Ibiza. - El GEN denuncia «la alarmante» desprotección territorial en 2012

DIARIODEIBIZA* : ­El Grup d´Estudis de la Naturalesa (GEN-GOB) lamenta «la alarmante escalada de desprotección territorial» durante 2012 a través de «la modificación masiva de leyes para favorecer la especulación indiscriminada, y también a la carta de intereses bien concretos» por parte del Govern balear.
En su análisis de 2012, el GEN destaca las campañas efectuadas, a veces en combinación con otras entidades, contra la modificación de la Ley de Costas, la Ley del Turismo o contra la Ley de medidas urgentes por la ordenación urbanística sostenible. Con el nombre ´Prou, salvem Ibiza´, el grupo puso en marcha una campaña de denuncia por «la nueva oleada de destrucción a la que se ve destinada la isla de Ibiza, incluidos los espacios naturales más valiosos y supuestamente más protegidos». Precisamente por ello, el GEN otorgó en 2012 el premio Formigó al conseller balear de Medio Ambiente, Gabriel Company.

Los ecologistas también recuerdan sus iniciativas para reclamar la paralización del permiso para que la discoteca DC-10, en la zona periférica del Parque Natural de ses Salines, pueda aumentar su aforo a 1.800 personas, contra la siembra de la planta invasora carpobrotus en Cala Salada, contras las excursiones marítimas que combinan música a gran volumen y alcohol en los espacios naturales más importantes, como es Vedrà y es Vedranell, entre otras actuaciones.

En el ámbito educativo, el año pasado el GEN organizó jornadas divulgativas sobre los incendios forestales y presentó la exposición Ses Feixes en Santa Eulària, entre otras acciones. De cara a 2013, el grupo ecologista continuará con la campaña ´Prou, salvem Ibiza´ y organizará más actividades educativas, entre las que destaca el proyecto ´La nostra mar, un tresor oblidat´ para sensibilizar sobre la importancia de la posidonia.

* Diario de Ibiza - 14.1.13
Foto: Ibiza, bahía - turismo

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Quatre Carreres, otro nuevo sector urbanístico de Valencia atascado

ELPAÍS* : El Plan General de Ordenación Urbana de 1988 planeó la creación de una veintena de nuevos barrios o sectores urbanizables en Valencia. Unos cuantos llegaron a buen puerto como es el caso de los nuevos sectores de Orriols, Campanar o la Avenida de Francia, y otros tuvieron peor suerte.
En el paquete de los fallidos o rezagados aparecen los de Benimaclet Este, el primero en promoverse, en el año 1992, con más de 1.300 viviendas proyectadas y que sigue atascado, el de Patraix, el PAI del Grau, conocido por su delta verde, o el de Sociópolis, en La Torre, surgido a costa de la huerta y empleado como modelo de barrio de vivienda pública. El plan de Malilla, con sus otras 2.000 viviendas proyectadas al lado de la nueva Fe o el sector urbanizable de Quatre Carreres, que cierra la ciudad por el este, acumulan grandes retrasos.

Este último sector no gana para retrasos. Su tramitación ha sido larga. El Ayuntamiento de Valencia adjudicó en el año 2000 a la mercantil Iniciativas Valencianas la urbanización de la primera de las dos unidades de ejecución del sector de Quatre Carreres, con una superficie de 14 hectáreas y unas 1.700 nuevas viviendas. Dos años después se cedió esta condición a Urbanizadora Quatre Carreres, una sociedad por la división inmobiliaria de la Caja de Castilla-La Mancha.

La reparcelación de la primera unidad de ejecución, donde va emplazada la Ciudad del Rugby, salió adelante en 2005. La segunda unidad de ejecución fue reparcelada en 2007 y se la adjudicó también la Urbanizadora Quatre Carreres. Entonces estalló la burbuja inmobiliaria, luego llegó la recesión y lo paró casi todo.

La urbanización no se ha competado, quedan calles por acabar, y de los edificios que aparecen en los planos, han salido adelante un par de promociones pero el resto están paradas.

El Grupo Municipal Socialista de Valencia llevará al pleno municipal de final de mes el futuro de este sector y solicitará a la Concejalía de Urbanismo un informe técnico urgente “que garantice el interés público y evite pérdidas a las arcas municipales”, anuncia el concejal socialista Vicent Sarrià.

“En el PAI de Quatre Carreres se han incumplido numerosos convenios firmados por el agente urbanizador y el Ayuntamiento de Valencia”, sostiene Sarrià. Según el edil, se han abandonado las obras de urbanización, la sociedad urbanizadora está en un proceso concursal desde principios de 2011 y la presencia —a través de su filial inmobiliaria— de la Caja Castilla-La Mancha, entidad intervenida, “añade más incertidumbre sobre la viabilidad del sector”.

Pero lo que más preocupa a los socialistas es quién paga la Ciudad del Rugby, un parque deportivo que el Consistorio modificó y del que no se ha hecho cargo el agente urbanizador, como estaba previsto, si no que se ha cargado al Plan E del Gobierno. “Los 5,3 millones de euros que ha costado no se podrán repercutir a los propietarios del sector, causando una pérdida económica a las arcas municipales”, apunta el edil socialista.

La decisión del gobierno de Rita Barberá de cargar 12.000 metros cuadrados de urbanización del parque deportivo a otro PAI vecino, el de General Urrutia y Hermanos Maristas, le han supuesto al Consistorio dos nuevos varapalos judiciales. Por la primera sentencia, explican los socialistas, se ha tenido que indemnizar con 300.000 euros a los propietarios afectados, pero no se sabe si el segundo fallo será más gravoso para las arcas municipales.

Sarrià exige en la moción de su grupo que se compruebe si la adjudicación de la urbanización ha caducado y, si es así, se busque una salida que garantice la edificación de las viviendas —hay un porcentaje de protegidas— el final de la Ciudad del Rugby y el Ayuntamiento recupere los más de 5 millones de euros que cuesta.

En el sector había otras infraestructuras públicas que han pasado a mejor vida. Es el caso de la nueva Escuela Oficial de Idiomas, que tras un retraso importante, fue descartada por la Consejería de Cultura por falta de presupuesto. “No es una prioridad”, dijo en septiembre del año pasado la consejera María José Catalá, pese a la corta oferta de plazas para estudiar idiomas de la capital.

Presupuestada en siete millones de euros, la escuela añadía plazas para 10.500 nuevos alumnos. El cartel que anuncia la construcción del centro, en la calle del actor Antonio Ferrandis, sigue clavado en la parcela con signos de deterioro.

Y otro proyecto fallido, la Torre de la Música que anunciaron el entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Esta prevista sobre una parcela municipal de 70.000 metros cuadrados, en pleno PAI de Quatre Carreres. El Consistorio se la cedía en concesión a la Berklee College of Music de Boston para que erigiera la torre.

En enero de 2012, cuatro años después de anunciarse, se descartó su construcción. La impresionante mole de 100 metros de altura y 27 plantas, que iba a costar 95 millones de euros, se anuló por los problemas económicos. Diseñado por Antón García Abril, la gigantesca torre pretendía acoger a 1.000 alumnos y servir de residencia para 250 personas. La Berklee tiene su sede en el Palau de les Arts.


* El País - CRISTINA VÁZQUEZ Valencia 12 ENE 2013
Foto: El cartel que anuncia la descartada Escuela Oficial de Idiomas sigue en la misma parcela. / TANIA CASTRO

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