Benidorm se inventa un nuevo producto: el turismo de rascacielos

PREFERENTE/Alicante* : Los rascacielos configuran una de las señales de identidad de Benidorm y su perfil de cristales y hormigón alzado al cielo es visible desde la distancia. Ahora, el skyline benidormí no sólo servirá para albergar plazas hoteleras y apartamentos sino que se convertirá en una oferta turística en sí misma. O al menos ésa es la intención del Ayuntamiento, que ha comenzado por editar una guía que cataloga 70 de las torres de la ciudad y que se recrea además en algunos de sus espectaculares datos: siete de los rascacielos superan los 120 metros de altura y otros veinte, los cien. También se incluyen dos ‘gigantes’ todavía en construcción: el In Tempo y la Torre Mediterráneo.

Según publica el Diario Información, la guía sólo será el primer paso. El que permitirá después promocionar en el mercado excursiones turísticas a los edificios, símbolo de las diferentes corrientes arquitectónicas de la población y capaces además de ofrecer vistas paisajísticas insólitas y múltiples de la ciudad. Otra alternativa será la de vincular las principales torres a los nombres de comunidades autónomas y provincias españolas, según adelantó con cierta prudencia el concejal de Diseño e Imagen, Jaime Llinares, consciente de que la propuesta aún se halla en una fase embrionaria. De cualquier modo, el Consistorio está dispuesto a empezar a negociar con las comunidades de propietarios de cada uno de los inmuebles.



Benidorm apuesta por esta nueva oferta sin complejos. Parecen quedar ya lejos algunas voces, sobre todo foráneas, que asociaban el nombre de la localidad al de la masificación urbanística y la estética del negocio turístico urgente. "Queremos promocionar el modelo sostenible y moderno con el que se ha desarrollado esta ciudad y que ha demostrado regirse por criterios ecológicos como lo demuestran los bajos índices en el consumo de agua, luz o territorio", apostilló Llinares.



Hasta el momento, sólo algunos hoteles, como evidentemente el Bali, habían optado por vender sus propias peculiaridades arquitectónicas para promocionarse en el mercado. Ahora se espera que el resto de torres de Benidorm también apuesten por esta alternativa. Muchas de ellas se han convertido en representantes de la evolución estética de la ciudad a lo largo de los años. De hecho, en la filosofía de las excursiones guiadas que pretenden planificarse, late la idea de explicarle al visitante cómo fue desarrollándose el tipo de urbanismo de la ciudad, que pasó de los primeros ‘edificios piscina’ (horizontales y de baja altura) a edificios verticales que dejaran espacio, en un municipio con escaso territorio, para jardines, piscinas y amplias redes viarias. El Ayuntamiento está convencido de que el skyline de Benidorm ya es en la actualidad un reclamo para los visitantes y de que ahora se trata de formalizar y difundir la oferta.



* Preferente.com - 13.01.11
Foto: Benidorm (Alicante), skyline - preferente.com

1 comentarios :

CarlosR dijo...

Pronto tendremos el turismo de la especulación, lo veremos!!
Habrá rutas, algo de esto hay ya en Marbella, para ver todos los desastres urbanísticos originados por el gilismo y sus continuadores.

Pues en Benidorm más de lo mismo, pero hacia arriba como la torre inconclusa de Babel. Ahora resulta que lo que hay allí es un urbanismo sotenible y ecológico... vaya cara!! Palabras gastadas!!

Recuerdo hace bastantes años en la Escuela de Arquitectura que ya se debatía esto; pero, claro, se decía que el modelo era mejorable y en ningún caso exportable a otros lugares de la costa (como finalmente ha ocurrido).
Una cosa es que los rascacielos consuman menos territorio que el modelos de chalés 'acosados' y hasta que sean más eficientes energéticamente que el urbanismo disperso que, evidentemente, necesita de mayores infraestructuras públicas para su funcionamiento; pero de ahí a decir que el tipo Benidorm creado hace 50 años sea un modelo a escala nacional-internacional, media un abismo... un abismo insondable. Porque en Benidorm, como luego en toda la costa, se ha hecho un urbanismo a golpe de talonario, sin tener en cuenta lo más mínimo las necesidades de la población, solo la de los promotores y políticos de turno (comisiones incluídas).

La ausencia de espacios verdes indispensables, de equipamientos públicos necesarios, de infraestructuras... la concentración excesiva de población que deriva en contaminación no bien digerida y la pérdida de calidad de vida consiguiente, llevan a pensar que todo esto no es más que un montaje político de cara a un electoralismo barato y, lamentablemente, suscrito también por individuos fascinados por la alturas indiscriminadas (fetiches) y la fealdad como principio activo.

En fin, un tema ya muy antiguo y suficientemente debatido, que no necesita muchás más aclaraciones...
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