Xátiva.- El convento de Santa Clara se vendió con 10 piezas del patrimonio histórico dentro

LEVANTE/Valencia* : Durante casi diez años se ha dado por buena una explicación oficial: que las monjas de Santa Clara trasladaron desde el convento de Xàtiva al de Canals todas las obras de arte menos una, el cuadro La Santa Cena, de Vicente López, debido entre otras cosas a sus dimensiones. En el monasterio de la calle de Montcada sólo quedaba, pues, todo aquel patrimonio de imposible traslado o que implicara una acción de albañilería: los azulejos, los forjados, los esgrafiados, la madera de las puertas y ventanasÉ Pero no era del todo cierto. En Xàtiva, y pese a que el inmueble ya ha pasado a manos de la promotora zaragozana que piensa construir un hotel, todavía se conservan más de una docena de objetos valiosos que no viajaron a Canals en 2002 ni después. Cómo ha sido posible conservarlos tras más de ocho años de inactividad es un misterio.

El convento ha estado vacío y custodiado por un guardés únicamente en determinados momentos. Al templo han accedido muchas personas, sobre todo los fieles que cada 5 de agosto acuden a la iglesia, abierta al culto ese día al para que la imagen de la patrona sea brevemente procesionada en su interior. También han entrado los que son ya sus legítimos dueños. De hecho, la instalación es ya a todos los efectos una propiedad privada. Sin embargo, este diario ha podido constatar que en Xàtiva todavía siguen -al menos, hasta el mes pasado- obras tan importantes como El retrato de Na Saurina d'Entença, del XVII; San Pedro de Alcántara; los Santos Juanes, y una Purísima del XVIII. También permanecen diversas sillas tapizadas en cuero; sillas de reposo en terciopelo rojo, un aparador modernista o un escudo de madera.
Los grandes inventarios de referencia en la historia reciente de Santa Clara son los de 1981 y 1993. El segundo es una ampliación del primero, en el que no todas las piezas fueron puestas a disposición del responsable del recuento, el hoy director del museo de l'Almodí, Mariano González. Cuando la orden de los franciscanos decretó el cierre del convento de Xàtiva y trasladó a Canals a las últimas monjas y prácticamente todo su patrimonio la Conselleria de Cultura dio por bueno el inventario de 1993 y, menos el cuadro de López, verificó que todo su contenido estaba a la sazón en Canals. Al no haber salido de la Comunitat Valenciana, el traslado de las piezas estaba sujeto a derecho ya que no contravenía la normativa. Desde 1979 (lo primero fue la reja de punzones del XIV) hasta 1983 las clarisas donaron al museo algunas piezas. El gobierno municipal de la época las compensó con algunas atenciones de carácter doméstico (les regaló una lavadora, por ejemplo). Pero pese al primer inventario de González, el patrimonio de Santa Clara siguió siendo presa de cierta rapiña. Las monjas eran muy pobres y no tenían apenas medios; percibían una cantidad insuficiente por el alquiler de sus locales de la avenida de Selgas y pese a la avanzada edad de algunas de ellas, seguían cosiendo ropa para fuera de casa con una intensidad excesiva. Ello explicaría el goteo de objetos valiosos que las monjas malvendieron.




* Levante - 3.11.10
Foto: Xátiva (Valencia) - Fev; wikipedia.org

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