Edificaciones rurales en peligro de muerte

LEVANTE/Valencia* : La ciudad tiene más de 300 edificaciones rurales en condiciones deficientes que están abandonadas por sus propietarios y desde la administración no se arbitran planes para recuperarlas y dotarlas de uso público ni tampoco se obliga a los dueños a mantenerlas en debidas condiciones.

Más de 300 edificaciones características de la arquitectura rural, como alquerías, barracas y casas rurales, existentes en el termino municipal de Valencia en suelo urbanizable se encuentran en unas condiciones deficientes.
Los motivos han sido la ausencia de interés de las administraciones para exigir a sus propietarios a mantenerlas en condiciones y en el caso de las destinadas a equipamiento público pocas son donde se han acometido obras desde las instituciones para mantenerlas. La mayoría de los inmuebles se encuentran en un estado de abandono y en riesgo de desaparición si no se interviene.
Las consecuencias directas de esa situación han sido el expolio de materiales en los edificios abandonados; los incendios se han sucedido y las alteraciones en su estructura se han hecho sin control patrimonial alguno. En los últimos meses han tenido lugar incendios en varios edificios históricos sitos en Benicalap y en Sant Isidre sin que desde el ayuntamiento se haya anunciado medida alguna para impedirlos.
El concejal socialista Juan Soto ha sido el último que ha dado la voz de alarma sobre la situación de las edificaciones rurales. Su planteamiento ha caído en saco roto debido a que la respuesta del equipo de gobierno ha sido que "mientras ellos piden planes nosotros rehabilitamos".
La realidad es bien diferente porque los altos costes de las obras han dado lugar a aparcar esos proyectos a la espera de que los privados lo ejecuten o que los dueños lo hagan, como ha sucedido con una en la zona del Camí de Montcada. De las actuaciones directas del consistorio sólo hay una en marcha en unas edificaciones en la calle Santa Rosa rehabilitadas por escuelas taller y sin un obrero en meses y meses hasta hace unos días.
El concejal de Urbanismo, Jorque Bellver, explicaba que "en los últimos años hemos recuperado 20 y otras se declararan Bien de Relevancia Local en la revisión del PGOU con lo cual se darán mayores garantías para su conservación e incrementar el nivel de protección".
Y lo último que se aprobó fue en noviembre de 2008 cuando se encargo a Aumsa la elaboración de un estudio de paisaje que incluya el catálogo rural del término municipal.
La revisión del plan al que hace referencia Bellver incluye las siguientes alquerías como Bien de Relevancia Local (BRL). Estas son la del Rey, en el Parque de Cabecera; la de Fonda, en Poble Nou; la del PI, en Casas de Bárcena; la de San José y el Pino Hermoso, en el Camino Viejo de Godella, la de La Torre, en la ampliación el Parque de Benicalap; la de Ferrer, en el Camino Molino de Campaneta y la de Rocatí en el camino del mismo nombre.
El Consell Valencià de Cultura ha urgido al ayuntamiento a poner en marcha un plan para recuperar el patrimonio que desde la oposición han reclamado y denunciado en diversas ocasiones. Así han puesto sobre la mesa las malas condiciones de más de 60 edificios. Entre ellos figuran la Alquería del Moro y la de Julià, el conjunto de edificaciones de Benicalap Norte o la de Falcó de Torrefiel.
Un ejemplo de la falta de control sobre las edificaciones es la Alquería de Volante de propiedad municipal situada junto al bulevar sur. A principios de 2000 ocurrió un incendio y quedó abandonada pero el equipo de gobierno del consistorio la incluyó como edificio relevante en una oposición.
De las ocho camino de BRL cinco están abandonadas
Ocupadas, incendiadas, puertas destrozadas y tejados en malas condiciones con peligro de hundimiento. Ese es el panorama con el que el ciudadano se encuentra cuando se acerca a cinco de las alquerías camino de la más alta protección. La del Rei, que se encuentra junto al Bioparc, esta abandonada y ha sido ocupada en distintas ocasiones; la de La Torre está junto al parque de Benicalap y está ocupada por familias rumanas y forma parte de la permuta que el Valencia C.F. debe formalizar desde hace años con el ayuntamiento. La tercera edificación es la de Ferrer sita en el Camino de la Campaneta y completamente abandonada. La cuarta es la de Rocatí, en Faitanar, que ya ha tenido varios incendios y la del Pi, en Casas de Bárcena que se ha apuntalado para evitar que se derrumbe. Hasta el momento no existe un plan de recuperación ni tampoco intenciones a corto plazo para rehabilitarlas.






* Levante-EMV - PACO VAREA - 12.07.09
Foto: Edificaciones rurales en peligro de muerte - levante-emv.com

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