El obispado denuncia a vecinos de Santiso por unos terrenos

LAVOZ/A Coruña* : El obispado de Lugo ha denunciado a la práctica totalidad de los vecinos de Ribadulla, parroquia del municipio coruñés de Santiso, para dirimir la propiedad de unos terrenos anexos a la iglesia y rectoral, tradicionalmente utilizados como campo de fiesta y reuniones vecinales, según informó a Efe el portavoz de la AA.VV., Luís García.

La animadversión entre vecinos y clero se remonta a hace un año, cuando los parroquianos abortaron un intento de venta por parte del obispado de la casa rectoral, que también incluía el campo de la fiesta que está justo enfrente del inmueble.

La oposición vecinal y el miedo que esgrimió el párroco de entonces, llevó al prelado de la diócesis, Alfonso Carrasco Rouco, a dejarlos sin misa y cerrar el templo.

Desde entonces, pasaron por Ribadulla hasta 3 sacerdotes diferentes, -uno se murió y el otro fue rechazado por los feligreses-, hasta que se acabaron regularizando los oficios religiosos, aunque no concluyeron las desavenencias.

El Obispado insiste en la titularidad del campo de la fiesta y ha demandado a todos los vecinos, al instar una «acción declarante de propiedad» ante el juzgado de Arzúa.

Hasta allí se tendrán que desplazar, este jueves, a las 13:00 horas, más de 60 vecinos de esta localidad que fueron denunciados nominalmente por el Obispado para participar en una audiencia previa de lo que puede acabar en un largo pleito judicial.

Los denunciados son todos los que en su día vendieron a la asociación de vecinos los terrenos ahora en litigio.

En un principio la demanda abarcaba a 57 vecinos, pero como consecuencia de la muerte de uno de ellos, la Diócesis luguesa no dudó en ampliar la cita judicial a sus herederos.

La situación es tal, que el propio García, reconoce que pueden tener problemas para encontrar testigos. De momento, vecinos y Obispado ya ratificaron su distanciamiento cuando se vieron hace poco de un acto de conciliación en el que no hubo acuerdo entre los litigantes.

Para reclamar la propiedad, el Obispado, exhibe una escritura, hasta ahora desconocida para los vecinos, del año 1967, cuando esta parroquia quedó parcialmente inundada por el embalse de Portodemouros.

Frente a esta prueba, los vecinos de Ribadulla no solo exhiben la posesión continuada de este espacio de algo más de 2.000 metros cuadrados, sino que aporta documentación catastral a su nombre, una escritura pública y un informe municipal del PGOM, en todos los cuales la propiedad figura a su nombre.

El domingo fue la última misa en Ribadulla previa a la cita judicial.

Mientras tanto, el verde césped del campo de la fiesta, un palco en desuso, los dos focos que heredaron de Fenosa y los manzanos plantados por los feligreses quedarán a la espera de saber a quien pertenece.








* La Voz de Galicia - EFE - 8.12.09
Foto: Santiso (A Coruña) - NATALIA RODRIGUEZ NOGUEROL, lavozdegalicia.es