Los vecinos de un pueblo leonés consiguen echar temporalmente a una comunidad de monjes benedictinos

INFOCATÓLICA* : El monasterio benedictino de San Salvador del Monte Irago, ubicado en Rabanal del Camino (León), atraviesa días convulsos. La polémica habida en torno a la restauración de la iglesia románica del pueblo ha provocado que los monjes abandonen la vida regular en su comunidad para pasar unos días de silencio y oración en otro monasterio de la Orden.

La salida de los monjes ha tenido que efectuarse con una escolta de la Guardia Civil para proteger a los religiosos. El traumático abandono se produce precisamente en un momento de gran afluencia de peregrinos del Camino de Santiago, a los que los monjes atienden en sus necesidades tanto espirituales como físicas. La comunidad monástica ha publicado un comunicado en el que lamenta los hechos ocurridos, muestra su deseo de regresar al monasterio desalojado, advierten de que la protesta violenta ha sido protagonizada por personas que no son católicos practicantes de la parroquia y piden a las autoridades públicas que asuman sus responsabilidades para restablecer la convivencia en paz y en justicia. La diócesis de Astorga ha publicado también una nota de apoyo a los monjes.


(ReligiónConfidencial/InfoCatólica) Detrás de lo que los monjes han dado en llamar “tumultos” está la polémica en torno a la restauración de la iglesia románica de Rabanal del Camino, de la que es párroco uno de los monjes del vecino monasterio. Dicha iglesia cuenta con aproximadamente un millón de euros como fondo para su restauración. Se trata de un Bien de Interés Cultural y, por tanto, el proyecto depende de la Dirección General de Patrimonio de Castilla y León. La Dirección General ha terminado por desviar la ejecución de la restauración –y, por tanto, la responsabilidad en la gestión de los fondos- al ayuntamiento de Santa Colomba de Somoza, municipio del que depende la pedanía de Rabanal del Camino.

Tanto la parroquia como la diócesis de Astorga se han negado a que sea el ayuntamiento –en manos del Partido Popular- el que promueva las obras. La reacción airada de unas sesenta personas concernidas por la restauración ha alterado de modo insostenible la vida de los consagrados, a los que se les achaca “la pretensión de alterar no sólo la estructura arquitectónica del templo, sino de modificar, incluso, la configuración urbanística del pueblo”, según han afirmado los monjes en una carta circular enviada a los amigos del monasterio.

Otras acusaciones resultan, si cabe, más sorprendentes: se acusa a los monjes de “no escuchar a las autoridades locales a la hora de organizar los actos litúrgicos” y aun de robar imágenes de la iglesia. Los monjes, conocedores de que “la exclusión del Ayuntamiento en la gestión de tan importantes fondos económicos ha originado toda esta situación”, han sufrido “insulto, injuria sistemática, amenazas de violencia física” y atranco de puertas del convento, además de las acusaciones de distintos medios de comunicación a los que no piensan hacer declaraciones.

El día 13 de agosto, la Junta Vecinal de Rabanal del Camino, en concejo público al que fueron convocados todos los vecinos excepto el monje-párroco, también vecino empadronado en dicha localidad, propuso el envío de una carta de protesta a la Junta de Castilla y León. Dicha carta contenía los datos de un proyecto todavía en fase de redacción y han inducido al equívoco a los vecinos de Rabanal. Las disposiciones hasta ahora aceptadas por las autoridades han sido rechazadas.

Los monjes de San Salvador del Monte Irago están ya más preocupados por la restauración de la vida monacal que por la de la propia iglesia, y se han mostrado especialmente dolidos porque en un punto de tradicional acogida en la Ruta Jacobea hayan tenido que oír gritos de “fuera de este pueblo”.

La polémica, todavía soterrada, no es la primera que afecta al Ejecutivo de Juan Vicente Herrera en su trato con las órdenes religiosas: a este respecto, se cita el caso de una clausura de Clarisas en Segovia, de enorme valor artístico-monumental por sus artesonados, que sufre el olvido económico de la Dirección General de Patrimonio de la Junta.

Comunicado del Monasterio de San Salvador del Monte Irago

Los pasados días 15 y 16 de agosto, se produjeron sendos tumultos durante la celebración de la Eucaristía, en Rabanal del Camino, durante los cuales no sólo se profirieron insultos contra los monjes sino que, debido a sus actitudes violentas, fue precisa la intervención de la Guardia Civil, para proteger su integridad física, viéndose obligados a abandonar el pueblo.

Ante tan tristes acontecimientos, la comunidad de monjes benedictinos de San Salvador del Monte Irago quiere manifestar lo que sigue:

1. Deploramos el empleo de la violencia física o moral como medio de solución de cualquier conflicto.

2. A causa de la violencia del tumulto, hemos sido llamados a nuestra Abadía de Santa Otilia por nuestro Superior, el Archiabad, con el conocimiento de las autoridades eclesiásticas competentes. Lamentamos, con ello, la situación de desatención que, de hecho, se produce no sólo en nuestras Parroquias sino, también hacia los cientos de peregrinos que cada día esperan encontrar en Rabanal del Camino la presencia espiritual del Monasterio. Y, deseamos, a la menor brevedad posible, poder reanudar nuestra vida monástica y pastoral ordinaria.

3. Ante la oposición manifestada por la Junta Vecinal de Rabanal del Camino y del Ayuntamiento de Santa Colomba de Somoza (del que depende Rabanal) al proyecto de restauración de la iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción, solo podemos decir que dicho templo está declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León y, en cuanto tal, corresponde únicamente a la Dirección General de Patrimonio la responsabilidad sobre cuantos obras se lleven a cabo en él. Por otra parte, la responsabilidad sobre la gestión urbanística corresponde, en exclusiva, a las autoridades municipales de Santa Colomba de Somoza. Nos parece inadecuado, en consecuencia, querer imputar al Monasterio de San Salvador responsabilidad alguna sobre dichas materias.

4. Por otra parte, nos consta que el Proyecto de Restauración de la iglesia de la Asunción, a día de hoy, no ha sido presentado a la aprobación del Ayuntamiento de Santa Colomba de Somoza. Desconocemos, por tanto, el fundamento de la protesta tanto de éste, como la Junta Vecinal de Rabanal del Camino. Por nuestra parte, hemos colaborado con las autoridades de Patrimonio, cediendo el templo para la realización de dos excavaciones arqueológicas, a pesar de las molestias que ello nos ha causado. Somos conocedores, eso sí, de la finalidad última de dicha intervención, consistente en poner en valor los importantes hallazgos románicos descubiertos hace nueve años. En cuanto a los retablos barrocos que ocultaban dicha estructura románica, fueron reubicados, junto con todas sus imágenes, en los otros dos templos barrocos existentes en Rabanal, hecho fehacientemente conocido y contrastado por las autoridades competentes de Patrimonio, además de la feligresía.

5. Si bien se reconoce la tutela de la Dirección General de Patrimonio sobre dicho Bien de Interés Cultural, también afirmamos, sin ambages, la titularidad de la propiedad de todos los templos de Rabanal del Camino por parte de la Parroquia Católica de Nuestra Señora de la Asunción (Obispado de Astorga), persona jurídica reconocida por la legislación civil española, a favor de la cual dichos bienes se encuentran inscritos en el Registro de la Propiedad, incluyendo en dicha titularidad cuantos bienes muebles se hallan allí contenidos.

6. Como consecuencia de la declaración de aconfesionalidad recogida en la Constitución Española de 1978 y la subsiguiente legislación en materia de libertad religiosa, resulta inadmisible la pretensión de las autoridades locales de imponer formas y contenidos en las celebraciones litúrgicas católicas.

7. Los pueblos del Camino han acogido, a lo largo de los siglos, peregrinos en tránsito hacia la tumba del Apóstol Santiago. Tristemente, en cambio, hemos vivido en Rabanal una violenta protesta protagonizada por no más allá de cien personas, que en su inmensa mayoría no son miembros de la Parroquia Católica. Esto ha provocado la marcha de los monjes y el cese de las actividades del Monasterio que no sólo ha venido atendiendo espiritualmente a los feligreses que habitualmente residen en el pueblo sino que, sobre todo, ha orientado sus esfuerzos en acoger a muchos miles de peregrinos que, cada año, han participado libremente en sus servicios religiosos. Ellos son, sin duda, los grandes perjudicados de toda esta lamentable situación.

Nuestro Señor, venerado en Rabanal como el Bendito Cristo, nos manda amarnos y perdonarnos. En este espíritu, pedimos disculpas a cuantos se puedan haber sentido ofendidos por nuestras acciones, al mismo tiempo que perdonamos cuantas ofensas hemos podido recibir a lo largo de estos días.

Al mismo tiempo, esperamos que las autoridades públicas asuman sus responsabilidades, y pongan cuanto está de su mano para restablecer una convivencia en paz y en justicia.

Santa Otilia, a 24 de agosto de 2009
La comunidad de monjes de San Salvador del Monte Irago.






* InfoCatólica - 25.08.09
Foto: infocatolica.com

4 comentarios :

MARIBEL dijo...

HA SIDO INDIGNANTE LA ACTUACION DE LOS "VECINOS" DE RABANAL DEL CAMINO CON LA COMUNIDAD BENEDICTINA. HA SIDO DE UNA ZAFIEDAD FUERA DE LIMITES.SI QUERIAN QUE SALIESE EL PUEBLO EN T.V. LO HAN CONSEGUIDO PERO DE LA MANERA MAS RUIN QUE EXISTE Y ELLOS LO SABEN.ADEMAS LA MAYORIA NO VIVEN EN EL PUEBLO NADA MAS QUE EN VACACIONES. QUE SEAN MAS CIVILIZADOS Y SEPAN HACER LAS COSAS.

txokomari dijo...

Son dos los aspectos a tener en cuenta. Por un lado la intención de la Junta Vecinal (del PP) de meter la mano en el saco de la subvención, que ha sido el orígen de la trama. Y por otro lado el sacrilegio masivo de los veraneantes en el pueblo que protagonizaron el ataque con blasfemias, insultos e intentos de agresión. A estos últimos falta denunciar desde la disciplina canónica con medidas severas. Es el Obispado de Astorga el que tendría que tener el coraje suficiente para denunciar, censurar y castigar estos hechos desde el punto de vista canónico. No se puede considerar cristiano un acto público tan zafio e irreverente, ni cristianos a los que participaron. Una persecución religiosa en regla, protagonizada por pseudo-cristianos que solo van a misa en todo el año el día de la fiesta, mezclando el folclore con la liturgia. Si de verdad hay libertad religiosa, que se denuncien estos hechos.

Anónimo dijo...

Lo que tienen estos, son mucha cara, llegaron sin nada y poseen un gran patrimonio y lo raro es que se preocupan mucho por los feligreses que poseen patrimonio y no tienen herederos, ¿esto es la religión o negocio?

Anónimo dijo...

¡Hay Maribel que triste debes de estar porque ya no ves a tus monjes!, que penita me das, miralo por el lado de que ya no tienes que ir a limpiarle la iglesia y el monasterio, ya tendrás más productos de la huerta en tú despensa etc., no critiques a tús vecinos porque reclamen sus raices, sus tradiciones y menos su religiosidad, no eres el mejor ejemplo de vecindad, mucho ir a misa y luego no dejas títere con cabeza YO PREFIERO A LOS ATEOS.