Decisiva intervención ciudadana, servidores públicos ejemplares y aguas tóxicas en el ayuntamiento barcelonés y en la leal oposición de CiU

SALVADOR LÓPEZ ARNAL* : Pascual Serrano ha escrito un excelente resumen de la situación actual del caso del Hotel [1]: el ex presidente del Palau de la Música de Barcelona, Fèlix Millet, y su mano derecha, Jordi Montull, están procesados acusados de tráfico de influencias y apropiación indebida. El juzgado dirigido por Miriam de la Rosa cuantifica el saqueo del Palau de la Música de Barcelona en más de 35,6 millones de euros. No hay error en la cifra: ¡más de 35 millones de euros! Los acusados consiguieron la recalificación urbanística de tres fincas de la calle de Sant Pere més Baix, pegadas al Palau, fincas afectadas por la construcción del hotel de lujo que contó con el beneplácito, y el impulso incluso, del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Cataluna. Los encausados, flor y nata de la burguesía catalana de larga tradición, poderosos tentáculos y prolongadas sombras, solicitaron presupuestos a varias empresas y asignaron finalmente la construcción del hotel de lujo a Olivia Hoteles, a cambio de una “pequeña comisión” de 900.000 euros que debía ingresarse en las cuentas de la Fundación Orfeó Català [2].

Según el fiscal del caso, la “comisión” fue a parar finalmente a los bolsillos insaciables de Millet y Montull, quienes han pasado trece días en prisión provisional, saliendo sin fianza el pasado 30 de junio. Félix Millet, vale la pena recordarlo, tiene antecedentes penales por corrupción.

¿Sabemos algo más de este amplíismo y pestilente caudal de abyección político-económica? Sí, gracias a las declaraciones ante la juez del caso de Itziar González (IG). Itziar, salvo error por mi parte, es hija de J. A. González Casanova y de la recientemente malograda Rosa Virós, ex rectora de la Universitat Pompeu Fabra. Está en los memes de Itziar los ideales de justicia y honestidad. Ellos serían causa de su dimisión política. Aunque independiente, Itziar González, del ámbito del PSC, era concejal de Ciutat Vella del gobierno municipal de Barcelona. Que yo recuerde no hay precedentes similares, no se recuerdan dimisiones afines.

En sus declaraciones a la juez que lleva el caso del hotel del Palau, Miriam de Rosa, IG ha señalado que durante su mandato recibió presiones de “totes les bandes”, pero especialmente del teniente de alcalde Urbanismo, el hombre fuerte de Hereu, el señor Raimon García-Bragado, un técnico-político con enorme poder que no es militante del PSC, y que en el momento en que escribo esta nota ha “renunciado” al área de urbanismo pero ha sido mantenido por el alcalde barcelonés en el municipio [3]. El señor Hereu no duda de la honorabilidad del señor García-Bragado a pesar de que los motivos para ello se amontonan.

Presiones de todos los lados, que han obligado a Itziar González a cambiar de domicilio por fundado temor a represalias, ¿para qué? Para que ella, regidora del distrito, desbloqueara la tramitación para construir el hotel de lujo de Millet y Montull. IG ha señalado igualmente que en ninguna otra situación, en ninguna otra, recibió tantas llamadas como en este caso.

IG guarda muchos de los correos que ha recibido durante estos años sobre el hotel en cuestión. Es obviamente una figura clave en el proceso. En sus declaraciones ante la juez, ha comentado que dada su formación de arquitecta vio claramente desde el principio que la construcción del hotel no tenía nada que ver con el interés público de la ciudad sino con sesgados intereses privados. Por ello, ella misma impulsó un activo proceso de participación ciudadana que tan decisivo ha sido en la salida a la superficie de este escándalo urbanístico de dimensiones no totalmente delimitadas. El abogado de los vecinos es Jaume Asens. Mejor imposible: un ciudadano de altísima dimensión republicana, defensor de todo lo noble y digno que transita por la ciudad de Papasseit, Espriu y Sacristán, al servicio de una causa pública de alta tensión. Asens explicó a la juez que García-Bragado se enfadaba cada vez que Itziar González mostraba reticencias ante el proyecto hotelero [4].

No fue el único, no fue sólo en el despacho del poderoso “técnico” donde se ubicaron las presiones. IG ha declarado que, en algunos momentos, sintió que el equipo de gobierno, con la presencia de ICV-EUiA, dudaba de su lealtad. Ella era el único alto cargo municipal que se oponía a la operación urbanístico-crematística. Peor imposible: la izquierda supuestamente transformadora, la izquierda de debò, con la boca silente, desinformada o secuestrada por una mayoría que va a su bola y defiende los intereses que defiende, que poco tienen que ver con los sectores populares que le dan apoyo. De hecho, según cuenta J. Asens, Itziar González intentó que el mismísimo alcalde barcelonés parase el proyecto. Recordemos la respuesta del señor Hereu: la iniciativa ya era muy difícil de detener, no era posible obstaculizar la turbulencia de estas aguas tóxicas. No era el caso. Se ha sabido posteriormente que existía el compromiso explícito del ex primer teniente de alcalde, el señor Carles Martí, para que el proyecto se llevara a término. De “nido de corrupción”, para referirse a amplias dependencias del consistorio municipal barcelonés, han hablado algunas voces.

No falta desde luego la presencia del otro punto extremo del segmento. Xavier Trias, el candidato de CiU para la alcaldía, el coleguilla de Fèlix Millet en sus vacaciones menorquinas, llamó a la regidora Itziar González para mostrarle su interés por el proyecto.

Ella misma fue convocada en septiembre de 2008, cuando aún era regidora de Ciutat Vella, a una reunión con García-Bragado y Fèlix Millet. ¿Qué hacía un señor como éste en una reunión como aquélla? Fue breve el encuentro. González defendió la necesidad de tener en cuenta la voz y argumentos vecinales, de que sus posiciones fueran vinculantes. Por supuesto, el dueto Millet-García-Bragado, los dos a una, sin matices, se opusieron frontalmente. ¡Qué tonterías republicanas son esas! Qué pueril ingenuidad, concluirían; a por ella pensarían

Al final de sus declaraciones ante la juez, IG dio gracias a la juez y al fiscal por haber detenido lo que ella no fue capaz de detener, le faltó fuerza política y apoyos: una operación urbanística falsaria, interesada y antipopular de Millet y Montull, dos prohombres destacados de la alta burguesía de la ciudad.

El abogado de Millet Pau Molins, hermano de Joaquim Molins, el ex conseller -¡de Obras Públicas!- de Jordi Pujol, abandonó su defensa el lunes 28 de junio. ¿Por qué? Fuentes judiciales han apuntado que la razón parece ubicarse en las informaciones que diversos medios de información catalanes publicaron el anterior fin de semana sobre un “presunto” sistema de cobro de comisiones por obra pública que habrían acordado Convergencia Democrática de Catalunya y Fèlix Millet. Lo sabido, el 3% incrementado.

¿Quién ha asumido la defensa tras la dimisión de Pau Molins? Mireia Astror, del despacho Piqué Vidal. ¿Piqué Vidal, les suena? Efectivamente: el mismo bufete de abogados que asumió la defensa de Fèlix Millet en el caso Renta Catalana, la primera ocasión que fue a la cárcel hace ya varias décadas. Por su parte, Piqué Vidal está actualmente en libertad provisional: fue condenado a siete años de cárcel por exigir pagos millonarios a empresarios y banqueros si querían evitar la prisión. ¿Les recuerdo el nombre de su cómplice? No es necesario, han acertado: el ex juez Pasqual Estevill.

Según fuentes judiciales relacionadas [5], el arquitecto Carles Díaz es también clave en todo este desaguisado. Hombre de confianza de Fèlix Millet, trabaja -¡qué cosas!- en el despacho de una figura destacada de las clases ilustradas catalanas: el arquitecto Óscar Tusquets.

PS: Otra cara del poliedro-oasis socioconvergente catalán que ha recordado Lucas Marco y que merece no ser pasado por alto [6]. José Mestre Fernández, el director de carga del Puerto de Barcelona, duerme en la cárcel. Más de doscientos kilos de cocaína son el motivo. Fue detenido durante una reunión con narcotraficantes en un hotel barcelonés. Como Fèlix Millet, tampoco era la primera vez que Mestre Fernández tenía problemas con la justicia. En 1981 tuvo que marcharse brevemente “al exilio”, no por motivos políticos desde luego. Se trató de un asunto de robos en el Puerto barcelonés. El pasado mes mayo de 2010, hace apenas un mes, el molt honorable president de la Generalitat de Catalunya José Montilla entregaba en mano “el premio al mejor empresario nacional del sector de la logística” al señor Mestre Fernández “por su admirable trabajo al frente de la empresa Tercat”. Lucas Marco ha argüido que probablemente algunos sostengan ahora que hay que retirarle el Premio a José Mestre. Él cree que no: al fin y al cabo, ha señalado, fue “un gran empresario y un gran narcotraficante, como tantos otros”.

Notas:

[1] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=108899
[2] Por supuesto, Manuel Valderrama, presidente de Olivia Hotels, niega el pago de tal comisión a Millet para quedarse con el concurso del hotel de Palau. Valderrama ha declarado que él siempre quiso dejar el despacho de Tusquets por lo desorbitado de sus honorarios. Jordi Montull se negó a ello. Con la nueva documentación, el fiscal Antoni Pelegrín está estudiando la posibilidad de ampliar la querella y el círculo de imputados.
[3] El otro alto cargo municipal apartado es Ramon Massaguer, gerente también del ámbito de Urbanismo, ex secretario general de Sanidad… ¡cuando gobernaba CiU! Es a Massaguer a quien Jordi Montull escribió señalándole que “era su tabla de salvación”. Definitivamente: Dios o afín los crió y ellos hicieron piña más tarde.
[4] Público, 29 de junio de 2010 (edición Catalunya, p. 2)
[5] Público, 30 de junio de 2010 (edición Catalunya, p. 6)
[6] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=108898





* Rebelión - Opinión - 4.07.10

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