Hace cuatro meses, la Fiscalía Provincial estimó que no había delito en la operación de Tabacalera. El Consistorio le había cambiado a Guadalmedina un edificio de la plaza de América por el núcleo de la antigua fábrica de tabacos. Según los socialistas, la operación era ruinosa para el Ayuntamiento, pues dejaba de ingresar 56 millones, por lo que podía incurrir en prevaricación.
La fiscalía entendió que no la había, pero sí dejó abierta la vía administrativa para aclarar el asunto. El TSJ, a instancias de Salvem Tabacalera, trató también el convenio este mismo año. Finalmente, lo avaló. Pero el voto particular de uno de los tres magistrados apuntaba a que "hay un grave riesgo de corrupción administrativa y política". Ahora, Guadalmedina vuelve a ser protagonista de una operación que los socialistas califican de "sospechosa" y de "trato de favor".
En 2005, la firma de Ballester ya se había hecho con más de la mitad de los terrenos de Padre Doménech. Así, le pidió al Ayuntamiento urbanizar la zona a través de un programa de actuación integrada (PAI). Su propuesta planteaba doblar la edificabilidad: de los 10.526 metros cuadrados edificables a más de 21.000 en nuevos pisos y superficies comerciales. Pero el proyecto quedó en el cajón. Era difícil que la Generalitat aceptase tal incremento, pues ningún programa de ese tipo ha modificado al alza la edificabilidad desde la Ley del Suelo de 1994. Los PAI solo pueden moldear la distribución del espacio (los metros que puede tener una vivienda).
Cinco años después, el Ayuntamiento anuncia los cambios del planeamiento urbano. En una de las 13 unidades de ejecución reformada, la de la plaza del Padre Doménech, el Consistorio ha registrado un incremento de la edificabilidad de 8.342 metros cuadrados. De esta manera, el beneficio del agente urbanizador, Guadalmedina, aumenta respecto al que resultaría de aplicar el planeamiento original; no tanto como hubiese alcanzado con su PAI, pero casi. La delegación de Urbanismo del Ayuntamiento alega que "es lo mínimo que la empresa puede aceptar para ejecutar las obras".
* El País - 6.12.10
Foto: Valencia, fachada Tabacalera - valencia.es
1 comentarios :
Entre la Rita, el Camps y todos sus amiguetes, se están poniendo las botas a costa de los valencianos. Habrá que ver la cantidad de maletines y bolsas de basura que han generado en comisiones todos estos pelotazos urbanísticos.
Porque que nadie se llame a engaño, estas presuntas ilegalidades se hacen para obtener algo a cambio, es decir favores o dinero. No hay otras razones de tipo técnico o social. Ni mucho menos.
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