Greenpeace denuncia que la urbanización en Murcia aumentó cuatro veces más que su población

GREENPEACE* : Tras diez años vigilando el litoral, la organización ecologista destaca que el urbanismo salvaje, la construcción de infraestructuras y la contaminación han destruido en las últimas dos décadas en la costa española la superficie equivalente a ocho campos de fútbol al día. Asimismo, denuncia el acoso a los escasos espacios vírgenes que quedan y exige su protección. En el caso concreto de la Región de Murcia, Greenpeace resalta que mientras que entre 1990 y 2000 la población aumentó un 15%, la urbanización lo hizo un 52,6%.

Durante los últimos diez años Greenpeace ha sido testigo de la burbuja inmobiliaria y de las connivencias de las distintas administraciones públicas para ir depredando el territorio costero. En todo el Estado, desde 1987 a 2005 se destruyeron un total 50.504 hectáreas de suelo natural en en los dos primeros kilómetros de franja costera (este dato no incluye el archipiélago canario); 7,7 hectáreas de costa degradadas cada día para crear urbanizaciones, suelo industrial y comercial.

“Todos somos conscientes de que la agresión a la costa ha sido imparable los últimos años. Pero lo más grave es que esta tendencia continua y los políticos se afanan en acabar con la única normativa que defiende el litoral. Lo que hay que demoler son las grandes ilegalidades y no la Ley de Costas y vamos a seguir luchando para que esto no pase”, ha declarado Juan López de Uralde, director de Greenpeace. “Es lamentable que por intereses partidistas como los de Coalición Canaria se promuevan mordiscos a la Ley de Costas que pretenden legalizar los desmanes que se han permitido durante todos estos años”,.

Urbanismo salvaje

Si en el primer informe de la organización en 2001 se definía el futuro del litoral como “negro”, ni la previsión más pesimista podía prever lo que iba a pasar en la década que ha transcurrido. En 2005 se estaban revisando los planes urbanísticos de 35 de sus 45 municipios, aunque ya en el periodo 2002-2005 la Consejería de Obras públicas autorizó la construcción de 195.000 viviendas. Una de cada tres nuevas viviendas estaba asociada a un campo de golf. Pero una década de destrucción a toda costa del litoral murciano queda retratada con un dato: más del 50% de los municipios de la Región están bajo sospecha de corrupción urbanística.

Construcción de infraestructuras

Históricamente tras la degradación del litoral se ha escondido también el Ministerio de Fomento, que no ha cumplido sus promesas de racionalización de los proyectos de puertos del Estado o la sostenibilidad de las ampliaciones de los mismos. El afán depredador del Puerto de Cartagena no ha cesado durante estos años. Si se ha acabado con la alta diversidad marina del entorno de la bocana del puerto y de Escombreras, ahora este Puerto del Estado promueve un nueva infraestructura, la terminal de El Gorguel, en el entorno de la Sierra de la Fausilla, que extendería el impacto ambiental a esta zona de alto valor ambiental.

Paralelamente, la fiebre de los puertos deportivos ha sido imparable en el litoral. La Región no cuenta con un Plan de Puertos que ordene y cuantifique la viabilidad de los nuevos amarres. Son numerosos los proyectos que se han acometido durante estos años en Águilas, Mazarrón, San Pedro del Pinatar y los Alcázares.

Contaminación de las aguas

A lo largo de estos años, el crecimiento mal planificado ha tenido también su efecto en la contaminación de las aguas. Esta década ha estado marcada por las denuncias y sanciones de la Unión Europea por el incumplimiento sistemático de la legislación comunitaria en materia de vertidos, depuración y calidad de las aguas. Aunque en 2003, España fue condenada por el Tribunal Europeo por incumplimiento de las normas de calidad de aguas de baño, todavía en 2010 se enfrenta de nuevo a la sanción de la CE ante el mismo tribunal por incumplir reiteradamente la normativa sobre depuración de aguas. Es evidente que en la Región la Administración se ha preocupado más durante estos años por potenciar su sector turístico que por el buen estado de sus aguas costeras, olvidándose de combatir la contaminación industrial. Desde 2001 a 2009 Greenpeace ha documentado vertidos fecales en la práctica totalidad de los municipios costeros.

¿Diez años más de destrucción?

Tras esta radiografía de destrucción costera en los últimos diez años, Greenpeace ha analizado el futuro que según las políticas estatales y autonómicas le espera al ya maltratado litoral.

Buena parte de los tres millones de viviendas que se proyectaban en el litoral en 2007 están pendientes de la remisión de la crisis. La prórroga que permite retrasar la construcción en suelos urbanizables hasta 2013 y que España sea el país del mundo donde más dinero público se ha destinado a sostener el sector inmobiliario no auguran un buen futuro para lo poco de costa que queda virgen. Greenpeace ha establecido una hoja de ruta para los próximos diez años que pasan por el control de la corrupción y el respeto a la normativa existente.

“En esta década se ha producido una urbanización masiva de la costa, sólo comparable a la de los años 60” ha declarado Pilar Marcos, responsable de la Campaña de Costas de Greenpeace. “Hoy sufrimos las consecuencias ambientales y la crisis económica, pero no parece que hayamos tomado nota de sus causas. Es imprescindible sentar las bases hacia una economía sostenible en la costa antes de que sea demasiado tarde”, subraya Marcos.

Greenpeace señala tres asignaturas pendiente en la gestión del litoral. Las iniciativas sobre una economía sostenible carecen de credibilidad si los casos de destrucción costera más icónicos siguen promovidos por las correspondientes administraciones:

- La Región de Murcia debe descartar el proyecto Marina de Cope clasificado como “Actuación de Interés General” que promueve la construcción de 11.000 viviendas y 23.000 plazas hoteleras. La Región debe analizar los grandes proyectos urbanísticos que han fracasado, como Polaris World, para aportar por un desarrollo sostenible.

- La regeneración de la bahía de Portmán, situada a tan sólo 500 metros de El Gorguel, es incompatible con el proyecto de terminal de contenedores. El Ministerio de Medio Ambiente no debe autorizar esta infraestructura.

- El Estado debe recuperar la concesión del puerto deportivo de Puerto Mayor y recuperar y restaurar los 700 metros de playa que se han perdido, unos de los últimos de la zona norte de La Manga aún sin urbanizar. Su legalidad está pendiente de la resolución judicial definitiva.

“Somos muchos los que creemos que el verdadero lujo no es un hotel de cinco estrellas, que el verdadero lujo es una playa virgen. Un lujo no sólo visual pero que encierra un potente activo económico para un turismo sostenible y actividades artesanales como la pesca”, declara Marcos. “Nos quedan pocos espacios de costa virgen y la tolerancia con los macroproyectos urbanísticos y portuarios debe ser cero”.

En el informe diversos testigos de la destrucción costera, actores, cantantes, periodistas, pescadores o abogados dan en primera persona palabra a la destrucción. Rosa Regás, Manuel Rivas, Miguel Delibes de Castro o el ex director General de Costas Fernando Marín son algunas de las firmas que aparecen en el informe. Además, como apoyo al texto, Greenpeace ha recopilado un archivo de postales históricas de la costa que han vuelto a ser retratadas, exactamente en el mismo punto, años después.





* Greenpeace - 16.10.07
Foto: Destrucción a toda costa, 2008. Puerto de Escombreras. Al fondo Puerto de Cartagena, Murcia.- greenpeace.org

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