VEGAMEDIAPRESS* : La gran ganadora de los escándalos públicos es la abstención. La dimisión de la presidenta del Parlamento balear y la ausencia casi absoluta de reproches y palabras gruesas han sido la confirmación de un pacto secreto de PSOE y PP para no utilizar la corrupción como arma electoral, al menos de momento, tal como informa esta semana José María Vals en la revista Tiempo. ¿Es posible acabar con la corrupción en España? Esa es, probablemente, la pregunta del millón que se hacen miles de ciudadanos. Esos mismos españoles a los que, según las últimas encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), les preocupa ya más esta actividad incívica que el mismísimo terrorismo.
Ante este escalofriante cambio de prioridades en la ciudadanía, los políticos han comenzado a ver señales de peligro y dentro de los dos partidos mayoritarios (PSOE y PP) han surgido en los últimos tiempos movimientos internos que urgen a adoptar medidas para terminar con la sensación de que a la política se llega con los bolsillos medio vacíos y se sale con cuentas millonarias.
Desde las directivas de los dos grupos mayoritarios no salen de su asombro con los resultados de las encuestas internas que manejan. Según fuentes de ambas formaciones consultadas por Tiempo, los datos que tienen sobre sus mesas dan como resultado dos constantes que se mantienen en los sondeos encargados por el PSOE y por el PP: el porcentaje de apoyos sobre el total de voto decidido no sufre modificaciones significativas en ninguno de ellos, pero el hastío de los ciudadanos hacia la política aumenta a pasos agigantados. En definitiva, cuando los expertos de ambos partidos mayoritarios miran la letra pequeña de las encuestas ven que el voto decidido baja y que aumentan los que no saben siquiera si van a ir a votar, y eso es un peligro cierto porque no saben a qué atenerse, ya que todo dependerá del estado de ánimo de los votantes el día de las elecciones.
Ante este panorama nada alentador, esos grupos de directivos y militantes socialistas y populares que piden mayor contundencia han comenzado también a barajar ideas para atajar la lacra de la corrupción. Desde el Partido Popular se hizo llegar al resto de partidos un documento con 50 propuestas. Desde el PSOE se propició la puesta en marcha de una comisión de trabajo, en la que están el resto de los grupos políticos, dentro de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), cuyas conclusiones quedaron plasmadas en el Código del Buen Gobierno Municipal aprobado por unanimidad a finales de diciembre. Ahora sólo queda que haya auténtica voluntad política de progresar en este camino y, a pesar de otros sonados de-sencuentros, parece que en este tema sí hay acuerdo entre los grandes partidos para aplicar la infinidad de medidas que ya existen pero que no se aplican.
Es decir, que la exigencia de mayor contundencia ha cambiado de lugar. Si antes había una especie de clamor popular interno en los partidos políticos para que los dirigentes de cada uno de ellos echaran en cara a los del contrario los escándalos en los que se veían envueltos, ahora se pide un esfuerzo similar, pero no para elaborar una lista de reproches, sino para evitar que haya más casos de corrupción.
Los partidos políticos –y sobre todo los grandes– han descubierto con pavor en los sondeos que hacen periódicamente para ver cómo les va desde el punto de vista electoral que la gran ganadora de los escándalos y de la bronca pública es la abstención, muy peligrosa para ambas formaciones.
No dar ventaja.
Mientras tanto, los contactos y las estrategias se mueven en dos niveles muy distintos y distantes porque nadie quiere dar ventaja al contrario. Antonio Hernando y Juan Manuel Moreno, responsables de política municipal de las ejecutivas de PSOE y PP, respectivamente, hablan entre sí de los aspectos técnicos de las propuestas presentadas por los populares y seguramente tendrán que hablar también de las elaboradas por la FEMP. Sus jefes, que son conscientes de que la corrupción les arrollará si no la atajan, no quieren ni oír hablar de pacto sobre un documento concreto, porque ninguna da las dos ejecutivas quiere dar el protagonismo a la contraria. Quizás estos dos políticos (Hernando y Moreno), que chupan bastantes menos minutos de televisión y muchísimas menos líneas de periódicos y revistas, acaben por ser los responsables de una propuesta de mínimos conjunta que lleve a un acuerdo final.
Esa propuesta de mínimos, si es que llega, deberá incluir necesariamente parte de las propuestas de ambas partes. Las del PP (50 en total) se agrupan en seis capítulos, denominados bases, que contienen fundamentalmente medidas para fortalecer las instituciones, hacer más transparente su gestión y la del gasto público, hacer públicos los bienes de los cargos electos y llevar a sus últimos términos el pacto antitransfuguismo, además de fijar reglas para los regalos a cargos públicos.
* Vegamedia Press - 8.03.10
Pacto de la vergüenza: PSOE-PP acuerdan en secreto no utilizar la corrupción como arma electoral
en
9.3.10
por UrbanismoPatasArriba
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Tema: NOTICIAS URBANISMO , NOTICIAS VIVIENDA
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