El «boom» de residentes extranjeros mueve parte de los principales excesos urbanísticos

ABC/Valencia* : Los contingentes de residentes europeos afincados en la Comunidad han ejercido una doble influencia sobre el urbanismo valenciano en el último lustro. De un lado, han propiciado la expansión del sector -en ocasiones, al borde de la legalidad-, y de otro lo han estigmatizado hasta la saciedad a través de denuncias ante el Parlamento Europeo que, habitualmente, perseguían fines particulares.

De hecho, las citadas denuncias han procedido siempre de residentes censados en localidades donde la presencia de extranjeros europeos -particularmente británicos- es significativamente elevada. En algunos casos, incluso, la comunidad extranjera supera a la española, como sucede en el caso de Benitachell -cuyo alcalde acaba de ser imputado por presunta corrupción urbanística- o Rojales.
Pero la relación de los extranjeros con el urbanismo valenciano no se ha establecido sólo desde el lado de la demanda. Benitachell no es el primer municipio en el que residentes europeos forman parte de consistorios cuya gestión urbanística se encuentra -o se ha encontrado- bajo sospecha. El municipio alicantino de Jávea, también en la Marina Alta, es paradigmático en ese sentido.
El Ayuntamiento javiense fue uno de los primeros, junto con Alfaz del Pi, en incorporar residentes europeos a la Corporación. El papel de dos ediles foráneos fue determinante para facilitar la moción de censura que arrebató la Alcaldía al PP en 2005, con el urbanismo como detonante.
En Benitachell, junto al munícipe, Juan Cardona, se encuentra también imputada su primera teniente de alcalde, la austriaca Hannelore Rheindorf -que dejó el PP para integrarse en el partido independiente de Cardona-, además de un ciudadano de origen alemán que habría participado también en los hechos de los que se acusa a los ediles.
Según la denuncia de un vecino, el alcalde y la concejal le habrían exigido el pago de unos 50.000 euros para verse beneficiado por la recalificación de una parcela de su propiedad. La operación se habría realizado en el marco de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, aprobado provisionalmente hace unos meses.
Presión urbanística
Al margen de su participación política, los residentes extranjeros han favorecido el aumento de la presión urbanística, especialmente en pequeños municipios -de apenas unos miles de habitantes- en las proximidades de la costa. La gestión urbanística de muchos de ellos, que comenzaron diversos procesos para expandirse a marchas forzadas, se encuentra en la actualidad en los juzgados.
Los dos casos más notables se registraron en Parcent -también en la Marina Alta- y en el municipio de Catral, en el área de influencia de Torrevieja, en la Vega Baja. En el primer caso, el TSJ paralizó tres actuaciones urbanísticas que preveían la construcción de 1.800 viviendas. Paradójicamente, fueron los propios residentes europeos los que denunciaron la situación a través de asociaciones vecinales.
En Catral, en cambio, fue el Consell el primero en tomar la iniciativa ante la proliferación de viviendas irregulares -adquiridas casi siempre por residentes británicos-, al retirar las competencias urbanísticas al Ayuntamiento. Sin embargo, los propietarios mantuvieron también una relativa labor reivindicativa, en coincidencia con una de las expediciones de parlamentarios europeos para poner a prueba el urbanismo valenciano.
Un caso similar al de Catral, aunque no ha llegado a los juzgados, se registró en el vecino municipio de Rojales, también en la comarca de la Vega Baja alicantina, el de mayor proporción de residentes extranjeros de toda España, vivió una expansión similar a la catraleña, con miles de viviendas que en muchos casos se construyeron fuera de planeamiento -y por tanto carecen de viales y suministros-.
Partidos y asociaciones
El activismo de los europeos afincados en Rojales originó el nacimiento de un partido político específico, el Grupo Independiente, que logró representación en los pasados comicios y pactó con el PP para iniciar una andadura política que acaba de cumplir un año.
La participación política de los residentes europeos -habitualmente británicos o nórdicos- ha venido siempre motivada por el urbanismo, excepto en aquellos casos en los que se han integrado en las listas de los partidos mayoritarios, principalmente el PP.
Con la defensa de su propiedad privada como principal motivación, el contingente europeo no sólo ha alumbrado formaciones propias -en Rojales, Orihuela, Alfaz del Pi, o Benitachell-, sino también asociaciones como «Abusos Urbanísticos No».




* ABC - D. MARTÍNEZ - ALICANTE
Foto: Xabia - lasprovincias.es

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