LLORENÇ RIERA/Mallorca* : Entre escándalos, manipulaciones, pelotazos directos con pocos escrúpulos y peticiones argumentadas de modificación, -como la del ayuntamiento de Palma, para poder atender a las demandas de viviendas de protección oficial- el Plan Territorial de Mallorca está ya a estas alturas considerablemente tocado y parece responder a todo menos a su definición natural. Los hechos que le afectan le han convertido en un instrumento de presión y en una gran marioneta con excesivos hilos de intervención política y empresarial mirando mucho más al bolsillo que al interés o el beneficio colectivo.
Poco le queda ya al Plan Territorial de buen instrumento o gran esperanza para regular y equilibrar, de una vez por todas, el urbanismo compatible con el respeto al medio ambiente en el conjunto de la isla de Mallorca.
Las informaciones que publica hoy este periódico sobre el pelotazo que un testigo ha descrito ante el juez contando como el PP impuso la recalificación de la finca de es Crevers, es un hecho que no se puede amagar por real y contundente, pero que a la vez constituye un nuevo mazazo sobre una sociedad demasiado castigada por políticos y gestores que no saben y probablemente no quieren estar en su lugar ni atender con nitidez a las funciones que les corresponden. No resulta exagerado decir que estos días cunde una cierta sensación de cansancio y agobio colectivo entre tanta sucesión de escándalos. No salimos del caso Rodrigo de Santos, para entrar en el Bitel II o las manipulaciones del Plan Territorial. Urge regenerar el comportamiento político y el las actuaciones, simplemente normales. Tampoco es pedir demasiado.
En es Crevers que nos ocupa hoy hablamos de un pelotazo que, para decirlo en propiedad, propició unos beneficios directos, en forma de plusvalías, cifrados en trescientos millones de euros. Las informaciones describen como el PP impuso a UM la reconversión, dentro del Plan Territorial de Mallorca, de una finca de Alcúdia que, con el tiempo, informaciones privilegiadas y presiones, ha dado lugar al pelotazo de es Crevers en Marratxí. La finca era propiedad de Vicenç Grande, presidente del Mallorca, hasta que en 2004 fue adquirida parcialmente por Mateo Sastre. En este ámbito nos movemos.
Dado que tienen a bastantes de sus cargos imputados por la Justicia o en el punto de mira de la fiscalía anticorrupción, sería deseable, para acabar con los sobresaltos, que el PP y UM salieran de una vez por todas a la palestra y explicaran de forma comprensibles y sin rodeos, qué hicieron con el Plan Territorial de Mallorca. Asumir responsabilidades y dar explicaciones es una buena manera de reconducir las cosas y un modo adecuado para dejar a cada uno en su lugar evitando que cunda la especie equívoca según la cual todos los políticos son iguales. Hay que separar el grano de la paja y en estos momentos, para hacerlo, sólo cabe la transparencia y la exigencia de responsabilidades.
En estos momentos Balears tiene a demasiados cargos o ex cargos públicos salpicados por la corrupción y demás sucedáneos perniciosos. Su modo de actuar ha delatado presuntas malversaciones de fondos públicos por una parte y por otra nos instala en la convicción de que, con excesiva frecuencia, se practica un urbanismo por encargo particular y beneficio directo.
* Diario de Mallorca - Opinión - 30 de abril de 2008
Urbanismo por encargo
en
1.5.08
por UrbanismoPatasArriba
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Tema: ARTÍCULOS URBANISMO , NOTICIAS Baleares
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