Córdoba: Urbanismo permite hacer 150 chalés ilegales en El Rosal del Rubio

ABC* : Montón de la Sierra no es un caso aislado. A la primera acción que llevó a cabo la Gerencia Municipal de Urbanismo para frenar en seco la consolidación de un asentamiento ilegal incipiente en 2001, le siguieron nuevos sellados de caminos en las inmediaciones de Alcolea y El Higuerón, con los que trató de demostrar que la política de mano dura contra las construcciones ilegales no era un simple gesto ejemplarizante.

Uno de los que más resonancia tuvo en ese momento fue el precinto de El Rosal del Rubio, parcelación que se halla a pocos kilómetros del aeropuerto, a la izquierda de la carretera que conduce al cercano núcleo de Majaneque.

Sin agua y sin electricidad

El 28 de mayo de 2001, cuando Urbanismo decretó paralizar esta urbanización en ciernes, apenas se levantaban unas cuantas viviendas aisladas. Hoy se cuentan por más de un centenar los chalés que componen este núcleo. Según corroboran los propios residentes a ABC, han surgido allí alrededor de 150 viviendas carentes aún de agua potable [si bien, técnicos de Urbanismo aseguraron en 2007 que tuvieron conocimiento de enganches en la zona] y suministro eléctrico, lo que no ha impedido que sigan proliferando las construcciones en los últimos años al socaire de la burbuja inmobiliaria.

Lo primero que llama la atención del periodista al desplazarse al que fuera punto caliente de la batalla contra el fenómeno parcelario es lo lejano que queda aquel «asalto» de Urbanismo, que incluso mandó máquinas excavadoras a desbrozar los caminos privados, como si las tapias que se han levantado para cercar los chalés fuesen no sólo físicas, sino también psicológicos muros de defensa contra un pasado que apenas martillea en la memoria de los primeros pobladores.

Los recuerdos están tan enterrados como el hacha de guerra que una día esgrimieron y que no han vuelto a levantar, porque el Ayuntamiento, lisa y llanamente, les ha dejado hacer. La borrasca ha dejado paso a la calma chicha de la rutina de las obras y ladrillos, rota sólo de vez en cuando por la presencia de un agente uniformado. Tras la visita de rigor, llegaba la multa correspondiente, en su mayoría de inferior cuantía a las que ahora establece la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía, puesto que aún la restrictiva norma no estaba en vigor. Un matrimonio, muy quejoso por la derrama de diez euros que tiene que pagar a diario para alimentar con combustible el motor que activa la corriente eléctrica, advierte a ABC de que abonó 70.000 de las antiguas pesetas (421 euros) por hacerse una casita de una planta en la zona.

Fueron de los primeros en llegar. «La mayoría de los chalés se han construido en los últimos siete años, mi hijo y mi hija tienen tres parcelas aquí; esto no ha parado, seremos unos 150 ó 160 vecinos», afirma la mujer. A la vera de su casa, puede verse una hilera de farolas, que invita a pensar engañosamente que la electricidad circula ya por sus cables de cobre. «Llevamos dos años esperando la luz, incluso hemos dado dinero, pero nos dicen en el Ayuntamiento que llegará pronto. Yo ya no sé qué pensar», añade.
Oyéndola, nadie diría que hace siete años el mismo Consistorio que hoy estudia darle enganches, ayer intentara arrasar con cualquier rastro de urbanismo en la zona. En mayo de 2001, el organismo presidido por el socialista José Mellado -IU y PSOE gobernaban en coalición- lanzó un ultimátum a los escasos promotores de viviendas para que en el plazo de diez días cortaran los accesos. Como no lo hicieron, tuvo que llevar a efecto la paralización cautelar de los caminos ilegalmente abiertos, lo que provocó las protestas de los residentes. Varias veces levantó vallados y abrió zanjas y otras tantas los promotores las derribaron con la excusa de facilitar las labores de recogida de trigo en un campo cercano. Progresivamente, la mano dura se fue debilitando.
«¿Cree que nos la tirarán?»
Y lo cierto es que la hormigonera no ha parado desde entonces. ABC fue testigo el pasado lunes de cómo le daban los últimos retoques a una vivienda prefabricada instalada por una empresa de Cáceres, según especificó su propietario.
«¿Cree usted que nos tirarán la casa?», pregunta dubitativo al periodista recordando la demolición de la casa de San Cristóbal, quien lo niega y le tranquiliza. Será más fácil que lleguen el agua y la luz a El Rosal del Rubio a que derriben un solo tabique.






* ABC CÓRDOBA - A. R. VEGA - 9 de abril de 2008
Foto: Córdoba, ayuntamiento - wikanda.cordobapedia.es

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