El Teatro Romano de Málaga pertenece a Roma

LAOPINIÓN* : Alfonso X El Sabio dejó escrito en sus Siete Partidas que los mares y sus riberas eran propiedad de todas las personas de la Tierra. Lástima que el monarca no indagara en la propiedad de los teatros romanos, objeto de asombrosa pugna estos días entre el Ayuntamiento y la Junta. No se crean que a ninguno de los dos contendientes les importa un pimiento el Teatro Romano de Málaga o las Termas de Caracalla. El motivo central es mucho más mundano: se acercan las elecciones y hay que ahondar en la profunda brecha que para desgracia de los administrados, separa a estas dos administraciones, que en ocasiones parecen dirigidas, con callada tenacidad, por Harpo Marx. Volver a azuzar el fantasma de la hidra sevillana, de eso se trata y bien que lo está consiguiendo nuestro alcalde en estos momentos de grave crisis en los que lo último que Málaga necesita es una discusión bizantina.

La imagen de profundo subdesarrollo político que proyecta este rifirrafe bien merecía que el gobierno central rescatara la gestión del Teatro Romano para evitar disputas de cartón piedra.
Si las cosas se ponen más casposas aún, devolvamos el Teatro Romano de Málaga a los herederos del imperio que lo hizo posible y atengámonos a las consecuencias: Nos guste o no, el heredero de la inmortal Roma es ese Jesús Gil milanés llamado Silvio Berlusconi.
El ilustre cavaliere, gran amante de la cultura, seguro que proyectaría para el milenario espacio escénico grandes planes, y quién sabe si no le tendría reservado algún plató de Tele5 en el que sus contertulios pudieran poner, cómo no, el grito en el cielo.
En cualquier caso, el concluir que el Teatro Romano es del Ayuntamiento de Málaga porque en los años 40 el Consistorio cedió esos terrenos al Estado para la Casa de la Cultura, felizmente demolida, es de una altura intelectual preocupante, incluso si se trata de un problema ficticio a cinco meses de las elecciones.
El Teatro Romano no pertenece a la Junta, pertenece al Gobierno central desde los tiempos, por cierto, de José María Aznar (del Gobierno central son la gran mayoría de los teatros romanos de España), así que no sería mucho pedir que en estas piedras milenarias recién restauradas se volvieran a escuchar las comedias de Plauto y no vodeviles vacíos y aburridos.
La próxima vez que uno de los dos bandos quiera meter cizaña en lugar de trabajar, mejor será que se busque excusas más creíbles. Hay veces en que incluso Berlusconi parece una alternativa sólida para los problemas de Málaga. Empezamos bien el año.

Sin leche ni habas

No todo son penas, el año se despidió con el arrivederci a una idea lunática que por su naturaleza era de germinación fácil en Málaga. La Autoridad Portuaria ha cerrado las puertas al colmado de lujo que se iba a perpetrar en el Puerto. Los jamones cinco jotas, el yogur griego, el aceite de oliva virgen extra y las habitas se marchan por donde han venido. Es el turno de algo más serio.




* La Opinión Málaga - 7.01.11
Foto: Málaga, teatro romano - sobremalaga

1 comentarios :

Félix Moral dijo...

Mis felicitaciones a Alfonso Vázquez por el artículo: conjuga de manera extraordinaria sencillez, grafismo e ironía. Creo que las disputas entre la Junta y el Ayuntamiento de Málaga es uno de los principales problemas de esta ciudad. Quien hace esta afirmación lleva viviendo en esta ciudad algo más de 25 años y ya se cosidera boquerón. Probablemente los que hemos venido de fuera detectamos aun más la disputas constantes entre los políticos de turno, que ocupan cargos en estas administraciones. Esto es un verdadero lastre para la ciudad, por que está haciendo que los proyectos se pierdan o se retrasen eternamente; y que Málaga vaya perdiendo distancia con otras ciudades como Zaragoza, Bilbao, Valencia..., donde parece que las administraciones aunque de distinto signo dejan a un lado las disputas y piensan en la ciudad y sus administrados. En las próximas elecciones municipales mi voto será para aquel partido que incluya entre sus compromisos "la búsqueda de acuerdos y el consenso con la Junta". Y parece que el actual alcade no va por ese camino. Si la cosa sigue así Málaga servirá de ejemplo nacional de lo que no deben hacer los políticos para que una ciudad progrese.


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