Cuando Gil era como Jesucristo

PÚBLICO/Marbella* : La primera gran decisión de Jesús Gil como alcalde de Marbella traza una valiosa metáfora sobre su paso por el poder: en la madrugada del 26 de junio de 1991, las excavadoras municipales derribaron la casa de su antecesor, el socialista Francisco Parra, porque le estorbaba para una reordenación vial. Un testigo recuerda cómo la esposa de Parra, literalmente en la calle con lo puesto, preguntó: "¿Y ahora qué hacemos?". Ante el gentío que se arremolinaba atraído por el jaleo, Gil tuvo uno de sus arranques de populismo exacerbado: "¡Que lleven a esta mujer al mejor hotel de Marbella!". La ovación fue cerrada.

Parra llevó a Gil a los tribunales, recuerdan fuentes de la fiscalía. Pero se libró de todo pactando un precio de expropiación con el ex alcalde. "Lo teníamos. Hubiera supuesto una condena de inhabilitación clarísima por prevaricación y derribo ilegal. Y no hubiera existido el Gil alcalde", señalan fuentes del caso. La historia habría sido otra, seguramente. Pero fue la que fue. Gil recibió una lección: el pueblo aplaudía sus arbitrariedades histriónicas; la Justicia no alcanzaba a echarle el guante.

Esa historia vive a partir del lunes el que podría ser su capítulo final: 95 imputados -entre ellos el núcleo de la política local de la época y numerosos empresarios- se sientan en el banquillo por la mayor trama de corrupción llevada nunca a juicio en España. Un saqueo de bienes públicos gestado bajo el gilismo y encabezado por su asesor urbanístico, Juan Antonio Roca. El caso Malaya. El juicio será también un juicio al gilismo.

Gil arrasó en 1995 en Marbella. Su hijo Jesús Gil Marín, en Estepona. En 1999 su partido, el GIL, ganó las elecciones en Marbella, Estepona, Ronda, Manilva, Casares, La Línea de la Concepción, Ceuta, Melilla... José Cosín ha descrito cuál era su modelo político en su libro Mafia y corrupción: la toma democrática de las instituciones para el posterior expolio de los recursos públicos. Solía presumir de que cuando él llegó a Marbella sólo había "prostitutas, mendigos y drogadictos". Su oferta electoral era sencilla. "Me presento para vender más pisos", decía Gil en la campaña de 1991. Cumplir su programa, lo cumplió.

Gil fue inhabilitado por prevaricación en 2002. En 2003, su sucesor, Julián Muñoz, volvió a arrasar. Al GIL no lo echaron los votos, ni siquiera tras la voz de alarma del Tribunal de Cuentas o las primeras impugnaciones de licencias por parte de la Junta en 1995. Tampoco los partidos tradicionales articularon un bloque contra el gilismo. Sólo el cisma que provocó la moción de censura que desalojó a Muñoz y llevó al poder a Marisol Yagüe en 2003 consiguió acabar con el GIL.

Fue su propia voracidad, y no el Estado, lo que terminó con el gilismo, borrándolo del mapa en Marbella y desencadenando en el resto de municipios una fuga de ediles de la que se benefició sobre todo el PP. El GIL cayó cuando la Justicia apenas acababa de empezar a actuar, dos años antes de que al fin un juez, Miguel Ángel Torres, decidiera abrir por fin una investigación.

Así que en 2006, dos años después de la muerte de Gil, se desencadenó la operación Malaya. Pero, ¿cómo pudo ocurrir todo lo anterior con el silencio cómplice del empresariado y el aval de los votos? "En Marbella no se sabía la dimensión, pero sí que había corrupción. La gente decía: ‘Roba, pero hace. Por lo menos hace'. Ahora nadie confiesa que lo votaba", cuenta el ecologista Javier de Luis, uno de los primeros en denunciar sus desmanes.

El escaso arraigo de buena parte de la población marbellí ofrecía una ventaja demográfica para instaurar el modelo de Gil, que además compró miles de voluntades convirtiendo el ayuntamiento en una agencia de colocación. Y hay otra clave sociológica, que De Luis expresa con crudeza: "El espejo moral de muchos en Marbella es esa jet set que la televisión enseña a todas horas".
Delincuencia rosa

Gil dominaba la televisión. ¿Quién no recuerda Las noches de tal y tal, en el verano del 91, con Gil fanfarroneando en una bañera rodeado de bellezones? En la tele municipal, que lo glorificaba, sus astracanadas pasaban por heroicidades quijotescas. Era un ídolo. "Estando él en prisión, unas señoras llegaron a mi casa para que firmara por su liberación. Hablaban de él como de Cristo", cuenta De Luis. Una vez caído el gilismo en desgracia judicial, la mezcla de aristócratas venidos a menos, folclóricos, chulos de piscina y (presuntos) chorizos dispuestos a sacar tajada del morbo empujaron a la televisión a crear un nuevo género de crónica de corrupción rosa para no dejar de martillear ni día ni noche con el caso.

"Todo este espectáculo ha sido un golpe para la credibilidad de la democracia y para nuestra imagen en el exterior", resume Jesús Sánchez Lambás, de Transparencia Internacional. A su juicio, el modelo gilista fue una sublimación, no una excepción. "En España es norma: el corrupto gana y es adorado".
La deuda asfixia Marbella

La llegada al poder en 2007 de Ángeles Muñoz (PP) supuso el fin del ejercicio del poder como rama de la actividad delictiva, pero no la vuelta a la normalidad. El ayuntamiento arrastra una deuda de unos 500 millones y carga con los más de 3.000 funcionarios que dejó el GIL, que se encontró menos de un millar cuando llegó al poder, en una ciudad de 125.000 habitantes.

Consultados por Público, portavoces de PSOE e IU en Marbella denuncian que la alcaldesa mantiene además un estilo personalista y que da poco espacio a la oposición. "Lo único que queda del gilismo son las deudas", ha afirmado Muñoz. En la clasificación de Transparencia Internacional, Marbella aparece en el puesto 82 de los 110 ayuntamientos estudiados. Es decir, entre los municipios menos transparentes de España.

El expolio de suelo público resultante de la voracidad del modelo gilista provoca todavía situaciones grotescas: mientras que Marbella suma siete de los mejores centros privados de España, según la Guía Dices 2010-2011, la imagen de los alumnos en aulas prefabricadas en la escuela pública -donde Marbella supera la ratio andaluza de alumnos por docente- es frecuente en los medios cada inicio de curso.

Ante su delicada situación económica, el Gobierno local ha solicitado que parte de los 4.000 millones en multas solicitados por el fiscal reviertan en la ciudad. Pero será complicado. "El blanqueo es un delito que no genera resarcimiento", explican fuentes del caso. "Lo que prevé la ley es el decomiso y entrega al Estado. El resarcimiento dependerá del Gobierno", añaden las fuentes.





* Público - 27.09.10
Foto: Fotografía de 1994 de Jesús Gil. - EFE

3 comentarios :

kabezabolo dijo...

El modelo corrupto en España viene impuesto por nuestra herencia cultural. Pues 40 años con el pueblo acojonado y gobernados por unos déspotas de tal calibre, que a día de hoy siguen sus vástagos controlando casi todo el poder político, es normal que se acabe adorando al corrupto, y todos queramos ser como él, pues en el fondo la mayoría sabemos que honradamente por lo menos aquí nadie se come un rosco.


publico

Claudio dijo...

Pudieron haberle parado los pies antes, mucho antes. No lo hicieron y ellos sabrán por qué. Y cuando digo ellos, me estoy refiriendo al Gobierno de la Junta de Andalucía en la parte que le toca, al Gobierno central, en este caso del PP, también en la parte que le toca. A la fiscalía, a la judicatura que, cuando actuaron, el saqueo ya se había producido... El saqueo y el no pagar a la Seguridad Social durante años y años hasta formar una pelota de muchos millones de euros (Culpa del PP) y lo mismo con la Agencia Triburaria, también culpa del PP.

Pero los principales culpables, no debemos olvidarlo, fueron los miles y miles de ciudadanos de Marbella que, una y otra vez desde 1.991 hasta el final, seguían votando a una pandilla de golfos... Y, en tre esos golfos (y golfas) tampoco se puede olvidar que quien estuvo en la oposición a Gil durante muchos años en las filas del PSOE, al final se pasó al lado oscuro... Y tampoco se puede olvidar que, en el vecino y no menos importante municipio de Estepona, otro golfo, también del PSOE, hizo de las suyas imitando el más puro estilo Gil y pasando también por la Prisión Provincial de Málaga.

En fin, fango a derechas e izquierdas.


publico

flamenco1609 dijo...

Hoy dia en el municipio de El Ejido(Almeria) hay otro jesus gil, Juan Enciso..el alcalde del pueblo..y nadie dice nada...pasó una temporadita en la carcel y ha vuelto a su puesto..el pueblo vive de los mares de plastico..de la explotacion laboral que sufren los jornaleros en su mayoria extranjeros...,los duenos de las fincas se han hecho muy ricos en poco tiempo...conforme aumentaba su riqueza,su racismo y prepotencia tambien....y nunca se habla de la corrupcion en ese pueblo....ni el psoe ni el pp...han dado la cara....dejen a jesus gil descansar y investigar los vivos de hoy dia


publico