Este Ayuntamiento es una ruina

ELDIARIOMONTAÑÉS/Cantabria* : Marcos rotos o con holguras en las que bien caben varios dedos, suelos que más parecen toboganes, escaleras en las que la inseguridad se mide por peldaños, paredes combadas sin remedio, despachos atestados, aleros desencajados o tejados destrozados. Son algunos de los detalles que uno se encuentra en el principal edificio municipal de Los Corrales de Buelna, un Ayuntamiento que no brilla precisamente por su estado. Eso sin contar con una colonia de palomas que está destrozando el tejado principal y ensuciando todo el entorno de la Casona. Y, lo que es mucho peor, un enjambre de abejas que se convierte en el terror de cuantos trabajan en las dependencias municipales y de los que visitan el edificio.

Los trabajadores lo reconocen, se pasan más tiempo evitando las picaduras de las abejas que otra cosa. Eso y buscando los agujeros en los suelos o paredes por los que entran con no demasiadas buenas intenciones, los pequeños pero peligrosos intrusos. Así se han pasado muchos meses, sellando las entradas de las abejas. Se han intentado muchos remedios pero nada, campan a sus anchas al no haber detectado dónde está exactamente la abeja reina. Incluso ha habido reclamaciones de personas picadas por los insectos.
Era lo que faltaba para un Ayuntamiento con una imagen pésima. La alcaldesa de Los Corrales de Buelna, Mercedes Toribio, hizo hoy de guía por el palacio de los destrozos. La primera parada, su despacho, deja claro lo que el visitante se va a encontrar en el resto. Por lo menos en 20 años no se ha pintado, no se ha podido amueblar conforme a sus necesidades, el suelo esta descascarillado y si se suelta una canica se comprueba el desnivel. La carpintería, es la que tenía el edificio antes de ser Ayuntamiento, y su estado es como el resto, deplorable. Las ventanas cierran mal y los pequeños balcones están sellados por el peligro de que se vengan abajo. La polilla hace el resto en los suelos y marcos. Las puertas de entrada a los despachos se alejan de la pared como si quisieran irse, con espacios donde entran bien dos dedos. Las cristaleras del tejado no se pueden limpiar y las tejas se caen, lo mismo que las maderas de los aleros rotos. Una labor a la que ayudan las muchas palomas inquilinas de la Casona.
Y todo ello en un edificio que fue casa solariega y nunca se pensó como espacio público. Las dependencias son pequeñas y los trabajadores viven entre carpetas y archivos apilados. Incluso lamentan que las sillas, con ruedas, se acomodan más a los desniveles del suelo que a las mesas sobre las que intentan trabajar. Y de las escaleras, ni hablan, porque las de servicio dan cierto miedo al personal. Mejor no tocar nada por si acaso, reconocen. Lo que la alcaldesa reconoce es cierta vergüenza ajena cuando tiene que recibir a alguien en su despacho. Pero también afirma que es el ejemplo perfecto de cómo está el edificio. Simplemente requiere un trato igual al que se ha dado a otros ayuntamientos a la hora de restaurar o renovar dependencias municipales.
La casa sin barrer
Una de las primeras reuniones de la legislatura llevó a Mercedes Toribio a entrevistarse con el entonces director general de Administración Local, Juan José Sota, precisamente sobre la necesidad de habilitar, para uno de los 10 municipios más importante de Cantabria, un nuevo Ayuntamiento. Tras la reunión Sota avanzó la intención de colaborar para que antes del final de la legislatura el municipio pudiera contar con una nueva Casa Consistorial, aceptando la propuesta del gobierno local de estudiar la reforma de las antiguas escuelas, en pleno casco urbano.
Se adelantó que en los presupuestos regionales para 2009 se incluiría una partida para la primera fase y habría partidas en los dos presupuestos siguientes, con el fin de terminar las obras dentro de esta legislatura, recordó Toribio. Pero termina la legislatura y, nunca mejor dicho, la casa sin barrer. Incluso se contó con otro departamento regional, la Consejería de Obras Públicas, Ordenación del Territorio, Vivienda y Urbanismo, que elaboró el anteproyecto de rehabilitación de las antiguas escuelas para convertirlo en nueva Casona. Ayuda que se convirtió en el primer escollo, ya que, según el anteproyecto redactado para la rehabilitación de las antiguas escuelas, que habían sido declaradas en ruina en 2003, la inversión necesaria para ponerlas a punto alcanzaría los 2,5 millones de euros. Eso sin contar lo que supondría preparar y dotar el edificio de todo lo necesario para que pudiera albergar las dependencias municipales. Con la que cayó después, la situación se hizo aún más difícil. Pero con el tiempo el edificio cada vez está peor y, si nadie lo remedia, algún día dará un disgusto.





* El Diario Montañés - 10.08.10
Foto: Interior del Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna - eldiariomontanes.es

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