El Ayuntamiento de Arrecife derriba diez viviendas construidas ilegalmente

LAPROVINCIA/Lanzarote* : Era el sonido de la Justicia llevada a su extremo último. El ruido quebrado y caótico de la demolición se adueñó ayer a partir de las nueve y media de la mañana del barrio de Argana Alta, en Arrecife, mezclándose de paso con el olor putrefacto procedente del vertedero que los vecinos soportan desde hace años sin que nadie le ponga remedio.

El Ayuntamiento, amparado en una orden de demolición de noviembre de 2007 y en una resolución judicial, inició el derribo de diez viviendas adosadas construidas en la calle Balayo, sin licencia, en suelo no edificable.

Las casas, de dos plantas, están lejos de ser un proyecto a medias. Los exteriores de la hilera de viviendas eran un conjunto bien rematado, debidamente pintado en tonos ocres y pastel en uno de los bordes al norte de la barriada. Además, el ataque de la picareta dejó al descubierto las intimidades del interior, donde se veían baños alicatados hasta el techo, los calentadores de agua e incluso puertas de madera que los operarios de la promotora intentaron rescatar a primera hora, aunque los agentes de la Policía Local les impidieron el acceso. Incluso entre la espiral de polvo y destrucción emerge la anécdota, como esa cerveza que uno de los obreros de la empresa, Construcciones Míguez Lanzarote SL, dejó en el interior de uno de los bloques de la pared. En los llanos, algunos curiosos aprovecharon para hacer fotos del espectáculo.

El concejal de Urbanismo, Ubaldo Becerra, comentó a este diario que esta promoción no tenía otro destino que acabar en el piso. Recordó, entre otros detalles, que la licencia fue denegada a principios de 2006 y que, a pesar de eso, la promotora continuó con las obras vulnerando los precintos al menos en dos ocasiones. Según apuntó el edil, incluso existen actas policiales de denuncias vecinales por el desarrollo de los trabajos en plena noche, con los focos de los vehículos de la empresa y de los trabajadores alumbrando el trajín nocturno.

Becerra precisó que los derribos supondrán un coste aproximado de 30.000 euros que la corporación local derivará a la promotora, al igual que hará con las costas procesales. Subrayó asimismo que la firma deberá hacer frente también a la correspondiente sanción municipal.






* La Provincia - GREGORIO CABRERA - 29.10.2008
Foto: Un momento de la demolición iniciada ayer por la mañana en Argana Alta. ADRIEL PERDOMO, laprovincia.es

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