La falta de medios lastra los grandes macrocasos de corrupción de la Costa del Sol

Se viene diciendo desde hace tiempo: la justicia urbanística es incapaz de resolver correctamente los innumerables casos de corrupción habidos durante los últimos años en el país, bien sea por falta de medios o bien por 'tancredismo'. En la Costa del Sol, donde hay sobreabundancia de tramas especulativas, la gravedad por inacción judicial ha llegado a ser alarmante. El supercaso Malaya de Marbella aun no está cerrado definitivamente y a la cola están Astapa (Estepona), Arcos (Alhaurín) y un largo etcétera. Además de la tardanza insostenible, otro tema que salta a la vista es la benevolencia 'injusta' de la justicia con los capos más importantes que, habiendo defraudado miles de millones a las arcas públicas, terminan con penas insignificantes para el daño realizado a los ciudadanos y al Territorio.
"LAOPINIÓN" : Málaga siempre lidera las listas nacionales en cuanto a corrupción y presencia de mafias internacionales. Varios datos ilustran esa afirmación: la Fiscalía insistió en su memoria de 2014 en retratar a la Costa del Sol como centro de actividad del crimen internacional –se recibieron 164 peticiones de cooperación judicial internacional en 2014, un 29% más que en 2013–; y los delitos relacionados con la corrupción crecieron entre 2012 y 2013 un 109%, después del incremento del 200% el ejercicio anterior.

Con ese caldo de cultivo, no es de extrañar que los juzgados estén al borde del colapso y que las unidades policiales no avancen en los grandes sumarios de corrupción del litoral. Frente a Malaya, que contó con todos los medios, los nuevos casos nacen lastrados por los escasos apoyos humanos y materiales.

Para Ballena Blanca y Malaya las autoridades consintieron en la creación de salas bis, es decir, tres magistrados y una oficina de funcionarios al completo para tramitar esos procesos al margen de las secciones originales, en este caso la Segunda y la Primera, que siguieron funcionando con otros tantos togados y empleados públicos y enjuiciando los casos normales. Los nuevos macroprocesos que llegan ahora a su fase de enjuiciamiento se están señalando para dentro de muchos meses: el caso El Pinillo –convenio urbanístico con los protagonistas marbellíes de ayer y hoy– se ha fechado para febrero de 2016; Fergocon, con un papel destacado de los hermanos Del Nido, se celebrará en septiembre de 2015; Goldfinger –otra vez marbella, y, aunque no está acusado, la sombra del actor escocés Sean Connery– se fija en enero de 2016 y Arcos, la mayor trama de todas con medio centenar de acusados por corrupción en Alcaucín, se celebrará el 7 de noviembre de 2016.

Sección Tercera

En el caso de la Sección Tercera (Arcos y El Pinillo) llegará un magistrado extra a la sala –habrá cuatro– de forma que siempre haya uno libre y los otros tres puedan formar tribunal. Sólo para Arcos se han señalado setenta días diferentes, pero además hay que sacar abusos, asesinatos, homicidios, apropiaciones indebidas, estafas, juicios igualmente importantes, al menos para los afectados y los jueces, que los casos de corrupción. Además, hay ya una funcionaria trabajando con el sumario y las citaciones. El sumario asciende a decenas de miles de folios. Antes, en la época de Malaya y Ballena Blanca –2006/2012–, lo normal hubiera sido que se crearan salas bis, pero ahora las cosas han cambiado.

Fuentes judiciales indicaron que para los jueces tan importante como estos procesos son los casos que afectan al que le han estafado en la compra de un piso o a una víctima de abusos. Un macroproceso puede hundir una sección y no sólo hay asuntos de corrupción: las cinco secciones penales malagueñas están curtidas en el enjuiciamiento de tramas de narcotráfico de veinte o treinta acusados, con delitos económicos asociados.

Cada una de las Salas tendrá un cuarto magistrado de apoyo pero está menos claro que, como ocurría en el pasado, los ponentes –los redactores de la sentencia– puedan dedicarse únicamente a darle forma al fallo mientras dure el macroproceso –como pasó con Malaya, por ejemplo–.

Caso Astapa

En cuanto a Astapa, la gran causa de corrupción que roza el centenar y medio de imputados, la situación es similar, aunque en este asunto aún se está en la fase de instrucción –las detenciones se produjeron en junio de 2008–. Las dos unidades de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) que tiran del hilo en Estepona están desbordadas. «La unidad de Madrid lleva otros casos de corrupción de todo el país y no dan abasto», indicaron las fuentes, que insistieron en la profesionalidad de los policiales judiciales pero que reseñaron el ingente trabajo que tienen y las dificultades para hacer los informes finales y entregarlos en Estepona 1, el juzgado en el que el juez Jesús Torres intenta cerrar el asunto. Hay evidente preocupación en las altas esferas judiciales por el futuro de este asunto.

Lo mismo ocurre con los peritos de Hacienda que deben dibujar el esqueleto económico de la trama, ya que tienen que hilar también fino –al menos uno de ellos– en los ERE que investiga Mercedes Alaya, agregaron esas fuentes consultadas por este periódico.

Hay un miedo evidente de que el gigante que es Astapa, al que se llegó a llamar el hermano pobre de Malaya, se quede en nada tras siete años de investigación, aunque lo cierto es que la falta de medios ha lastrado este proceso desde su génesis.


* La Opinión Málaga - José Antonio Sau - 8.3.15
Foto: Marbella, juicio Malaya - EP

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