez se queda seis meses más
Que se lo pregunten si no al juez instructor del 'caso Malaya', Óscar Pérez, al que por cierto le toca volver a revisar una petición de libertad de la defensa del ex asesor de Urbanismo. El magistrado, que se conoce al dedillo las andanzas de la pandilla gilista, ha vuelto a ser noticia esta semana. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha decidido prorrogar su estancia en la ciudad seis meses más para que pueda cerrar la investigación. Pérez, que destaca por su minuciosidad, pidió el traslado al Juzgado de la Contencioso-Administrativo de Málaga tras dos años al frente del caso que más ríos de tinta ha hecho correr en los últimos tiempos. Su marcha, por tanto, no será inmediata. Quedan algunos flecos por cerrar y no sería de recibo que un tercer juez llegara de nuevas y empezara desde cero. Marbella no puede esperar más tiempo a que se haga Justicia.







* SUR - 06.09.09 -CRISTINA GONZÁLEZ
Foto: Marbella, gerencia urbanismo - elmundo.es

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