El despoblamiento del centro de Murcia

JOSÉ ALBERTO SÁEZ DE HARO* : Se suele decir que en el verano no hay noticias, y con ese motivo salen a la luz situaciones reales cuya importancia no hay que infravalorar. Hemos leído en un artículo de este periódico, cómo se va despoblando el centro de Murcia: el entorno de la Catedral, San Bartolomé, San Miguel, …, con una pérdida importante de población. El municipio de Murcia, sin contar el territorio al sur, conocido como ´el campo, se caracterizaba, hasta los años 70, por una estructura polinuclear presidida por la ciudad de Murcia en el centro, y una corona de núcleos de menor entidad correspondientes a las Pedanías, al norte y al sur, y la zona intermedia de la huerta siguiendo el cauce del río y su red de acequias. Esta estructura que pretendió preservarse con el Plan de Rivas Piera de 1977, se "diluye" en una trama casi continua con el Plan de Ordenación vigente.

La pérdida de población e identidad del centro es víctima de esta nueva ordenación que, además, se va reestructurando según van surgiendo nuevos intereses como los nuevos centros comerciales, etc. La población se desplaza a los nuevos barrios, que no siempre están dotados de buenos equipamientos, pero sí en perspectiva de tenerlos.

El casco antiguo de Murcia ciudad, que se mantuvo como núcleo urbano hasta los años 60 prácticamente, lo delimitan por el norte la Calle de Acísclo Díaz – Enrique Villar , oeste Obispo Frutos - Ronda de Garay, sur, el río Segura (dejando el barrio del Carmen como una entidad) y oeste, la actual Juan de la Cierva y San Andrés. En este ámbito están los barrios de la Catedral, San Bartolomé, San Pedro, San Nicolás, San Miguel, San Lorenzo, Santa Eulalia y San Juan, principalmente. La actitud municipal ante las dotaciones sociales de estos barrios ha sido la de ir, voluntaria o involuntariamente, disminuyéndolas o eliminándolas, de manera que su población se ve discriminada respecto a otras zonas nuevas, y abocada a su despoblación absoluta, al menos en las condiciones en las que es característica la ciudad, y en nuestro caso la "ciudad mediterránea" que se caracteriza por ser "completa", esto es: donde puede pasar "todo" lo que pasa en una ciudad.

En estas condiciones la población se transforma y sus principales habitantes, van desapareciendo y son sustituidos por los que no tienen (o no pueden tener otra opción) necesidades dotacionales convencionales, pues por su nuevo destino, oficinas y despachos, o habitantes temporales: estudiantes, emigrantes, se amoldan a lo que hay.

El parque de viviendas que se va "liberando", se va convirtiendo, generalmente, en un frente especulativo en el que no se tiene en cuenta la habitabilidad, sino la "capacidad", y eso se está viendo incluso en edificios que han sido de "alto standing", por su mayor "capacidad", una vez que sus ocupantes los dejan por herencias o motivos similares. Y las que pueden ser ocupadas en condiciones habituales son poco apetecibles por muchos motivos. Estas zonas tienen pocos aparcamientos, y los que se hacen en "concesión", esto es por un plazo de tiempo, no despiertan mucho interés por economías limitadas. Habría que estimular una fórmula de edificaciones completas para uso de aparcamiento, aunque en las plantas bajas se mantuviera en fachada el uso comercial. Los equipamientos docentes públicos se reducen en infantil y primaria al centro escolar que hay en la calle López Puigcerver para el barrio de San Juan, y al limitado de ´Cierva y Peñafiel´ en Santo Domingo. En secundaria, el Instituto ´Cascales´ cuyas condiciones son absolutamente precarias.

No existen guarderías infantiles. En enseñanza superior el campus (¿hortus? como lo denominan algunos) de la Merced, y el antiguo seminario para arte dramático y danza. (Cuando ya hace unos cuantos años algunos arquitectos dijimos de repartir las instalaciones de la Universidad por alguno de estos inmuebles como el seminario, el cuartel de artillería, etc. poco más y se nos destierra…). Por lo tanto, no hay ningún "atractivo" para las familias con hijos pequeños o adolescentes. Y los "mayores", principal población de estos barrios del centro, tampoco lo "tenemos" resuelto: centros de salud de sanidad pública no hay más que una pequeña delegación de "Murcia Centro" para algunos vecinos de San Juan, teniéndose que desplazar todos los demás a San Andrés. Centros públicos de reunión y ocio, o biblioteca, etc. no existe ninguno para jóvenes o tercera edad, (estoy experimentando el uso de la biblioteca de Juan Carlos I, buscando ediciones de libros difíciles de encontrar y ¡es una experiencia!, me llama la atención la demanda que tiene y no sólo para ir a estudiar, y tan apartado del centro…).

Zonas deportivas y espectáculos, tampoco. ¿El teatro Romea?, y el Teatro Circo, en espera, (por cierto no me puedo callar que tras insistentes intentos de declaración de ruina, algún técnico municipal nos negamos a que se declarara así, sirvió para que con esos curiosos convenios urbanísticos se restaure, ¿del mal el menos?). Cines, el Rex (aguantando), ¿y la filmoteca? No digamos el acceso a las nuevas tecnologías, algún punto ´wi-fi´ debajo del ficus de Santo Domingo ¡menos mal!...

Se deben estar preparando programas electorales para las próximas municipales, (o igual no hacen falta…), quiero brindar alguna idea para intentar remediar algo la triste situación anterior. Sería preciso dotación de equipamientos docentes y asistenciales para lo que podría utilizarse, aunque sean espacios perimetrales, como la Condomina, que podría combinar equipamientos de muchos tipos, muchos, no sólo deportivos, y no tirar las gradas que sirven y están hechas (sostenibilidad), pueden tener múltiples funciones; la antigua cárcel, para la que se siguen planteando espacios museísticos, pero de éstos ya se considera que hay suficientes (los espacios docentes y asistenciales demandan mucha mano de obra frente a los espacios para museos etc., por lo que no son muy sugerentes para la administración que los gestione), hay que dar otras alternativas y también ahí se podrían diversificar funciones; y uno de titularidad privada pero que debería plantearse su incorporación a la ciudad es la Fábrica de la Pólvora, ¿no se podría pensar en alguna permuta como la de la cárcel con Hacienda?.

Es el espacio interior a la ciudad que queda más amplio y no debería perderse si se quiere hacer algo de interés para equipar el casco antiguo con equipamientos sociales a los que me estoy refiriendo. Por otro lado, lo que sí le sobra al centro son edificios administrativos, y sería bueno recuperar edificaciones administrativas que van a perder su función, transformándolas en equipamientos sociales múltiples, como puede suceder con el desplazamiento de la gerencia de urbanismo al nuevo edificio en construcción, que se puedan liberar la edificación Gerencia de Urbanismo de la Plaza de Europa y las oficinas del Mercado de Saavedra Fajardo. Las dependencias no ocupadas del convento de . Y seguro que hay más… ¿O es que con lo que tenemos estamos satisfechos y así parece…?





* La Opinión Murcia - Opinión - 13.08.10

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