Las defensas frente a futuras riadas tendrán que costearlas los vecinos

ABC/Córdoba* : La seguridad futura de los vecinos que ahora se ven afectados por las inundaciones depende, en esencia, de ellos mismos. Éste es el mensaje que lanzó ayer el alcalde, Andrés Ocaña, después de visitar las parcelaciones que más han sufrido los efectos de las fuertes precipitaciones y de los desembalses de los pantanos de la pasada semana. ¿Y por qué los propietarios de las viviendas anegadas tienen sobre sus tejados la responsabilidad de su integridad?

Porque la mayoría de los inmuebles son ilegales. O siendo más precisos, no reconducibles. El matiz es importante. El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2001 reconocía la existencia de estos núcleos de casas irregulares, pero las dejaba en una especie de limbo legal que permite que sigan en pie a no ser que la situación de riesgo sea extrema y se demuestre su condición de inhabitables.
Aunque la inspección de los en torno a los más de doscientos inmuebles alcanzados por la crecida, que inició ayer el Consistorio, determinará cuántos de ellos se encuentran en una situación de ruina, parece claro que las órdenes de desalojo de las casas serán excepcionales. Existe, empero, el precedente de las tres viviendas de la parcelación de Guadalvalle que, tal y como avanzó este periódico, tienen una orden de derribo desde comienzos de este año por estar al borde del río y concentrar un peligro muy serio de que sus habitantes padezcan daños de entidad.
Con todo, el escenario más probable de los núcleos de parcelaciones a medio plazo es que sean los propios dueños de las casas los que sufraguen las obras para evitar daños futuros por riadas del Guadalquivir. Ése será el caso, al menos, de las urbanizaciones no reconducibles de Altea, Guadalvalle y San Isidro. El de Fontanar de Quintos, que además ha sufrido en menor medida el azote de la climatología, tiene otras connotaciones ya que se trata de un núcleo reconducible.
Plan de mejora rural
En este sentido, el alcalde precisó ayer que «el PGOU les da la posibilidad a estas parcelaciones no reconducibles de que pongan en marcha un plan de mejora del medio rural, que entre otras medidas recoge las que contrarrestran las inundaciones». Pero el coste de estas obras de defensa frente al agua correrán, si se producen, por cuenta de los propietarios, que además no están obligados a hacerlas. Se podría dar el caso, por tanto, de que si la inspección municipal que acaba de comenzar no determina el desalojo de los inmuebles, éstos sigan en pie y sus moradores no promuevan infraestructura alguna de contención de avenidas fluviales, por lo que estarían de nuevo a merced de que una tormenta perfecta llenaran sus casas de fango y pusiera en riesgo su integridad.
«El Ayuntamiento no se plantea realizar ninguna actuación para frenar las posibles riadas futuras», indicó en este punto el regidor. «No se lo plantea, al menos, a no ser que se produzcan situaciones de emergencia», agregó.
Al menos La Altea, tocada de lleno por la descarga de agua de la pasada semana, sí ha iniciado los trámites para activar un plan de mejora ambiental, y a él se quieren unir los vecinos de Guadalvalle. «Aquí, el papel del Consistorio se limita a tramitar y a validar los citados planes, nada más», indicó el regidor.
La figura urbanística de no reconducible ha provocado que la mayoría de las casas afectadas por la riada tengan expedientes sancionadores abiertos, que el Ayuntamiento inicia e tiene conocimiento del comienzo de la obra. La autoridad municipal insta a sus propietarios a la paralización, y en caso de que no se produzca fija una sanción por quebrantamiento de la disciplina urbanística.





* ABC - 3.03.10
Foto: Monturque (Córdoba), inundaciones - diariodecordoba.es

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