La fiscalía anticorrupción, el Cuerpo Nacional de Policía y la Agencia Tributaria están investigando una presunta trama de corrupción en torno a concesiones en los puertos de Maó e Eivissa, un caso que se abrió hace años. Verger prestó el pasado diciembre declaración como imputado, negó todos los cargos y censuró el que los denunciantes del caso (socios del Club Marítimo de Maó) se prestaran en 2006 a pactar con el Grupo Marsans para recuperar sus amarres.
El caso Mar Blau ha salpicado también a Francesc Triay, actual presidente de la APB, y a su número dos, Ángel Matías, director de la entidad dependiente del Estado central. Otros encausados son Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la patronal CEOE y propietario entre 2006 y 2008 del Grupo Marsans; así como gestores y jefes de empresas del citado holding, como Trapsa Yates, adjudicatarias en la última década de codiciados y lucrativos servicios en los principales puertos de Balears.
La fiscalía anticorrupción sospecha que responsables de la APB se conchabaron con el grupo Marsans para amañar al menos dos importantes concursos: el del Club Marítimo de Maó y unos amarres en Ibiza Nueva (Eivissa). El caso fue denunciado en octubre del 2008 por un miembro del Club Marítimo de Maó, que aportó varias grabaciones de conversaciones donde intervinieron Verger y Matías, entre otros.
La Policía sostiene en su atestado que de una de esas cintas se podría deducir que Verger y Matías habían pactado con Trapsa Yates para que ésta cediera la concesión del Club Marítimo de Maó a dicha entidad, a cambio de otros valiosos amarres y de conseguir nuevas explotaciones en Palma e Eivissa.
Hasta ahora se pensaba que el comité técnico de la APB había puntuado a Marsans con el número 1 y al Club Marítimo con el 2. Sin embargo, Verger, en una charla con Luis Barca, presidente del club Marítimo, y con Ignacio Marra, gerente de esa entidad, comenta lo siguiente: "Después de 45 llamadas y reuniones con la gente de Trapsa, creo que hay una solución y es que ellos renuncien (a los amarres), pero claro si ellos renuncian, vosotros (el club) quedáis segundos (...) que no habéis quedado, pero mirando, mirando, resulta que habíais hecho un buen trabajo (en la oferta) y, mirando y mirando, pues quedaríais vosotros..."
Verger, defendido por Josep Zaforteza, explicó en Comisaría que los propios denunciantes estuvieron de acuerdo en compensar a Marsans por los gastos del concurso y adjudicarse ellos sus antiguos amarres.
Triay, que en 2008, cerró el expediente de adjudicación de Maó iniciado por Verger, defendió el también ante la Policía la pureza de los concursos objeto de investigación.
Los investigadores, con base en las grabaciones y en las declaraciones de varios testigos, sostienen que Verger señaló en 2007 a los gestores del Club Marítimo de Maó que había "dado instrucciones a su sucesor en la APB (Triay)" para que los amarres fueran para esa entidad.
Luis Barca ha manifestado que informó a Triay de todo lo negociado con anterioridad con Verger y Matías. Según la versión del club, en septiembre del 2007 Triay les comentó que quiso arreglar con rapidez el asunto de los amarres, de acuerdo con la información dada por Verger, pero que Trapsa Yates había exigido a cambio la concesión de Ibiza Nueva.
* Diario de Mallorca - 15.03.11
Foto: La Policía acusa a Verger de alterar un concurso en favor del club Marítimo de Maó - diariomallorca
1 comentarios :
El sector privado agacha la cabeza frente al sistema politico y administrativo corrupto ... Trapsa y Club Maritimo solo jugaban las unicas cartas posibles, que es jugarle el juego a los corruptos. Es parte del sistema. Sin administración corrupta las empresas privadas no entran al trapo. Pero este caso solo es un grano de arena de esta playa de miles de kilometros ... solo en Baleares !!!
diariomallorca
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