Así lucha Finlandia contra la corrupción (y no lo hace España)

LA SAGA DE DASHIELL* : Finlandia ha sido reconocida internacionalmente como la nación menos corrupta del planeta, una parte de ese logro recae en la estricta moralidad imperante en el país, a pesar de ello, y para facilitar la transparencia, también cuenta con un conjunto de principios enfocados a evitar el abuso de poder y que son insólitos en la cultura española. Esta es la manera con la que Finlandia lucha contra la corrupción:
PRIMERO: En Finlandia cualquier compra que realicen las Administraciones Públicas, desde un edificio hasta un bolígrafo, ha de estar ejecutada a precios de mercado e incluir, necesariamente, tres ofertas de proveedores distintos, para poder elegir la más baja. No es legal, admisible ni justificable el pago de 100 euros por un cartucho de impresora o de 1000 por una silla aunque las facturas sean correctas. Ejemplos ambos acaecidos en España y que la justicia no pudo castigar.

SEGUNDO: Principio de transparencia total de las Administraciones públicas. Cualquier decisión tomada por un funcionario público dentro del desempeño de su profesión (excepto las relacionadas con la seguridad) puede ser conocida por el resto de ciudadanos. Nadie puede negarse a satisfacer las necesidades de información no solo de los periodistas sino de los votantes. Debido a ello actuaciones contra esa norma (como ésta) son no solo contrarias a la ética sino ilegales.

TERCERO: Principio de transparencia total en las cuentas de los ciudadanos. Los fineses pueden saber cuales son los ingresos declarados de todos los residentes en el país, ya se trate de una persona que cobre el desempleo, del artista de mayor éxito de la nación o del CEO de Nokia.
El equivalente peninsular permitiría conocer las cuentas no solo empresariales sino personales de Emilio Botín, Arturo Pérez Reverte, Felipe González, José María Aznar, Adolfo Domínguez o cada uno de los vecinos de Madrid.

CUARTO: Ausencia de alcaldes: El gobierno de los municipios en Finlandia recae en "City managers", es decir, en funcionarios públicos con experiencia en la administración de entidades de esa índole. Así pues el ciudadano puede distinguir con claridad que la persona al mando es alguien supeditado a los votantes y que puede ser despedido o reemplazado por el Consejo municipal (el órgano elegido en las urnas y que ostenta la soberanía popular). Helsinki es la excepción a este modelo.

QUINTO: Ausencia de cargos de designación política: En Finlandia los secretarios de Estado son funcionarios de carrera que alcanzan el puesto superando pruebas objetivas en lugar de por designación partitocrática. En 2005 se realiza una remodelación del sistema para permitir a las organizaciones políticas el poder elegir a los Secretarios de Estado, aun así muchos de ellos siguen siendo en la actualidad trabajadores públicos ascendidos por méritos propios.

SEXTO: Estructura de poder colegiada: La corrupción se extiende con mayor facilidad cuando el poder se concentra solo en un individuo, es por ello que en Finlandia se promueve la toma de decisiones mediante el debate y el consenso. Al igual que el órgano político principal de las ciudades es la Asamblea popular (el alcalde solo es un trabajador público) el Consejo de ministros tiene mayor capacidad de poder que el Presidente de la República.

SÉPTIMO: Principio de acceso libre al poder. La posibilidad de convertirse en un miembro de alto rango de la administración y los ministerios fineses no recae en una élite intelectual formada en Instituciones de enseñanza concretas (como en Francia) tampoco en personas que puedan atraer la inversión de diferentes empresas para sufragar sus campañas (ejemplo de Estados Unidos) o en ciudadanos adscritos a organizaciones políticas que ascienden por los méritos internos dentro de su organización (caso español). En Finlandia los puestos son cubiertos por funcionarios públicos (siguiendo un baremo meritocrático) y cuya carrera está abierta a todos los fineses. El país evita, por tanto, tener que acudir a un modelo como el de España dónde los cargos de libre designación del gobierno (elegidos ideológicamente) reciben 200.488 euros anuales y se multiplican de manera oscura por todas las administraciones.

OCTAVO: Principio de proporcionalidad en el castigo. La cuantía de las multas por violar las normas suele ser proporcional a los ingresos de los individuos y las empresas. En 2001 Anssi Vanjoki, alto ejecutivo de Nokia, fue considerado culpable de conducción temeraria por romper los límites de velocidad a los mandos de su Harley Davidson imponiéndosele por ello una multa por el equivalente a 104.000 dólares de la época. Este principio de proporcionalidad en el castigo, junto a la marca social que lleva el estar envuelto en un caso de corrupción, actúa de forma extremadamente disuasoria ante posibles tentaciones para cruzar el límite de la legalidad.



* Blog La saga de Dashiell - 4.11.10


3 comentarios :

Anónimo dijo...

La verdad es que españa deja mucho que desear. Corrupcion, mediocridad, dedocracia, robo, codicia, y la estupidez de los españoles, claro, que permiten todo esto. No, no hace falta que me digas que me vaya del pais, estoy en ello. Una sociedad como la española, a todas luces, deja muchisimo que desear.


lasaga

Anónimo dijo...

Saber como funcionan otros paises no esta mal, siempre hay algo en lo que mejorar, siempre se puede aprender, y de hecho, tenemos que hacerlo.
Pero a todos esos que dicen "joer, que envidia me dan los finlandeses", o "tengo que irme a vivir a un sitio como ese", o "vaya mierda de pais que es España", tengo que decirles una cosa: yo he estado viviendo en Portugal, Inglaterra, Polonia y Hungria y tengo amigos nativos de la mayoria de paises de Europa, y cuando nos quejamos en España es de vicio, y el vicio nos lleva a hacer tonterias con nuestro pais, nos lleva a tratar de arreglar lo que no esta estropearlo y dejarlo hecho una porqueria... o a tratar de copiar leyes que funcionan en una sociedad creyendo que en España tambien lo harian, cuando lo que hay que hacer es crear leyes especificas para nuetra sociedad que funcionen de verdad.

Todos los que se quejan de España, deberian pasar una temporadita en Europa del este. En Polonia o Hungria ganan un sueldo que en ocasiones es la mitad del español o incluso menos, pero los precios de la ropa son superiores a los españoles y los de la tecnologia y los vehiculos son similares. Las fiestas y el ocio nocturno es algo prohibitivo para una gran parte de la poblacion, y existen verdaderos guetos de la clase baja en las ciudades los cuales cuando se va de turismo, como suele pasar, ni se intuyen (pongo por ejemplo la ciudad de Cracovia, y su encantadora zona turistica). Vivir en esa zona alli te da la oportunidad de visitar ciudades preciosas como Praga, Varsovia o la citada Cracovia, que para un español acostumbrado a tener que desplazarse a Europa en avion, estan a tiro de piedra, pero muchos de los que alli habitan nunca las han visto, sencillamente porque no pueden permitirse viajar.
Por encima de esto, aun tenemos la legalidad del pais. La policia, los controles y la seguridad no funcionan como la tropa de Pancho Villa. Ahi no se juega ni se hacen tonterias, si la lias, solo un poco, la pagas, y no sirven lloros ni apelar a "libertades de".

Si vas un poco mas hacia el este, a Ucrania, ya puedes conocer un tipo de pobreza no vista en España. Ahi ves como miles de mujeres se ven forzadas a la prostitucion, o son engañadas por organizaciones dedicadas a ese negocio, gente que no puede pagar una operacion a un familiar enfermo y que tiene que dejarlo morir porque no tien cobertura....

En la otra cara de la moneda estaria por ejemplo Reino Unido. Pero este pais tampoco se libra de sus desgracias (mucho menos que en Europa del este obviamente). El ocio tiene un precio que no posibilita acceder a el a diario, como hacemos en España, ademas de estar mucho mas controlado. Pagarte unas copas en un pub, entrar en varios locales en la misma noche o salir de fiesta un dia en medio de la semana puede ser costoso y dificil.

Para un pais como España, donde se vive el dia a dia, donde lo que importa es el ocio, la felicidad, la dedicacion a la familia y a los amigos, la fiesta, un pais donde la gente prefiere un aumento de impuestos a un atraso de la jubilacion, donde a la salida del trabajo se queda para tomar algo, donde se sale de fiesta una o dos noches a la semana, donde los domingos se come fuera.... el modelo nordico es estupido. Tenemos que crear nuestro propio sistema.
Que por vivir asi pagamos consecuencias? todo el mundo paga las suyas.

lasagadedashiell

Viaje a Temuco dijo...

A mi todo lo que suponga que un grupo de gente decida, gestione y decida por ti, siempre me va a dar grima. Sea políticos, burócratas y chupatintas. Ya en España tenemos la lacra de políticos profesionales y tener profesionales gestores que este artículo los quiere vender como neutrales, cuando eso solo existe en los cuentos de hadas.

En Escandinavia hay menos corrupción porque la sociedad es comunitaria y no individualista como en España, y eso lo puedo decir de primera mano ya que subo mucho por allí. Lo que hay que importar no es el sistema, sino la mentalidad más honrada de esta gente, que es lo que necesitamos aprender

Y ya puestos a elegir un modelo mejor de gestión, el mejor es la Autogestión, y no delegar tus recursos a Políticos, Militares o Burócratas. La comodidad de que nos gestionen burocráticamente nos sale muy caro y muy mal...


lasagadedashiell