Santander.- Tres ancianos se resisten a la piqueta

DIARIOMONTAÑÉS* : Eloisa y Asunción San José son dos hermanas octogenarias, una de ellas casada, que pasan las últimas horas en su casa en el nº49 de la avenida Reina Victoria de Santander. Mañana tendrán que abandonarla, muy a su pesar, tras una orden judicial de desalojo que les fue comunicada ayer mismo. Son las últimas moradoras de un edificio ubicado en un lugar privilegiado de la ciudad, frente al Palacio de Festivales y junto a la parada de autobús de San Martín, que no ha superado el paso del tiempo y que será derruido para construir otro en su lugar.

La mayoría de los vecinos fueron dejando sus hogares hace meses y sólo las dos hermanas y el marido de una de ellas permanecen en las viviendas en las que han residido una buena parte de su vida. Los tres son muy conocidos en el barrio, sobre todo las dos hermanas, a las que muchos llaman cariñosamente 'las señoritas San José'. En las últimas semanas apenas salen de casa más que para hacer algunos recados en las tiendas próximas. «No están llevando nada bien el desalojo y desconfían de casi todo el mundo», explica una de sus vecinas, que señala que tienen otra hermana viviendo fuera de Cantabria y muchos sobrinos. También recuerda que una de ellas fue enfermera y que la otra estudió para monja y trabajó en el Ayuntamiento.
Forman parte de la historia de Reina Victoria y San Martín, aunque tienen muchos recelos a la hora de contar sus vivencias. Ayer pasaron un día duro. A primera hora de la mañana, varios policías locales, técnicos del Ayuntamiento de Santander y la concejala de Servicios Sociales, Isabel Gómez-Barreda, se personaron en su domicilio para notificarles el inmediato desalojo. La escena, con tres coches policiales aparcados junto al portal y los técnicos municipales agrupados en la calle, hizo que algunos viandantes se pararan a observar la operación, preocupados por el futuro inmediato de las hermanas. Las protagonistas 'forzosas' pasaron muchos nervios. No se quieren ir de sus casas, pese a las pésimas condiciones en las que viven y a que se les haya ofrecido otro piso en su lugar.
No atienden el teléfono
Hasta ayer había sido imposible comunicarles el desahucio ya que suelen tener la puerta del portal bloqueada y no atienden a las llamadas telefónicas. Ni siquiera su abogado, que se personó de inmediato en el domicilio, quiso hacer declaraciones, aunque acompañó en todo momento a sus clientas.
Eloisa y Asunción saldrán mañana sin oponer resistencia y se trasladarán a otro piso que poseen en El Sardinero. Una de ellas necesitará la ayuda de una ambulancia, pues está incapacitada. Así se comprometió la concejala de Servicios Sociales, que les ofreció toda su ayuda. Tanta que incluso pidió a los agentes de la policía que la acompañaban que llevasen a la menos impedida en el vehículo oficial hasta el centro de salud pues, con todo este ajetreo, se la echaba encima la hora de consulta con su médico que había fijado hace unos días.
Derribo
Tras la marcha mañana de 'las señoritas San José', el Ayuntamiento de Santander procederá al derribo del inmueble. Se trata de un edificio de planta baja, entresuelo, cuatro plantas de piso y bajo cubierta, según señaló el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz, en un comunicado.
Su distribución interior es de dos casas por piso (incluido el entresuelo y la bajo cubierta) y de dos locales en planta baja. En total, hay dos locales y doce viviendas. El inmueble está constituido por muros perimetrales de carga y una estructura interior a base de pilares, vigas, forjado y cubierta de madera.
Exteriormente presenta un estado de conservación general que, según el Ayuntamiento, es «muy deficiente», con desprendimientos del revestimiento de la fachada y un mal estado de los miradores y las bajantes, así como humedades. Interiormente, las viviendas se encuentran «en completo estado de abandono» y carecen de instalaciones operativas y de unas condiciones «mínimas» para poder ser habitadas. Además, se ha producido el colapso de algún forjado como consecuencia de las filtraciones que provienen del mal estado de la cubierta.
El juzgado de lo Contencioso número 3 de Santander ordenó el desalojo de las dos ancianas el pasado día 7 de octubre.
Los servicios sociales del Ayuntamiento han intervenido en todo momento para atenderlas y los servicios municipales de talleres retirarán los enseres de la vivienda y los almacenarán para que luego puedan hacer uso de ellos en su nueva residencia.





* El Diario Montañés - 19.10.10
Foto: Agentes policiales y técnicos municipales, frente al edificio - diariomontañés

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