«Esto no se puede destapar, porque nos bajan esposados a todos»

LAVERDAD/Murcia* : La intervención judicial del teléfono del empresario Ángel Fenoll, uno de los tres principales imputados del 'caso Brugal' de presunta corrupción en Alicante, ha servido para descubrir la presunta comisión de un delito contra el medio ambiente, que se habría producido como consecuencia del vertido clandestino e ilegal de basuras en una finca de Abanilla. Los hechos, que se produjeron mientras Fenoll trataba de conseguir una licencia para la ampliación de su planta de tratamiento, con la apertura de un cuarto vaso, salieron a la luz cuando parte de la basura vertida secretamente en la finca de un vecino quedó al descubierto, causando molestias a los habitantes de la zona.

El 28 de mayo de 2008, los agentes de la UDEF que espiaban el teléfono de Fenoll registraron el siguiente diálogo con el propietario del terreno y presunto cómplice del empresario, Francisco P.P..
-Paco (P): Dime
-Ángel (A): Paco, ahora a las ocho y media llegará mi sobrino ahí con gasoil y el moro, eh.
-P: Sí. Yo estoy aquí desde las siete. Antes de las siete he venido yo (...). Esta mañana a las siete y cuarto estaba yo aquí y a la balsa no la ha tocado. Está aquí arriba, pero es que resulta que lo he subido aquí arriba y esto se hunde. Y además aparece la basura en seguida. Entonces me lo he tenido que bajar aquí abajo.
-A: Ah...
-P: Tú cuando puedas venir para acá, vienes. ¿Tú vas a poder venir esta mañana por aquí que cambiemos impresiones de cómo vamos a hacer esto?
-A: Sí, sí. Yo voy para allá.
-P: Yo lo tengo subiendo tierra dura aquí para arriba calzando esos escalones que hay. Los estoy calzando de abajo.
-A: Ah. Ya, ya.
-P: Es que arriba no puedo, porque enseguida está la basura y enseguida sale de ahí una olor del copón.
-A: Claro, claro.
-P: Y entonces le digo, quieto. Salta de ahí. Y además, casi se atasca ahí. Casi se hunde. La máquina esta pesa mucho.
-A: Claro, claro. Eso...
-P: Eso tiene que esmocharlo la pala tuya.
-A: Sí, sí.
- P: Mira. Ya tengo aquí el gilipollas. El gilipollas este de aquí del vecino. Que viene por aquí a oler.
-A: Ah...
-P: Ese es el que se chiva.
-A: Ya, ya. Pues entonces ahora ya le digo yo a mi sobrino que vaya una pala y si se ha destapado algo que lo tape, ¿sabes?
-P: No. Lo ha tapado él.
-A: Ah. Lo ha tapado.
-P: Si, pero cuando tú vengas. Tú... Cuando veamos tú y yo lo que vamos a hacer, ya tú mandas la pala. Esmochas todo esto. Y esto no se puede destapar, ¿sabes? Esto no se puede destapar porque nos meten a la cárcel a todos.
-A: Sí, sí. No, no.
-P: No, ostias...
-A: Si. No... Es mejor... Claro. Si yo me he figurado eso. Hay que echarle tierra ¿sabes? Y...
-P: Si destapamos eso llega la olor a La Murada, ¿sabes?
-A: Sí, sí.
-P: Y vienen para arriba y nos vamos para abajo esposados.
En los días siguientes, los policías graban varias conversaciones más sobre el problema. Fenoll da instrucciones para que se echen en la zona residuos de dos tipos distintos, con el objetivo de que quedaran ocultos aquéllos para cuyo vertido presuntamente no tenían autorización. Así ocurrió hasta que el 2 de junio se presentó en la zona una patrulla de la Policía Local, con una mujer, al parecer una inspectora, que comenzó a remover con un palo la tierra recién echada.
Fue entonces cuando el dueño de la planta de Abanilla ordenó que se tapara bien la zona donde la mujer había estado escarbando, así como que se echara compost en toda la parte de arriba del vertido. Igualmente se pusieron en marcha para tratar de justificar el vertido como una supuesta compra de basuras por parte del dueño del terreno.
Los policías de la UDEF remitieron un amplio informe al juzgado por si los hechos referidos fueran constitutivos de un delito ambiental.




* La Verdad - 3.11.10
Foto: Dos excavadoras trabajando en el vertedero de Proambiente en Abanilla - laverdad