«Por lo que conocemos, corrupción y ladrillo van siempre de la mano»

CarlosPunzón* /Vigo -ENTREVISTA a C.Jiménez Villarejo :
"Persiguió los fallos del sistema durante ocho años, llegó a flirtear con la política tras jubilarlo el PP, pero optó por seguir pidiendo por libre más garantías contra los que se lucran del dinero público. Lo nombró el PSOE y lo cesó el PP, pero él no hace distingos. Pide a todos más garantías contra la corrupción y ve en los ayuntamientos el mayor riesgo de putrefacción.


-¿Es irremediable ya pensar en corrupción a la hora de hablar de urbanismo?

-Por lo que conocemos sí, corrupción y ladrillo van siempre de la mano. El modelo de urbanismo de España se basa en el crecimiento desmedido y en una estrecha interrelación entre constructoras y promotoras con los ayuntamientos. En ese encuentro se producen alianzas muy peligrosas por la ambición de unos y el deseo de negocio de otros.

-Entonces, ¿para usted debería reducirse la autonomía urbanística de los ayuntamientos?

-No, pero las autonomías hasta ahora han ejercido muy levemente los recursos de control que le otorga la ley contra los poderes municipales que infringen las normas urbanísticas. Habría que darle un poder preceptivo mayor a las autonomías para que lo facultativo sea obligatorio.

-¿Se lograría así evitar tanta sentencia de derribo de edificios con licencia, como en Vigo, donde hay 2.000 familias afectadas?

-No puede ser que en nombre de las prisas urbanísticas se permita que la Administración local vulnere la norma impunemente y que confíe la resolución de conflictos a larguísimos procesos judiciales, que luego son imposibles de ejecutar.

-¿Es ético que un constructor sea alcalde u opte a serlo, como ocurre con algunos candidatos a las próximas municipales?

-No debería ser candidato. Tendría que haber actividades prohibidas antes y después de ejercer un cargo municipal. El número de sentencias en las que se condena a ediles por construir ilegalmente en su propio municipio es bochornoso para nuestro sistema democrático.

-Hablando de bochornos, ¿qué le parece el caso Gondomar, con un edil pillado con las manos en la masa?

-No recuerdo muchos casos como ese en mi carrera. El cohecho es de las conductas corruptas más graves. Cobrar de un particular por hacer un trabajo público es la mayor degradación posible.

-Pero los imputados fueron puestos en libertad, con cargos, al día siguiente.

-Si hay tantas pruebas, lo más ejemplarizante sería que el juicio no se demore.


*La Voz de Galicia, Viernes, 2 de Marzo de 2007

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