Los británicos nos sacan los colores

RAMÓN GÓMEZ CARRIÓN* : Como miembro de la Comunitat Valenciana me siento profundamente dolido por lo que significa que el Reino Unido envíe a funcionarios de Su Majestad al Consulado Británico de Alicante para, entre otras cosas, evitar que sean engañados cuando compren viviendas, con lo que denuncian, una vez más, que muchos compatriotas fueron víctimas de abusos urbanísticos. Esta información se produce justamente después de que se hayan denunciado nuevas estafas en venta de viviendas a extranjeros en Llíber y en varios municipios de la Vega Baja.

El Gobierno de Gordon Brown nos saca los colores y sería bueno conocer la respuesta que dará el Consell a esa iniciativa, aunque se me antojará insuficiente si va a ir en la línea de lo que ha declarado recientemente el conseller de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, Juan Cotino: que tenemos la mejor legislación urbanística de España. No es la primera vez que desde el Gobierno de Camps se defiende el urbanismo. En años pasados nos llovieron los palos desde el Parlamento Europeo. ¿Hemos cambiado la legislación de tal forma que se impida (o se castigue ejemplarmente) a los especuladores y estafadores del sector inmobiliario? ¿Se vigila eficazmente, en coordinación con los ayuntamientos, para que sea imposible, en adelante, que se produzcan los abusos que nos han desacreditado no sólo en Gran Bretaña, sino en Alemania, Holanda, Noruega...?
Luego lloramos porque diversos medios de comunicación extranjeros (sobre todo británicos, el 'Financial Times' recientemente) lanzan ataques que no dejan de tener consistencia y que, nunca, que sepamos, son contrarrestados por campañas de la Generalitat sobre garantías a quienes vengan de esos países a invertir, aunque sólo sea en bienes inmuebles. En lugar de dejar que se hayan adelantado los británicos enviando asesores para sus compatriotas, la Generalitat, en unión de las patronales inmobiliarias y de la construcción hace tiempo que deberían haber ideado un mecanismo para atender consultas acerca de chalés o pisos en nuestra Comunitat, sobre todo en la Costa Blanca, tanto en la franja costera como en el interior. Nunca es tarde para acertar.
Reconozcamos que no siempre hemos sido serios. Cambiemos y hagamos el esfuerzo necesario para convencer a los países europeos más desarrollados de que tienen que volver a creer en nosotros. Nos va mucho en ello.





* La Verdad - Opinión - 10.03.10