JOAN S. SORRIBES* : 210 euros mensuales durante cuatro años. El anuncio lo hacía la ministra Chacón y desvelaba así la espectacular medida de ayuda a los jóvenes comprometida por Zapatero ante las Juventudes Socialistas sólo unas semanas antes. Subvencionar con dinero público el alquiler de viviendas, destinar una partida de más de 8.000 millones d’euros a incentivar el mercado de la vivienda de alquiler, puesto que la propiedad de la vivienda, el derecho a tener una casa que consagra la Constitución española del 78, está fuera del alcance para una amplia mayoría de la población. A pocos meses de unas elecciones en las que los socialistas se juegan el todo o la nada por unas cuantas legislaturas más, la medida no puede ocultar su vocación electoralista: el gobierno de Zapatero ha dejado claro que el precio por cada voto será en marzo de 2008 de 210 euros al mes durante cuatro años.
Pero, como bien reflexionaba un contertulio de una de las aburridísimas tertulias televisivas “que hagan mucho electoralismo, que se gasten todo el superávit de que disfruta hoy el Estado español haciendo políticas sociales, destinando el dinero a los más necesidades…”. Ahora bien, estando de acuerdo con el deseo, tengo mis dudas sobre la bondad de la subvención y todavía también sobre su supuesto carácter “social”.
En primer lugar, destinar una partida de 8 mil millones al menester no significa que se gastan en el asunto de marras porque si la medida no acaba por incentivar el mercado de alquiler el dinero quedarán en la caja de los presupuestos: no es igual repartir 8.000 millones de euros efectivamente que dejarlos disponibles por si el personal se pone a alquilar a partir de enero.
En segundo lugar, Aún con la importancia del dinero previsto para la medida, es una parte mínima de lo que el mismo gobierno socialista ha dedicado en los últimos tres meses, por ejemplo, a estabilizar el mercado financiero garantizando su liquidez, frente a las alertas de crisis motivadas por el hundimiento inmobiliario en los Estados Unidos, y estos sí son dineros públicos que ya han pasado a manos privadas, y no un apunte de previsión en los Presupuestos del Estado del año que viene.
En tercer lugar, está por ver si la medida no acabará provocando otro aumento de los precios de la vivienda de alquiler (ya se sabe que en la lógica del “libre mercado” si hay disponibilidad de un recurso la tendencia “normal” es a explotar el recurso, a agotarlo, lo que significa que podemos subir el precio del alquiler porque, a fin de cuentas, desde 1 de enero próximo habrá 210 euros más disponibles para hacerlo).
En cuarto lugar, la medida no entra ni sale en el meollo de la cuestión: que hoy a un ciudadano le es imposible con sus ingresos acceder a una vivienda, es decir, ejercer el derecho que le reconoce la misma Constitución española como inalienable. Ni siquiera por la vía de hipotecarse hoy toda su familia ya de por vida y mañana quizás por generaciones.
En quinto lugar, la medida no toca los temas capitales relacionados con el problema de la vivienda, y ni de lejos se relaciona con un toque de atención a quienes han causado el actual estado de cosas: las grandes corporaciones bancarias y de la construcción. Mucho menos todavía con una regulación más social de los grandes negocios de la construcción y de las finanzas, ni siquiera con el propio mercado inmobiliario.
En sexto lugar, y por si las cosas van mal dadas en el futuro próximo…, cosa no absolutamente imposible dados los avisos de los últimos meses sobre una posible crisis económica global, porque este espaldarazo con 210 euros mensuales para alquilar y no una protección y ayuda a quienes tienen su vivienda hipotecada y deben dedicar el 60% o más de los ingresos familiares a devolverle los dineros al banco de turno (durante la mitad del periodo como mínimo sin amortizar capital y pagando sólo intereses, que si alguien quiere hacer los números ya me explicará si no estamos dentro de aquello que legalmente se califica de usura).
En séptimo lugar, y la fiscalidad? porque vamos a ver, la vivienda es a la vez un derecho a un bien de primerísima necesidad (y si no prueban ustedes a dormir bajo un puente como algunos inmigrantes en nuestro país…) y un “patrimonio”, es decir, una forma de tener invertida “la riqueza”…, pero con centenares de miles de viviendas vacías en nuestras ciudades, la fiscalidad no hace ninguna diferencia sustancial entre la vivienda “dónde se vive” y la vivienda “que se posee”, y menos aún “castiga” mantener viviendas vacías y sin uso.
En octavo lugar, y si se quiere incentivar el mercado de alquiler aunque sea de forma transitoria hacia la propiedad, porque no incluir modificaciones de la legislación en el sentido de proporcionar mayor seguridad a los propietarios que alquilan (vía un seguro universal y avalada por la administración), vía castigar el “alquiler irregular” (fuera de contrato), vía la regulación de los precios de venta y alquiler (ay, el “libre mercado”, que se me escapa…)?.
En noveno lugar, cómo es posible mantener que el precio del suelo es el elemento capital de los precios desorbitados de las viviendas y empecinarse a no considerar el suelo como un bien público, a interponer medidas que impidan la especulación, y a mantener un estado de cosas en el que edificar en cualquier lugar y a cualquier precio es un negocio redondo no por satisfacer una demanda social (miren ustedes sino la diferencia que hay entre la construcción de VPOs y el resto de viviendas, o dónde se construyen las nuevas zonas residenciales…) sino porque ruede la rueda mientras no quede ni un palmo de litoral ni un paraje natural sin hormigón?.
Y en décimo lugar, y por no extenderme en una lista interminable de dudas y una mucho más corta de certezas, qué pasará dentro de cuatro años, cuando se les acabe la subvención a quienes la pidan en enero y tampoco puedan pagar con su sueldo y su precariedad no ya una vivienda en propiedad sino la misma en alquiler?
Quizás para la última cuestión tengo una respuesta aproximada: en cuatro años más, volverán a haber elecciones.
* Joan S. Sorribes de Utopia Valencia
http://utopiavalencia.blogspot.com/
* KaosenlaRed - 20.09.2007
210 euros mensuales es el precio de cada voto joven según el gobierno
en
21.9.07
por UrbanismoPatasArriba
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Tema: ARTÍCULOS VIVIENDA
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