Fuengirola: diez kilómetros cuadrados con el cien por cien del suelo urbanizado

ELOBSERVADOR/Málaga* : En Fuengirola, ‘ciudad del sol’, no queda un solar sin edificar. Es un municipio singular en España, con el cien por cien de sus diez kilómetros cuadrados de suelo urbanizados, con una ocupación del 73% en su primera línea de playa y con una población de 50.000 habitantes que llega a ser más del doble en los meses de verano. Tiene una alcaldesa desde hace tres lustros, Esperanza Oña (PP), que ha conseguido que no quepa en el pueblo ni un ladrillo más, con lo que ahora lucha para que le dejen doblar el tamaño del puerto, único sitio por donde puede crecer la ciudad.

La Galería de Imágenes del litoral de este municipio costasoleño que hoy les ofrece EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com gracias al trabajo del fotógrafo José R. Moreno Tamayo habla por sí misma. Una sucesión continua de bloques de cemento a pie de playa en una población con una densidad de habitantes por kilómetro cuadrado mayor que Japón.

EL OBSERVADOR habló una única vez con Esperanza Oña, hace unos años. Recuerda que la alcaldesa dijo: “Hay qué ver cómo se han puesto estos con el árbol”. Con ‘estos’ se refería a los periodistas, a los que estaba invitando a cerveza y pescadito frito durante la inauguración de una estatua en el paseo marítimo. El árbol del que hablaba es el famoso ‘árbol de la pelotillas’, un ficus centenario que Oña quería quitar de la Plaza de la Constitución durante las obras del aparcamiento subterráneo. Menos mal que un militante verde se subió a sus ramas, que si no lo echa abajo. El ficus es hoy uno de los pocos árboles que se pueden encontrar en este municipio, único en España, que se distingue por tener la totalidad de su suelo urbanizado.esperanza_ona Estamos en el corazón de la ‘Costa del Solar’.

LA densidad de habitantes por kilómetro cuadrado de Fuengirola es de 4.404, mayor que la de Japón. Con décadas de promoción del monocultivo de turismo playero la horquilla de población se dobla en la temporada de verano, pasando de 50.000 almas hasta superar ampliamente las 100.000 personas. El 70% de los fuengiroleños trabaja en hostelería o construcción.

PRIMAN las vistas al mar y el mar está hecho un desastre, cada vez más. Los diferentes informes de organizaciones conservacionistas sitúan a Fuengirola como uno de los puntos sensibles de la costa, un ejemplo de lo que no se debe hacer. Tiene adjudicadas banderas negras por Ecologistas en Acción, también para Greenpeace el municipio está considerado un punto negro. Con el voraz apetito constructor se han multiplicado los vertidos urbanos. Hasta hace pocos años el municipio carecía de depuradora. Sabido es que entre los efectos nocivos producidos por las aguas residuales en el mar está el aumento de turbidez que dificulta la penetración de la luz solar necesaria para la fotosíntesis de los organismos vegetales (están desapareciendo las praderas de fanerogamas), el desequilibrio en las comunidades acuáticas, el aumento en la cantidad de gérmenes potencialmente patógenos en el entorno costero o la aparición de espumas y natas en la superficie marina.

UN informe sobre el acuífero costero de Fuengirola del costa_fuengirolaInstituto Geológico Minero advertía ya en 1988 sobre la conveniencia de “mantener un riguroso control de los parámetros químicos que permitan diagnosticar una eventual intrusión marina (contenido en cloruros y conductividad, sobre todo), ya que el acuífero ha mostrado vulnerabilidad potencial a la misma, debido a que en una parte del mismo la superficie piezométrica queda anormalmente deprimida”. Desde esas fechas la población de Fuengirola ha estado creciendo a ritmos superiores al 30% hasta no dar más de sí. El aumento de población ha supuesto un consiguiente aumento del nivel de residuos y vertidos generados.

EN Fuengirola, como en otros municipios de la costa, se viene repitiendo una secuencia similar desde hace años. Las lluvias que en invierno caen con violencia se ‘comen’ literalmente la arena de las playas que ven reducida su anchura y se ensucian con toneladas de sedimentos y restos de vegetación que arrastran ríos y arroyos. El desastre es mayor cuantos más edificios estén construidos y más cerca se sitúen de la línea de playa. Al no haber respetado ni la primera ni la segunda línea de dunas, las playas carecen de su aporte natural de arena. Tras el desastre, llega la evaluación de daños. Empresarios y políticos se llevan las manos a la cabeza y reclaman ayudas. El turismo peligra y la temporada suele estar a punto de empezar. Es entonces cuando llegan los barcos draga y bombean la arena de bancos submarinos hasta la playa con unas grandes tuberías. Si aún así falta material, se recurre a tierra de otras obras como las del metro o las del AVE. De resultas que finalmente los millones de personas que se tuestan al sol cada verano en Málaga lo hacen en ocasiones sobre una mezcla extraña de tierras y arenas varias, sedimentos y crustáceos pulverizados.

PESE a todo, la lucha política de Esperanza Oña siguecarvajal1 orientada al ladrillo. Reivindica una autorización para poder ampliar al doble el puerto deportivo de Fuengirola. La alcaldesa quiere construir una nueva dársena al norte de la actual y ampliar los puntos de atraques a 1000, ocupando una extensión de 34.682 m2. Con ello, la superficie de nueva creación alcanzará las 30 hectáreas, lo que supone duplicar el espacio actual. El Ministerio de Medio Ambiente ya ha alertado de que esta infraestructura “actuaría como barrera total al transporte sedimentario”. A su vez el gobierno central ha instado en su reciente diagnóstico sobre la costa española a que se recupere el dominio público en la desembocadura del río Fuengirola.

UNAS medidas protectoras impulsadas por Medio Ambiente que difícilmente podrán evitar el daño causado en las playas por otras instalaciones como el Hotel Beatriz, un edificio de considerables proporciones que también invade el espacio litoral, por lo que ya se le otorgó hace años otra Bandera Negra por parte de Ecologistas en Acción. A modo de curiosidad, la parcela sobre la que hoy se asienta el Hotel Beatriz aparece en un secuencia de la película ‘La caja 507’, revelador thriller sobre la corrupción urbanística dirigido por Enrique Urbizu en 2002. En dicha escena un grupo de constructores y políticos celebran con un cocktail el comienzo de una futura promoción mientras Antonio Resines ajusta cuentas con un político.

UNA ficción que no tiene por qué guardar relación con la realidad como tampoco parecen guardar relación con la realidad las afirmaciones de Esperanza Oña en una relamida entrevista que se puede leer en la página web del PP fuengiroleño “¿Está ahora Fuengirola mejor que nunca? Eso lo reconocen hasta mis adversarios políticos, que no lo dicen en alto, pero lo piensan”.







* El Observador - 08/11/07
Foto: Fuengirola (Málaga) - mma.es



0 comentarios :