Análisis: Urbanismo suicida

SERGIO AGUAYO/México* : Urge ser integral en la guerra contra el crimen organizado. El Gobierno federal podría, por ejemplo, controlar por medio del Infonavit y el Fovisste el urbanismo salvaje, uno de los nutrientes del crimen organizado. En las guerras modernas el poder de fuego es sólo una de las variables. En el ya famoso diálogo entre Julio Scherer García e Ismael "El Mayo" Zambada publicado en Proceso, éste último lanza la pregunta: "El problema del narco envuelve a millones. ¿Cómo dominarlos?". Responde con un fatalismo interesado pero realista: "el narco está en la sociedad, arraigado como la corrupción" que, añado, interactúa con una cultura de la violencia que se desborda horrorizándonos. ¿De dónde sale tanto odio, tanto impulso destructivo? Para responder estas preguntas sirven los académicos y una importante dependencia federal, cuya identidad se revela al final del texto, comisionó en 2009 estudios en varias ciudades para tener un "primer acercamiento a los posibles factores" que detonan la "violencia social y de género", porque si las "violencias son construcciones sociales, económicas y culturales", en la medida en la que se les conozca será "posible realizar intervenciones para prevenirlas".

De esos estudios rescato las principales conclusiones de los trabajos sobre Aguascalientes, Guadalajara y Ciudad Juárez coordinados por Greta Papadimitrou, Guadalupe Rodríguez Gómez y Laurencio Barraza respectivamente,para consultar los trabajos ir a www.sergioaguayo.org.

El urbanismo mexicano reproduce las reglas del capitalismo de compadres: el sector privado impone la distribución geográfica y la modalidad de los nuevos asentamientos porque hay una privatización formal e informal de la tierra, de la vivienda y de la política urbanística. El Estado, o lo que queda de él, es un alcahuete al que sólo interesan el dinero que recibe por cambiar el uso de suelo o recibir obras incompletas o maltrechas.

El desorden se facilita por la rotación permanente de gobiernos locales (no hay reelección), por la degradación ética de todos los partidos y por la miopía de la autoridad federal.

Ejemplo: en la última década, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, Infonavit, ha entregado más de tres millones de créditos y en sus documentos presume de "sustentabilidad", de "construcción de tejido social" y de "respeto al medioambiente". Es una retórica vacía de contenido porque las investigaciones aquí citadas muestran un panorama diferente.

En nuestras ciudades hay dispersión urbana que reproduce la segregación económica y social, ciudades-dormitorio donde no se convive y espacios públicos despersonalizados, descuidados o abandonados. Tierra de nadie en la cual es notoria la escasa presencia de las instituciones del Estado. La alternancia no ha construido el capital social que hace funcionar la democracia; ha hecho jirones el que existía.

El desarrollo económico, cuando lo hay, tampoco ha resuelto las diferencias; las ha acentuado. En suma, salvo contadas excepciones, las ciudades mexicanas no se disfrutan, se sufren.

Los vacíos se han llenado con nuevos actores sociales, entre ellos el crimen organizado. Su presencia es mayor donde tenían presencia, Guadalajara y Juárez, y donde hay dinamismo económico y nudos de comunicación. Ciudad Juárez es un caso paradigmático. Ahí llegaron las maquiladoras en los sesenta, pero el auge de empleos sólo deterioró el tejido social.

El PAN ganó la gubernatura en 1992 pero la alternancia sirvió de poco. Una de las investigadoras, Delia Brenda Acosta Beltrán incluso sostiene que la "desigualdad urbana" ha sido un mayor detonante de la delincuencia que la pobreza.

Hugo Almada escribe, por su parte, sobre las viviendas abandonadas en Ciudad Juárez, una realidad generada por la "facilidad para la obtención de créditos y la sobre-producción de vivienda de interés social" con materiales de ínfima calidad y sin infraestructura. El resultado es que "unidades enteras de estas viviendas parecen hoy pueblos fantasmas".

Las investigaciones realizadas por INCIDE Social fueron auspiciadas por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres de la Secretaría de Gobernación cuyo titular, Francisco Blake Mora, es el secretario ejecutivo del Gabinete de seguridad que debería ordenar ya al Infonavit y al Fovissste que impongan condiciones más estrictas a los "desarrolladores". Ignorarlo es perpetuar el urbanismo suicida.

La miscelánea

Murió el multifacético Ario Garza Mercado de El Colegio de México. Como maestro nos enseñó la metodología de la investigación, como bibliotecario sentó cátedra y como ser humano fue excepcional. Tomo prestados algunos adjetivos de un texto de Heshmatallah Khorramzadeh: Ario fue riguroso y disciplinado, tierno y apasionado, pícaro y alburero. Difícil olvidarlo.


* Comentarios: www.sergioaguayo.org; Twitter: @sergioaguayo; Facebook: Sergio Aguayo Quezada


* Periódico Noroeste - Opinión - 20.01.11

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