Baleares avala un hotel gigante junto a la playa virgen de Es Trenc

ELPAÍS/Mallorca* : El entorno de la célebre playa llamada Es Trenc, un arenal de más de cuatro kilómetros de la costa sur de isla de Mallorca, está en peligro. El Gobierno de Baleares, del PP, decretó el viernes pasado el “interés autonómico” del proyecto de construcción de un complejo hotelero, gigante para el enclave, de 1.200 plazas, más un campo de golf y zonas polideportivas. Estará ubicado en un extremo de S'Arenal de Sa Ràpita-Es Trenc, una franja arenosa discontinua sin urbanizar. La inversión de 120 millones de euros creará más de 200 empleos, según la autoridad que la celebra.

La parcela del hotel es de 20 hectáreas y la clientela estará a 150 metros del ámbito de una las playas más espectaculares de Europa. El territorio litoral comúnmente llamado Es Trenc quedó preservado por la presión ciudadana, las leyes baleares y la norma estatal de Costas. Así quedó fuera del desarrollismo. No tiene murallas hoteleras en el borde del mar ni las extensivas urbanizaciones habituales ante playas extensas.

El aval autonómico balear a este y otros proyectos reduce a la mitad el tiempo de trámite y aprobación de licencias. Previamente, el Gobierno regional adecuó un marco legal urbanístico de medidas urgentes para alzar las barreras proteccionistas sobre terrenos y complejos residenciales bloqueados en el conjunto del archipiélago. Una de las primeras acciones del PP, tras derrocar al PSOE, en mayo de 2011, fue borrar determinados vetos proteccionistas que se dictaron en las dos etapas de mayoría de socialistas con nacionalistas.

El presidente de Baleares, José Ramón Bauzá, del PP, quiere atraer capitales, reactivar empresas constructoras y crear empleo. Son tiempos de angustia social y las arcas regionales y locales están vacías. Bauzá ayuda a resucitar planes e iniciativas privadas aletargados o prohibidos. La derecha goza de mayoría absoluta en todos los frentes (Ayuntamientos, Consell y Gobierno regional) para actuar en el terreno urbanístico y turístico. Ofrece “seguridad jurídica” y transparencia.

En este contexto, el PP impulsa la construcción y ampliación de puertos deportivos en Ibiza y Mallorca y ha bendecido oficialmente hasta cuatro nuevos complejos hoteleros de lujo; además del citado de Es Trenc-Sa Ràpita, otro en Canyamel, Capdepera, y otros dos más en Magaluf, Calvià. En Es Trenc, Canyamel y Magaluf, los establecimientos estarán en la vecindad de espacios naturales frágiles. Más de dos decenas de urbanizaciones que estaban congeladas se han reactivado por decreto. Un centenar de parcelaciones ilegales fueron legalizadas.

Es Trenc-S'Arenal de Sa Ràpita ocupa un litoral casi virgen. Su eje central, Es Trenc, es área natural de especial interés, con sistemas de dunas, zonas húmedas, salinas arcaicas y artesanas. Es un hábitat de escala en la migración de aves entre África y Europa. Está en el sur de Mallorca, con los núcleos urbanos de Sa Colònia-Ses Covetes-Sa Ràpita, ante el parque nacional de la isla de Cabrera. Es Trenc, en sentido estricto, está preservado por ley desde el estreno de la autonomía en 1983, por la presión de ecologistas y progresistas que salieron a la calle en masa en 1977 contra una urbanización que rozaba la playa y devastaba el pinar. La ley balear de Espacios Naturales consagró la protección. Desde entonces, se bloquearon proyectos de urbanizaciones en zonas de influencia.

Las muchas sentencias nacidas del cúmulo de pleitos entre empresarios, proteccionistas y administraciones respaldan en general el blindaje protector en Baleares. En uno de los vértices de Es Trenc, en la antigua colonia de veraneo de ses Covetes, en el mismo municipio de Campos, están pendientes de derribo 68 apartamentos inconclusos, alzados ilegalmente en 1994 —contra la Ley de Costas—, en primera línea. Hay dos decenas de decisiones judiciales en contra, es un caso como el del hotel El Algarrobico (Almería), pero en Mallorca.

Es Trenc y S'Arenal de Sa Rápita son un paréntesis, lo que fue la costa del Mediterráneo antes de la modernidad del ocio y la explotación residencial. Este paisaje ha sido el cartel publicitario del negocio del resto de Mallorca, foto fija de la idea de un paisaje del turismo sostenible y no depredador. Ha sido escenario de anuncios de eco caribeño y películas de cine. En primavera y verano miles de bañistas acuden a Es Trenc, por tierra y en barco, por su entidad no vulnerada por una muralla de cemento. Es tan popular que en días puntas tiene áreas con saturación de bañistas.

Los ecologistas de GOB (Grupo de Ornitología Balear) y los colectivos nacionalistas y de izquierda del PSOE y del PSM han alzado la voz de alarma contra la decisión del Gobierno balear de avalar el macrohotel de Sa Ràpita. Los proteccionistas consideran que será “una destrucción territorial sin precedentes”, “una provocación social”. El portavoz del Gobierno balear, Rafael Bosch, afirma que “no se trata ni de grandes complejos, ni supondrán un gran consumo de territorio”.

Bosch dice que “se cumplirán las leyes medioambientales” y que la iniciativa tiene consenso municipal. “El modelo de construcción es una actividad legítima generadora de puestos de trabajo, sea con Gobiernos de izquierdas o de derechas”. Los cuatro empresarios promotores del nuevo complejo, sabedores del rechazo entre un sector de vecinos (hay más de 17.000 firmas contrarias) buscaron una etiqueta de hotel “invisible” con el apoyo de gestores verdes europeos.

El PP, aun antes de la preservación de Es Trenc, abanderó un movimiento contra lo que considera “el castigo” económico a Campos por no poder “explotar” su tesoro paisajístico y medioambiental que disfrutan el resto de Mallorca y los turistas. Ahora, el Gobierno Bauzá cree que el sector privado “se involucra de lleno en la mejora y el aumento de la calidad” y “se posiciona como motor del crecimiento económico y social del lugar para generar sinergias positivas en el entorno”.

Negocio del suelo

En 10 meses, la dialéctica histórica de la política balear, negocios del suelo frente a medio ambiente, se ha recrudecido. El presidente, José Ramón Bauzá, y los consejeros de Turismo, Carlos Delgado, y Medio Ambiente, Biel Company, alientan proyectos para salir de la crisis que afectan ámbitos naturales sensibles: tramitan obras en humedales urbanos, Ses Feixes (Ibiza) y Ses Fontanelles (Mallorca) y que se pueda construir en Son Real, Es Verger, Es Guix en Escorca-Lluc, que fueron campo de batalla de los ecologistas. Es Trenc y otro hotel en Canyamel son la primera derrota.
La idea del macropuerto deportivo privado de Ibiza ha reaparecido. Su promotor, el exministro Abel Matutes, asegura que será más ecológico y sostenible del mundo. La izquierda y la vecindad, que lo pararon ya dos veces, creen que supondrá un atentado ecológico.


* El País - ANDREU MANRESA Palma de Mallorca 2 ABR 2012
Foto: La playa de Es Trenc, en Mallorca. El macrohotel está proyectado en la zona boscosa tras el puerto deportivo. / TOLO RAMÓN

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Un juez investiga por blanqueo de capitales a uno de los mayores urbanistas de Madrid

ELPAÍS* : El Juzgado de Instrucción nº35 de Madrid investiga por blanqueo de capitales al arquitecto y exfuncionario de la Comunidad Leopoldo Arnaiz, responsable del desarrollo urbanístico de buena parte de los grandes municipios de la región (Alcorcón, Boadilla, Pinto, Soto del Real...). Los trazos de este urbanista podían convertir un suelo rústico en urbanizable y deparar a sus dueños suculentos dividendos. Arnaiz —quien fue vinculado al llamado Tamayazo y durante años estuvo bajo la lupa del exfiscal de Medioambiente Emilio Valerio por supuestas irregularidades urbanísticas— está siendo investigado ahora en la vía penal junto a su exsocia María Rosa Llano González y los presuntos testaferros de ambos, Constantino Díaz, Félix Ruiz y María Teresa Moya. Arnaiz controla por medio de testaferros una vasta red de sociedades que poseen o han tenido grandes extensiones de suelo recalificado en la región, según fuentes jurídicas.

El Juzgado número 35 dictó una resolución el pasado 3 de febrero en la que ve indicios de delito fiscal y de blanqueo de capitales contra los citados imputados por no haber satisfecho al erario público las cuotas correspondientes a la venta de unas acciones de la empresa Beltraex Nexo a Fersa Gestión. Y, en concreto a Arnaiz, le investiga por una serie de “operaciones jurídico financieras” mediante la que los imputados “ocultaron el origen ilícito de unas ganancias haciéndolas emerger en los circuitos financieros como operaciones normales de tráfico comercial, incurriendo en blanqueo de capitales”, señala el juez.

Las diligencias penales han sido enviadas a la Fiscalía de Madrid para que presente acusación o, en cambio, pida nuevas pruebas.

El magistrado solo está investigando a las dos sociedades citadas, a instancias de la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid y de la Abogacía del Estado, pero, de momento, ignora que estas firmas formen parte de un vasto entramado integrado por ocho empresas matrices de las que cuelgan una treintena de sociedades. Todo este conglomerado societario, al frente del cual hay testaferros, ha sido destapado por Llano González ante el Juzgado de lo Mercantil número 4 de Madrid. Llano González señala que el auténtico dueño del 90% de las acciones de esas sociedades es Arnaiz, tal como consta en escrituras hechas en notarías de Reino Unido que ahora están en poder del citado juzgado de lo mercantil. Arnaiz posee el 90% de las acciones y González Llano, el 10%. Por su 10%, Llano González reclama al arquitecto 50 millones de euros, de lo que se colige que el patrimonio de las sociedades puede rondar la nada desdeñable cifra de 500 millones.

Arnaiz señaló en septiembre de 2010 que, cuando compró terrenos en los municipios que diseñó, nunca usó información privilegiada. Este periódico contactó ayer con su despacho profesional para dialogar con él. No tuvo éxito. Tampoco ha querido hablar su exsocia.


* El País - JOSÉ ANTONIO HERNÁNDEZ Madrid 3 ABR 2012
Foto: Boadilla del Monte (Madrid), sede_Ayuntamiento - elpais

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Desastre en un tesoro ecológico.- Miedo y rabia en la ribera del Eume

LAVOZ/A Coruña* : El descenso desde A Capela hasta la presa del Eume es traumático, doloroso. Todavía hay fumarolas que alimentan el poso de humo que lo impregna todo y que deja un intenso olor acre. El incendio ya está controlado y las brigadas matan los restos para que no rebrote. No parece fácil en esta mañana fría y húmeda, de resaca del gran infierno que consumió las abruptas laderas de la fraga durante el fin de semana.
Por la pista circulan algunas personas que han tenido que ver con la extinción, pocos vecinos y bastantes turistas de catástrofe armados con sólidos equipos que compiten con los de los profesionales de la información, desplazados en masa para cubrir el desastre: «Eu entereime no Algarve. O sábado xa o deron a todo meter no informativo. Dicían que ardía o parque natural máis importante de Europa», explica un vecino de As Pontes, que busca ahora la mejor perspectiva de la tragedia.

El olor a quemado tiene sus matices, varía en función del árbol calcinado; el tono del eucalipto se diluye a medida que el bosque se ennoblece. No solo han caído los eucaliptos, el fuego se expandió sin control y arrasó con todo: «Era como o gas», recuerda Manuel, un jubilado de Teixido, uno de los pueblos evacuados y cercano al origen del fuego. Él y su mujer todavía están temblando y conjugan el miedo y la indignación a partes iguales: miedo a un incendio descomunal, nunca visto, e indignación por tener que salir de su casa, por la reacción ante el fuego, por el desastre. «Non sei canto tardará isto en recuperar, pero nós xa non o veremos», lamenta Marina, su mujer. Manuel no quiere ni pensar en los árboles perdidos, dinero carbonizado. Le duele más su mundo, quemado y, según su opinión, muy mal defendido.
José también está noqueado. «Isto foi moito, moito», repite una y otra vez como un mantra. Tiene 54 años y el sábado fue el único vecino al que la Guardia Civil no pudo evacuar de Teixido: «Non marchei porque ardíame a casa». Efectivamente, a la mancha negra apenas le restaron diez metros para conquistar las paredes de un pajar cercano a la vivienda. Faltó poco. Como el resto de los vecinos, como todo el mundo, José no recuerda nada semejante en la zona. Todos tienen muchos culpables, pero solo uno en común: la sequía

La visita de los militares
«Sí, a Galicia venimos todos los años, pero a esta zona, nunca. Y en este tiempo, menos. Salir en abril no es normal», confiesa el sargento primero Sindín, a cargo de un pelotón de la UME que asegura una zona en A Capela. Ellos han venido desde León, y el otro batallón, desde Madrid. Están diseminados por toda la zona del incendio, vigilando y a la orden de la dirección de un intenso operativo que ya trabaja con el incendio controlado. Mientras explica la fatiga que supone trabajar en laderas tan escarpadas como las de las fragas, controla la llegada de un helicóptero que acude a sofocar una chimenea en una vaguada, y al que avisó un cuarto de hora antes: «Yo estuve el verano pasado aquí, de vacaciones. Da mucha pena ver esto así».

Todo el mundo anda con el corazón roto
Turistas, bomberos, vecinos... todo el mundo anda con el corazón roto por la ribera del Eume, que huele a hoguera. Entre las localidades de A Capela y Vilariño, la carretera atraviesa un riachuelo típico de las fragas. El cauce se ha convertido en una línea de vida, el lugar donde se detuvo el fuego tras arrasar las dos márgenes. Desolador.
Desde Pontedeume, la ruta más popular, el acceso se encontraba ayer cerrado. Un guarda confirma a la puerta del parque que el fuego afectó a zonas de gran valor, pero no me puede decir cómo está el entorno del monasterio de Caaveiro, una subida en la que cientos de miles de visitantes disfrutaron de una obra cumbre de la naturaleza. Al poco llega la responsable del bar que se encuentra en aquel cruce. Trae en su cámara unas fotos que muestran el camino con una ladera intacta y la otra arrasada. «No fue nada para lo que pudo haber sido», opina. La cuenta de daños está todavía por echar, pero no va a ser barata.
«Venimos todos los años, pero a esta zona nunca, y menos en abril», dicen en la UME

Galicia clama contra el fuego

Cientos de personas se manifestaron ayer en repulsa por los incendios forestales que azotan Galicia y en particular contra el que este fin de semana ha arrasado más de 750 hectáreas en el parque natural de las Fragas do Eume y sus inmediaciones.
La concentración convocada en la plaza de Armas de Ferrol reunió a medio millar de participantes que portaban banderas similares a las de Nunca Máis, aunque sobre un fondo de llamas, y carteles en las que se exigían responsabilidades por el desastre. Entidades ecologistas protagonizaron la protesta, a la que también acudieron líderes sindicales y representantes políticos.
Los ecologistas subrayaron que la declaración de parque natural de 1997 no ha ido acompañada de medidas que garanticen la conservación de las fragas y denunciaron que el parque continúa «sen plan de usos e xestión e sen plan forestal». Señalaron además que la zona ha sido sometida a un progresivo proceso de eucaliptización.
También destacaron la «falta de medios» para la lucha contra los incendios, y denunciaron la política del Gobierno gallego de «reducir» personal en los servicios de prevención y extinción.
Al final de la concentración se pidió un plan inmediato de «medidas de restauración» para que la fraga vuelva a su estado anterior al incendio.
Unas 1.500 personas se reunieron en el Obelisco de A Coruña. Después de una media hora de concentración, los asistentes se desplazaron hasta la plaza de María Pita y a lo largo de la calle Real continuaron coreando consignas como «O monte cóidase, non se queima», «Lume, nunca máis».
El Obradoiro fue el lugar elegido por unas mil personas para concentrarse en Santiago de Compostela. Dos centenares de personas protestaron en la viguesa Porta do Sol. Portaron lemas como: «Non aos recortes na loita contra o lume», «Galicia en loita, Galicia en loito».
En Pontevedra se concentraron varios cientos de personas en la plaza de A Ferrería. Delante del Concello de Lugo se reunieron unos trescientos manifestantes a la misma hora en la que salía la procesión de la Virgen de la Esperanza y esperaron a que saliera esta para efectuar un recorrido hasta el edificio administrativo de la Xunta. Los participantes cortaron el tráfico en un tramo de la Ronda da Muralla y leyeron un manifiesto al final.
En Ourense la convocatoria tuvo lugar en la plaza Mayor. Centenares de personas acudieron a la llamada de SOS Fragas do Eume.

Texto elaborado con las aportaciones de R. Suárez, M. Ascón, J. Capeáns, D. Cela, A. L. Penide y A. Paniagua


* La Voz de Galicia - JORGE CASANOVA - 3.3.12
Foto: Imagen de la concentración en Pontedeume / GABRIEL TIZÓN

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