Málaga: La industria deja paso a los rascacielos en la capital.

GAS* : El pasado 14 de agosto, era aprobado con carácter provisional el nuevo PGOU de la ciudad, donde finalmente se especifica que los últimos suelos con especificidad industrial, quedan transformados en suelo urbanizable. Las fábricas de teléfono de Citesa, la de amoniaco, la Térmica o los depósitos de Repsol, serán sustituidos por edificios de gran altura y de carácter residencial.

Para el alcalde de Málaga, estos edificios "singulares" imprimirán un carácter "moderno y vanguardista" de "gran ciudad" por lo que desde su equipo de gobierno se darán todas las facilidades legales para que el proyecto pueda llevarse a cabo, ya que con estas construcciones, el centro de la ciudad se trasladará a esta zona.

En el Plan de Ordenación Urbanística aparecen 12 convenios urbanísticos firmados por el Ayuntamiento de Málaga con diferentes para llevar a cabo los cambios de uso del suelo, o para aumentar el límite de edificabilidad en zonas ya estipuladas como urbanas, proyectándose unas 5.300 viviendas.

Aún cuando el alcalde promociona esta ampliación urbanística en una Málaga saturada por el cemento, aún no se han ofrecido datos económicos claros, de lo que supondrán las concesiones de las empresas promotoras al Ayuntamiento, aunque al menos se sabe que la mitad de los convenios firmados, alcanzan una suma de 202 millones de euros, por lo que esta cifra se duplicará posiblemente, si se le suman las otros 6 convenios, cuyos datos económicos no han transcendido.

En el área que ocupaban los depósitos de Repsol, está proyectado que se lleve a cabo el proyecto más reseñable, con unos beneficios para las arcas municipales de 84 millones de euros y que dará lugar al edificio más alto de la capital con 40 plantas y 160 metros de altura, además, se prevé la construcción de otros cuatro edificios de 17 plantas. En total supondría la creación de 1.332 viviendas, 399 de VPO, y equipamiento comercial y de oficina.

Junto a la antigua fábrica de Citesa, se proyectan dos torres, de 30 pisis, donde se prevé existirán 664 viviendas y cuya edificación supondrán ingresos para el Ayuntamiento de 23 millones. El solar que ocupaba la antigua Central Térmica, pasará a convertirse en, la "nueva acera de La Marina", una gran plaza donde convergen el nuevo paseo marítimo de poniente y el futuro eje norte-sur desde Teatinos y donde se ubicarán 4 edificios.

La antigua fábrica de amoniaco se transforma en 1.420 viviendas, así mismo, se llevará a cabo la expropiación de suelo a la Iglesia, para recalificar parte del colegio de Gamarra, construyéndose en el nuevo espacio urbanizable, 132 casas, y se trasladará el colegio Maristas, edificándose en el solar, 198 viviendas, así como zonas comerciales y aparcamientos. Por su parte la empresa Hipercor, aportará 7,5 millones de euros para la ampliación de sus instalaciones.

El último enclave frente al mar que queda sin urbanizar en Málaga, en Arraijanal, será transformado en 664 viviendas según se contempla en el PGOU con un reporte económico de 28 millones de euros para el Ayuntamiento.

La especial situación de la provincia de Málaga, aún cuando la burbuja inmobiliaria se ha paralizado, sigue provocando que la expansión urbanística llegue hasta sus límites. Una vez que ya no se puede expandir más en longitud, son los rascacielos los que van abriéndose espacio entre las ciudades.





* Grupo de Acción Social (GAS) - 16/08/2008
Foto: Málaga, nuevos rascacielos - urbanity.es

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