A pesar de lo desapacible del día, el 5 de diciembre invitaba al optimismo. Los impulsores de la iniciativa jugaban a caballo ganador. Cada invitación cursada a los colectivos laredanos se tradujo en adhesión inquebrantable. Más aún. Hubo episodios excepcionales que aventuraban un éxito sin paliativos: las agrupaciones musicales aceptaron con entusiasmo diluirse en un canto popular para encarnar esa legítima fama de villa musical, cantarina, única. Ayer la renovaron con creces. Por su parte, los carrocistas de la Batalla de Flores dieron una lección ejemplar de cómo hay que volcarse en lo que nos une, derrochando energía positiva que electrizó contagiosamente a los ciudadanos. Hubiera sido imposible completar el círculo de más de un kilómetro de longitud si los mensajes enviados durante las últimas semanas no hubieran subrayado el carácter integrador de la iniciativa.
El espaldarazo que en su día diera Puerto Gallego, alcaldesa de Santoña, fue secundado en días sucesivos por otros alcaldes de la zona oriental; por cocineros como Nacho Basurto, Paco Quirós o Jesús Sanchez; por los jugadores del Rácing, en la voz de Gonzalo Colsa; por don Julián -el antiguo párroco de Santa María-; por Alberto Vidal, Director de Marketing de Cafes Dromedario; por Braulín, Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de San Martín; por Manuel, presidente del Consejo Regulador de la D.O. Montilla Moriles; por el “jugón” de basket Alberto Miguel, o por el cantante Mario San Miguel. La convocatoria superó la prueba del algodón de la gente sencilla. De la que sabe diferenciar lo primordial de lo accesorio. De la que antepuso la grandeza de la Puebla Vieja a las dudas por las presuntas miserias que los menos se encargaron en exhibir, con su quijotesco boicot al percibir hostiles gigantes donde sólo había ciudadanos armados de cariño por su Puebla Vieja. Ayer hubo un diluvio de lazos naranjas, convertidos en icono imborrable de una gesta que seguro que dará pronto sus frutos.
… y el temporal dio un respiro
Bego Peñalba y BAU pudieron, por fin, corear de forma multitudinaria su SOS Puebla Vieja, un himno nacido del desgarro por verla romperse entre la impotencia de unos y la indiferencia de otros. Fonso Paradelo acompañó una interpretación que fue el banderazo de salida para ir componiendo el abrazo. Una hora antes, este grupo nacido a los pies de la Puebla Vieja, como tantos y tantos otros colectivos pejinos, comenzó a desafiar al temporal. “Contra viento y marea” –título de uno de sus temas- la voz de Bego Peñalba fue ese faro que recordó a miles de personas que ayer había una cita inaplazable. El ejemplo lo dieron también las chicas –y el joven- de Aldaba, que, en los bajos del Ayuntamiento, compusieron una estampa inequívocamente marinera, con redes, remos, una mesa y el imprescindible porrón de vino, presente al hacer la partija –el reparto- de las ganancias de sus faenas del mar.
En la zona del Espíritu Santo los miembros del Palenque capeaban a su modo el temporal y recuperaban juegos infantiles de antaño, mientras el centro Temático de Carlos V recibía a decenas de visitantes que reforzaron así su convicción de que Laredo es una localidad que destila historia por sus cuatro costados. Por doquier asomaban esos tendales de fotografías cedidas por los ciudadanos que otros quisieron llevarse de recuerdo, hasta latitudes tan distantes de Laredo que llenaron de orgullo a sus generosos autores. En la Casa del Mar otros encontraron regocijo visual gracias a esas maravillas de maquetas navales que la Asociación Amonaval, organizadora autónoma de una cita anual que se remonta a hace un lustro, tuvo la generosidad de dejar incluir en el itinerario del Abrazo a la Puebla Vieja. Los graffiteros tomaron con sus botes de pintura una pared de la Plazoleta del Marqués de Albaida, donde las firmas de los alumnos del Bernardino de Escalante pusieron el contrapunto a la espectacular recreación de un Steve Camino que, sencillamente, se sale, en esta forma de expresión artística surgida de las calles.
En el apartado gastronómico, el rincón UMAMI ubicado en La Blanca puso al mal tiempo buen estómago y no se achicaron en sus contagiosas ganas de buen ambiente. Les dieron las tantas bordando el papel de animadores que les sienta como guante de seda. Mientras, los entrañables Pejinos cocinaron sabrosísimas tortillas sin expresar un mal gesto, a pesar del fallo de no incluir su altruista gesto en el programa de mano de un día memorable. La Peña del Tío Simón desfiló llevando su juerga a todos los rincones donde el temporal les dio una tregua para irrumpir sin ahogarse en el intento.
Comienza el abrazo
Pasadas las doce y media, los Amigos del Deporte y el Atlético Laredo, en otro ejemplo de camaradería, recorrieron al trote el circuito del abrazo para hacerse una idea de cómo estaban las fuerzas amigas. En su periplo vieron demasiados flancos desguarnecidos. Pero todo estaba controlado. A la una menos diez hasta los más escépticos hubieron de rendirse a la evidencia. El “Abrazo” dejaba ver sus eslabones cada vez más cercanos. Los últimos concentrados en la plaza de la Constitución fueron derivados a la calle del Paseo y a la plaza Cachupín, y vieron cómo sus manos alcanzaban para cerrar el contorno. La euforia con la que constataban que no quedaban huecos libres se hizo extensiva a todos los puntos del recorrido. Ni un centímetro quedó sin cubrir, excepción hecha del ramal a San Martín, que finalmente se suprimió para dar dinamismo al encuentro.
A la salida de misa fue tal el aluvión de fieles a la Puebla Vieja que quiso encontrar su hueco, que allí la cadena fue doble. Su peso en oro aumentó en las zonas de San Martín, San Marcial, Merenillo, Ruamayor y Cuesta del Infierno, lugar escogido para ubicar a los carrocistas y sus cuadrillas, que respondieron de forma espectacular. Su artística recreación de la fachada original de un edificio arruinado obtuvo la guinda con una indirecta que ojalá sepamos corresponder con generosidad. “Rúa Batalla de Flores”, pedían quienes definitivamente se han metido en el bolsillo a quienes aman de corazón a Laredo.
Nutrida representación política
El ensordecedor volteo de campanas durante tres minutos dio paso a la lectura por el joven Mario de Lucio de un manifiesto que merece la pena escuchar o repasar con detenimiento (pulsar aquí). Los partidos políticos, exquisitos en su papel de sumar e impulsar sin estridencias, flanquearon al muchacho. Así, estuvo la mayoría absoluta de la corporación pejina, excepción hecha del alcalde y su equipo de gobierno. Seis ausencias frente a once presencias, con Bringas y Liz a las puertas del Sinfo, convertido en su limbo particular, en un quiero y no puedo absolutamente patético, para no desairar a quienes boicotearon miserablemente la cita, con un resultado tan penoso que dejó como balance la evidencia de su estupidez, desenmascarada por la ejemplar respuesta de las miles de personas congregadas.
El resto de formaciones políticas, sencillamente, se volcaron. Allí estuvo una nutrida representación de cargos del PP – con el ex presidente de Cantabria, José Joaquín Martínez Sieso, encabezando la delegación por ausencia de Nacho Diego, con el diputado y alcalde de Arnuero, Jose Manuel Igual junto a otros cargos del partido; una no menos intensa delegación del PSOE, con el alcalde de Colindres, José Ángel Hierro, miembros de la Ejecutiva regional, con diputados regionales y nacionales, y cargos institucionales del partido; de Izquierda Unida; y la impagable cooperación de las gentes del PRC de Colindres, en un ejemplo de que entre los regionalistas hubo quienes supieron captar con acierto el mensaje fundamental de la jornada: Todos tenemos que estar juntos, nadie sobra, a la hora de luchar por la Puebla Vieja.
Gritos de euforia
Concluida la lectura del manifiesto, un Rafa Sánchez, crecido como tantos en la defensa de la Puebla Vieja, rompió la barrera del sonido con sus tres ¡Vivas! a la Puebla Vieja que sonaron como nunca se había escuchado. Sin solución de continuidad, y durante más de una hora, la iniciativa “Laredo Canta” dio el do de pecho con las canciones que conforman la banda sonora de nuestra villa.
Por la tarde el programa registró las partidas de Ajedrez en la Casa del Mar; una exhibición de hockey sobre patines; el concierto rock de The Roñas, Alfonso Paradelo y una Jam Session, que llenaron el Boxer de música y buen ambiente. Y un concierto de la Orquesta de Laredo en la iglesia de Santa María que registró un entradón para escuchar a otra de esas agrupaciones que se convirtieron en metáfora del Abrazo: al igual que en las orquestas, donde se requiere el concurso y la coordinación de todos los integrantes para llevar a buen fin la ejecución de la obra musical, en la Puebla Vieja es necesario el concurso de todos, sin excepciones, para que su melodía suene a música celestial. A las nueve y media de la noche, una concentración de bengalas en los bajos del viejo Ayuntamiento, acompasada de nuevo por el ímpetu de las canciones laredanas, pusieron el broche de oro a una jornada inolvidable e histórica, en la que Laredo se fundió en un abrazo eterno con su Puebla Vieja. ¡Qué orgullo vivir en un pueblo así, que defiende tan sanamente lo suyo! ¡Enhorabuena, pejinos!
* www.delaredulin.com
* Laredo digital - Javi Gonzalez - 6.12.10
Foto: Laredo (Cantabria), manifa por la Puebla Vieja - laredodigital
1 comentarios :
Ayer se cumplieron 40 años desde que un Decreto declarase a la Puebla Vieja Conjunto Monumental Histórico Artístico. Una medida impulsada desde Laredo por ciudadanos e instituciones, que vieron en dicho reconocimiento la mejor vía para preservar un entorno patrimonial único en la región. Tal y como explicó recientemente el arquitecto Miguel Ángel Montes en una charla organizada por la Asociación de Amigos del Patrimonio, las agresiones sufridas en los años precedentes por este Monumento Nacional llevaron a la movilización conjunta de la población.
laredodigital
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