Los 'Al Capone' de la Costa del Sol

ELCONFIDENCIAL/Málaga* : El capo caído de la mafia rusa Alexander Kalashov no se escondía de la policia. Hace una semana fue detenido en una céntrica calle de Marbella cuando circulaba con su vehiculo sin oponer resistencia. Al hombre que se le conoce en el argot policial, como “El Invisible” es hoy uno de los presos más protegidos en una cárcel española. Sus acusaciones pasan desde dirigir una poderosa organización mafiosa dedicada al blanqueo de dinero, al tráfico de armas, a la extorsión y al asesinato. Ha estado en la cárcel por robo, evasión de impuestos y tráfico de drogas. Sobre él mismo pesa el delito de haber participado en varios crímenes.

¿Qué pretendía hacer este criminal en Marbella? Eso es lo que ahora trata de dilucidar la Comisaría General de Policía Judicial quienes llevan el peso de la investigación. Kalashov estaba cómodamente instalado en España y nadie le molestaba, manejaba todo su emporio a través de un entramado de empresas ficticias desde una mansión en Marbella. La estrategia pasaba, por tener influencia cerca de algunos ayuntamientos de la Costa. Amaba el lujo, pero le gustaba la comida coreana. Usaba avión privado, tenía yates y una colección de coches de alta gama. El templo del hombre invisible era el reducto donde se cobijaba tras su última detención en mayo del 2007 a las afueras de un lujoso hotel en Jumeirah, una localidad costera situada a 35 kilómetros de Dubai.

Kalashov no sabía español pero en su paso por varias cárceles españolas, aprendió el castellano. Vivía rodeado de subordinados, y “al jefe “le gustaba sentirse protegido allá donde iba y en su vecindad, un pequeño San Petersburgo arropado con muros y cámaras de seguridad. La orden de detención cursada por el juzgado de instrucción número 4 de la Audiencia Nacional se produce a raíz de la petición de extradición de las autoridades georgianas para que Kalashov cumpla una condena que tiene pendiente en Georgia.

En la particular liturgia de los capos de la mafia, una detención es un grado más en el escalafón. El apresamiento de Alexander Kalashov por agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado y del GRECO de la Costa del Sol en las calles de Marbella pasa por ser solo un episodio entre los vecinos de Marbella. Los habitantes de la Costa del Sol han aprendido a convivir con el concepto de la Mafia en sus calles: un tiroteo impune en el semáforo de una avenida, una bala perdida que mata a un niño en la puerta de una peluquería, un disparo a bocajarro en el pecho de un sicario, suicidios anónimos desde un balcón de un edificio. La mafia tiene nombre y apellido, son tahúres de una sociedad a la que ya se han habituado sus habitantes.

Historia del crimen organizado

La mayoría de los ciudadanos son conocedores de la presencia de organizaciones ligadas a la delincuencia internacional que data desde comienzos del siglo XX, con operaciones ligadas al contrabando a mayor o menor escala, o con el blanqueo de fondos de los diversos totalitarismos europeos. En los inicios de la etapa democrática, se disparó el consumo de estupefacientes, primero los derivados del cannabis. En su informe de 1979, la Fiscalía General del Estado detectó la presencia de bandas organizadas, en especial la mafia turca, en operaciones de narcotráfico desarticuladas en este mismo escenario, incluso en zonas tan “in” ahora como Sotogrande.

La progresiva liberalización de los mercados, provocó el auge de la economía sumergida que nutrió al hampa propio y extraño: la Mafia, la Ndranghetta, la Camorra y otros grupos ligados al delito en Italia, bandas belgas, británicas, portuguesas, francesas o alemanas que lo mismo se dedicaban al canje de drogas naturales o químicas que a la compraventa de vehículos robados, y la activa delincuencia organizada rusa encontraron en la Costa del Sol una plataforma ideal para el blanqueo de dinero, y como teatro de sus principales operaciones el paraíso fiscal de Gibraltar.

El mapa de los principales golpes al Crimen Organizado en la Costa del Sol parte de la Operación El Paredón, fechada en marzo de 2000 con el decomiso de 1.800 kilos de cocaína en Alhaurín de la Torre; o la Operación Tineo-Pitufo del año siguiente en Estepona, o la Operación Casino relativas ambas al robo de coches de lujo a escala internacional; o la detención de cuatro sicarios de la Camorra, en 2002, en Rincón de la Victoria, o la de Kalashov, el máximo responsable de las mafias rusas en la Costa, detenido en Marbella.

En el marco de la Operación Avispa caerían otros jefes de organizaciones de la antigua Unión Soviética, como las temibles Sonsevska, Ismailvska y Bratkskaya, con la intervención subsiguiente de un millar de cuentas bancarias, numerosas fincas en España y vehículos de alta gama. Baltasar Garzón asestó un nuevo golpe con la caída de Guennadi Petrov, el Al Capone ruso que dirigía sus negocios desde su mansión en la localidad mallorquina de Calviá, en una urbanización tan selecta que contaba con Pilar de Borbón como vecina. El mandamás de la mafia rusa se jactó al llegar a Palma de tener muy buenas relaciones con la autoridad local de San Petersburgo y, al mismo tiempo, trabó contactos con dos negociantes italianos acusados de mafiosos, Felice Cultrera y Gianni Menini. Entonces extendió su actividad a la Costa del Sol.

Las Mafias en los libros

Este fenómeno no ha pasado desapercibido entre escritores y políticos de la costa. Así Antonio Romero, dirigente de Izquierda Unida en Andalucía en su libro “Costa Nostra” detalla las tramas de corrupción con que se entrelaza el crimen organizado y la delincuencia de cuello blanco, centrándose en la conocida geografía mediática de la Costa del Sol.

El fallecido Félix Bayón retrató en su novela casi póstuma, “De un mal golpe” la politización del crimen organizado, cuyo máximo exponente fue el gilismo. El periodista siempre mantuvo que Jesús Gil y sus comparsas no actuaron solos sino en compañía de otros: que ahora han visto sus caras en operaciones que la Justicia ha emprendido en su contra: Malaya, Hidalgo y Ballena Blanca. “Como socios de estas escandalosas tropelías, principalmente las urbanísticas, el que también fuera presidente del Club Atlético de Madrid, se rodeó de insignes miembros del Crimen Organizado –denuncian--, entre los que destacan algunos de los capos italianos del clan Santapaola, perteneciente a la mafia de Catania, el traficante de armas saudí, Adnan Kassogui e importantes lugartenientes de la mafia rusa”. En estos libros se presta especial atención a los históricos Felice Cultrera y Gianni Menino, este último fallecido, y el primero aun en activo en la vida social de Marbella, al estar casado con Ana Muñoz, la hermana de la actual alcaldesa de Marbella Ángeles Muñoz.

Hidalgo y Malaya

La Justicia esta siendo lenta a la hora de actuar pero empiezan a celebrarse las vistas contra los “monigotes de las mafias”. La Operación Malaya, tal y como se bautizó a una operación que, un año después, terminó por imputar a 117 personas –entre ellos cuatro alcaldes y decenas de concejales-- con un mínimo de 2.400 millones de euros blanqueados, supuso la intervención y posterior disolución del Ayuntamiento de Marbella, con la detención de la alcaldesa y varios concejales, además del asesor de urbanismo Juan Antonio Roca.

Será en el mes de septiembre todo un reto para el sistema judicial español para romper con el modelo del “ladrillazo”. El saqueo de las arcas municipales y el expolio del patrimonio público se desmenuzan en los 73 tomos de la instrucción. Muestran con minuciosidad los perversos mecanismos empleados por la organización criminal que gobernaba en el Ayuntamiento de Marbella y que según los expertos mantenían estrechos lazos con otros grupos delictivos que blanqueaban miles de millones de euros de oscura procedencia en el sector inmobiliario. Cobraban comisiones millonarias a cambio de recalificaciones, permisos o concesiones, y desviaban importantes sumas a paraísos fiscales.

Otra causa en estos momentos en punto muerto es la Operación Hidalgo que puso contra las cueras a tres notarios, dos de ellos ya imputados en la Operación Ballena blanca. Otras veinte personas fueron detenidas en una red que permitió el blanqueo de 92 millones de euros a través de 600 cuentas en 22 entidades bancarias distintas: “La Fiscalía ha constatado la participación de ocho organizaciones con conexiones internacionales, cuyos miembros se vinculan a delitos fiscales, tráfico de drogas, fraude y malversación. Entre los detenidos se contaban personas de nacionalidad sueca, paquistaní, jordana, alemana, holandesa y española”.

Muerto el gilismo, la Mafia sigue viva en Marbella. Jesús Gil tenía encima del sillón de su despacho un cuadro del Padrino con la imagen de Vito Corleone. Este, siempre solía decir que había pasado toda su vida luchando por no ser una marioneta movida por los hilos de los poderosos. Y tal como soñó, cuando llego el momento ha perpetuado el concepto de amistad y dinero... agua y aceite.






* El Confidencial - 14.05.10
Foto: Imagen de archivo de Kalashov (Efe)