Porto do Son consuma su desfeita urbanística

ELCORREOGALLEGO* : Hace ya algunos años que tanto este periódico como quien esto firma nos ocupamos con reiterada obstinación de la situación urbanística que vive el municipio de O Son, que hemos calificado en la práctica totalidad de las ocasiones con el expresivo nombre de desfeita. Como la exageración es propensión humana disculpable cuando se pone pasión en la defensa de los propios argumentos, podría aducirse que la referida desfeita responde a una interesada distorsión por parte de periódico y de periodista, antes que, como entendemos, a la fiel constatación de lo sucedido.

Y como en los años transcurridos desde que se diera la primera voz de alarma las obras han ido sucediéndose y a la vista están, y las que faltan pronto asomarán lo que va a suponer el más grave atentado perpetrado en el municipio a la riqueza natural, ambiental y paisajística -queda por saber si también a la histórica, dada la existencia de numerosos hallazgos arqueológicos castreños-, conviene refrescar la memoria de lo sucedido y, tras ello, dejar que sea el avispado lector quien, en su sano albedrío y mejor juicio, ponga el calificativo que estime oportuno a la sucesión de hechos relatados.

1) Se dijo desde aquí en todo este tiempo que el patrimonio natural heredado es riqueza que ningún pueblo puede destruir a su conveniencia o capricho, y un centenar de chalés ilegales jalonan espacios catalogados dentro de la Red Natura.

2) Se advirtió de la continuada usurpación del patrimonio construido, que, en tanto conforma tipologías urbanas dignas de relieve, se constituye en riqueza común inalienable (Castro de Baroña, Casas Colgantes de Cuenca, Barrio Alto de Lisboa, judería de Ribadavia...). Pues bien, se han tirado salazones, derruido casas con hornos de pan artesanales, derribado fuentes, demolido algún viejo cine...

3) Se reclamó un catálogo de casas singulares para su conservación como símbolo de una peculiar arquitectura digna de preservarse, y se hizo, pero justamente para tirar algunas de ellas cuando ya habían sido singularizadas como tales por el equipo técnico, según reconoció el propio ex regidor. Otras, con elementos arquitectónicos excepcionales, han sido frenadas por condicionantes externos pero nada vaticina que no sigan, en breve, la misma suerte.

4) Se alertó de la belleza natural de un acantilado encima de un mar excepcionalmente atractivo en su bravura invernal, y se anuncia un proyecto de senda verde que amenaza destruirlo. ¿Justificación? En las proximidades había un humedal con nutrias. Nutrias y humedal están a punto de ser enterrados bajo la piqueta en el más osado proyecto de desfeita urbanística, pero la senda se mantiene. Todo ello a pie de costa.

5) Se avisó de la irracionalidad de aplicar unas Normas Subsidiarias datadas en 1994 y superadas al menos por tres leyes del Suelo, autonómicas y estatales, que deslegitimaban su contenido, y se mantuvieron en plena vigencia hasta hace escasos meses, con el consentimiento de la Xunta y por exclusivas razones de clientelismo. Con mucho más exquisita preocupación, la misma Xunta, con otro color político, paralizó las licencias en Oroso y en Teo. Con ello se generó un daño cierto a promotores y particulares, pero sólo temporal y reversible; con el dejar hacer en O Son, se propició un daño continuado, para todos e irrecuperable.

6) Se recomendó la conveniencia de extremar la inspección urbanística, y a día de hoy hay edificios que sobreviven a ilegalidades reconocidas por sentencia, otros denunciados por particulares por no ajustarse a proyecto, el citado centenar de chalés construidos sin licencia en espacios de la Red Natura y más de una decena de otros levantados en suelo rústico.

7) Se denunciaron por la oposición municipal supuestos tratos de favor, y nadie investigó. Es público y publicado que buena parte de los proyectos de obra realizados llevan la firma de quien, se dijo, es compañero en el mismo estudio de arquitectura del que fuera arquitecto municipal encargado de validar esos proyectos. Una relación que, en todo caso, sí existió entre ambos como miembros del consejo de administración de una misma empresa. De igual modo que el mismo arquitecto municipal fue socio de un empresario que en los últimos tiempos, y desde otras siglas comerciales, ha cobrado protagonismo singular en los más ambiciosos y lesivos proyectos urbanísticos actualmente en marcha (comida y toros por medio).

8) Se recomendó acabar con la engañosa práctica de publicitar y vender con el reclamo de primera línea de costa o de vistas al mar, y en su insaciable voracidad, los distintos promotores han ido comiéndose terreno, alturas y vistas y, en idéntica medida, engañado a los compradores de pisos, quienes a los pocos meses comprobaban como sus "vistas al mar" eran tapadas por las de nuevas promociones que iban surgiendo. Todo un fraude.

9) Cuantas advertencias se hicieron de acomodar el planeamiento a las nuevas disposiciones legales fueron respondidas por alcalde y equipo de gobierno socialista con el visto bueno a expedientes urbanísticos justo 24 horas antes de la entrada en vigor de una nueva ley del suelo que haría inviable tal aprobación. Y, reincidiendo en el intento, hace escasos meses, aprobando trámites de licencia de más de dos centenares de viviendas a pie de litoral, en base a la misma disposición de 1994 y justo el día antes de la entrada en vigor de la disposición de los 500 metros de distancia de la costa.

10) Que la escalada de irracionalidad llegaría a más se encargó de constatarlo este periódico, al informar de la compra por parte del concejal de Urbanismo de fincas rústicas susceptibles de posterior recalificación urbana. Una denuncia que investigó de oficio el fiscal Anticorrupción y que ahora espera el dictamen judicial.

11) Si el robo es definitivo en la memoria urbanística, también lo es, aunque temporal, en el uso y abuso de los espacios públicos por parte de las promotoras invadiendo durante meses aceras, plazas y hasta carreteras con los materiales de construcción. Poniendo en peligro vidas humanas. Sólo la providencia ha evitado un accidente. ¿Asumiría Xunta o Concello la responsabilidad debida en caso de haber ocurrido?

12) Señalamos que cuanto se estaba haciendo era un urbanismo pobre y empobrecedor, "sin alma", como muy acertadamente lo definió desde este periódico una de las más fervientes y documentadas luchadoras contra la desfeita en este municipio, María Luisa García Gil. Insistimos hasta la saciedad que el progreso del municipio difícilmente podría asentarse en la indiscriminada construcción de soluciones habitacionales de verano mientras se olvidaban los proyectos de primera residencia, ahora que Noia, Brión, Bertamiráns y hasta Compostela quedan lo suficientemente cerca, en tiempo. Pero el cemento lo inundó todo, volviéndolo inhóspito, del mismo modo que la villa se tornará un pueblo fantasma tan pronto pasen los calores del verano. Lo conocen de primera mano hosteleros y comerciantes, que saben cuándo, en qué medida y de qué bolsillos llega el valor añadido que cada turista o visitante aporta a la economía vecinal. Basta preguntarles.

13) Finalmente, este periódico repitió hasta la saciedad que ese urbanismo conduciría ineludiblemente al retroceso económico, a la par que al social de todo el municipio. Pues bien, en los últimos años, ningún indicador económico -población, paro, inmigración, cuotas de mercado, indicadores comercial, industrial o turístico, existencia de oficinas bancarias...- arroja un sólo dato favorable respeto de épocas anteriores. Y si la población tuvo un descenso continuado desde los 12.000 a los pocos más de 10.000 habitantes, el paro se incrementó respecto al año precedente pese a todo el bum constructivo, la emigración de la gente joven continúa, con un saldo migratorio negativo; el precio de la vivienda para los lugareños se multiplicó por varios enteros, la industria se mantiene en índices de ocupación de hace años y ni siquiera tanta riqueza logró que se abriera una nueva sucursal bancaria. En suma, más viejos y más pobres gracias a esa forma de hacer urbanismo.

Pero no será desde aquí desde donde, a la vista del panorama descrito, se concluya con la insultante moraleja de que cada pueblo tiene lo que se merece. Lo que no ofrece duda es que cada pueblo tiene lo que quiere, cuando sabe luchar por él, como recientemente demostraron Corrubedo o Baroña. Y ese sentimiento de creciente indignación colectiva ha comenzado a madurar, aunque da la impresión de que surge cuando ya se antoja tardío. La desfeita apura sus últimas y más graves consecuencias para ignominia de unas autoridades políticas que han propiciado, cuando no apurado, la mayor de las afrentas que caben contra toda una colectividad vecinal: usurparle lo mejor de su propia memoria histórica -natural y construida- e hipotecar, a la vez, el futuro crecimiento armónico. Y se decían pueblo.





* El Correo Gallego - XOÁN SALGADO SUBDIRECTOR DE EL CORREO GALLEGO - 26.08.2007
Foto: La barbaridad arquitectónica que muestra la foto es, en su nimiedad, paradigma del grado de desfachatez con el que algunos promotores han sentado sus dominios en O Son, sin que nada les sonroje - elcorreogallego.es



1 comentarios :

Anónimo dijo...

Indudablemente, al pasar por Porto do Son da pena ver el paisaje urbanístico que los "señores" politicos nos van a dejar en herencia, pero no es ni más ni menos grave que en cualquier ciudad, pueblo o aldea de esta nuestra tierra. Y no es porque no se vea, es porque no lo quieren ver. Porque mira que el el Sr. Touriño viaja por todo el territorio gallego, ¿es que no lo ve? ¿O sólo se aplica la justicia en su totalidad a los particulares que se las ven y las desean para poder tener sus cuatro paredes de ladrillo o no poder llegar nunca a ello? Y mientras tanto en este país los "fuera de la ley" incrementando su cuenta corriente con cifras millonarias, los jóvenes y no tan jóvenes, sin poder acceder a una vivienda digna (derecho constitucional que se pasan por el forro), escuchando MENTIRAS (¿donde van los 140.000 pisos que iba a construir el PZOE?) y sufriendo el despotismo del poder político. La lista de municipios con fraude inmobiliario es grandísima (Santiago, Milladoiro, Laxe, Cee, Finisterre..........) pero estos "jodíos"´nos venden sólo la burra de MARBELLA y siguen permitiendo la sangría que el pueblo sufre (y no sólo en materia urbanística). Sus cuentas se lo agradecen en forma de comisiones