Un estudio comprueba que las muertes aumentan cuando hay más contaminación

MADRIDIARIO* : Cuando las partículas en suspensión finas (PM 2.5), provocadas principalmente por los vehículos diésel, se concentran en el aire de la ciudad de Madrid, las muertes aumentan, según un estudio el Instituto de Salud Carlos III. Este estudio, publicado en la prestigiosa 'Science of the Total Environment', viene a confirmar una sospecha: los episodios de contaminación aumentan la mortalidad y los ingresos hospitalarios. Es de los pocos que se han hecho en España sobre este contaminante, las partículas en suspensión finas, es decir, de un diámetro de 2.5 milímetros. Para la investigación, se han tenido en cuenta los datos de PM 2.5 del periodo 2003-2005 y su influencia en los pacientes del Hospital Gregorio Marañón, como explica uno de los autores, Julio Díaz.

"Se puede decir que cuando sube la contaminación también lo hace la mortalidad por enfermedades circulatorias y respiratorias", resume el experto, que evita dar un porcentaje del aumento de fallecimientos. "No se puede establecer que una determinada muerte esté provocada por esa causa", aclara. De otro estudio del mismo equipo sí se infiere que los ingresos hospitalarios por este tipo de dolencias aumentan entre un 8 y un 10 por ciento cuando las concentraciones PM 2.5 son altas.

El más dañino
De estos estudios también se deduce que este contaminante atmosférico es el que más daño provoca, al menos en Madrid, y eso que en este caso el Ayuntamiento cumple la normativa europea al respecto. En cambio, otro contaminante, el dióxido de nitrógeno, que el Ayuntamiento no consigue poner a raya, tendría menos efectos sobre la mortalidad.

Por este motivo, Díaz defiende que hay que exigir a la Unión Europea que baje los límites permitidos para las partículas finas a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, esto es, 10 microgramos por metro cúbico de media anual. La Unión Europea exige que no se sobrepasen los 25. En Madrid, la media de estos años estuvo en 19 microgramos.

Vehículos diésel
Debido a su pequeño tamaño, las partículas en suspensión de 2.5 milímetros pueden obstruir las vías respiratorias y llegar al torrente sanguíneo. Las de 10 milímetros, que también se evalúan, en cambio, pueden ser rechazadas por el organismo más fácilmente.

Las PM 2.5 proceden, principalmente, de los tubos de escape. En concreto, de los vehículos diésel, que representan el 96 por ciento de todos los turismos que circulan por la capital, según el Ayuntamiento. También hay que tener en cuenta que las emisiones contaminantes son similares todos los días laborables. Es el tiempo anticiclónico lo que favorece que no se dispersen, por lo que se producen episodios de alta contaminación cuando hay estabilidad atmosférica.



* Madridiario - 5.01.11
Foto: Contaminación en Madrid - S.Burgos (El País)

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